Lecciones de una nerd

30. Todo lo que promete esta noche

¿Qué siento por Jake?

—¿A qué te refieres? —pregunto, procurando ser esquiva.

No estoy segura de que Jake sepa que él me gusta, ¿cierto? No hay forma de que todo lo sucedido en menos de un día le hayan dado a entender que siento cosas por él. ¿Acaso no me creyó lo de Yocelyn?

—Tú sabes perfectamente a lo que me refiero.

Él sabe, definitivamente. Jake se enteró, de algún modo él se enteró y ahora está tratando de hacer que lo diga para poder rechazarme.

Mi corazón comienza a latir demasiado rápido y siento como mi estómago se revuelve también. No logro distinguir algún indicio en su rostro de que esté molesto o que siquiera le desagrade la posibilidad de que le diga que me gusta.

Está tan pasivo frente a mi, simplemente esperando.

Pero qué quiere que le diga, como puedo decirle todo lo que pienso sin sentirme la peor persona del mundo. Él tiene novia, y él confió en mí, yo no debería estar aquí.

Lo que siento por Jake es demasiado como para explicarlo simplemente, es una mezcla de cariño y enojo, gusto y rabia, porque estar con el solo siendo su amiga y conocerlo ha sido como una montaña rusa, donde en algún momento estas en el punto más alto pensando que sí, tal vez Jake se sienta tan bien conmigo como yo lo hago con él. Para que segundos después, este cayendo pensando que soy la peor persona del mundo por gustar de alguien que ya tiene su corazón ocupado.

No puedo decirle nada de eso, porque sé perfectamente que Jake nunca tuvo la intención de orillarme a esto que siento. Yo confundí su amistad, pensé que todo lo que él hacía era porque quizás veía de mí más allá de la persona que lo ayudó a conquistar a otra chica.

Y por otro lado, no sé qué hacer para detener todo esto, desde que fui consciente de mis sentimientos lo único que hago es... sentirlos. Dejar que me envuelva como una manta caliente en el frío invierno y conformarme con la imagen que cree en mi cabeza porque ya no puedo ignorarlo más.

Jake es mi amigo y yo estoy completamente enamorada de él.

—¿Quieres que te responda con la verdad? —me aventuro.

Sin embargo, no es correcta la forma en la que estoy pensando.

—Sí...

Quiere que le diga la verdad, esa verdad donde Jake tiene novia, una chica muy diferente a mi y que aparentemente lo hace muy feliz, y donde yo soy la amiga que lo ayudó a conquistarla.

La verdad en donde realmente me siento bien, feliz y cómoda con otra persona a la que fui rápida a juzgar al principio, pero que ahora significa tanto para mi es abrumador lo rápido que me adapté a él. Lo dejé entrar un segundo a mi vida y él ya se alojó en ella. Pero eso es todo lo que es y lo que soy.

La amiga, ahora, luego y siempre.

No obstante, no puedo mentir, qué es lo que siento por él. Siento como mi piel se vuelve de gallina cada vez que Jake pronuncia mi nombre.

Siento como mi corazón se acelera cada vez que por casualidad, coincidencia o por gusto, su tacto hace fricción con el mío.

Siento unas mariposas rebeldes cada vez que escucho su risa o le veo a los ojos.

Siento como mis mejillas se ruborizan siempre que él me mira directamente, sin que nadie se preocupe del por qué lo hace.

Siento todo el calor del mundo cuando lo tengo cerca, cuando su cuerpo se atrae con el mío, sin necesidad de tocarse entre ellos simplemente a una distancia prudente. Donde el solo hecho de pensar en un abrazo es la posibilidad de destruirme por completo.