35. Es hora de encarar ciertas realidades

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Esta podría ser, fácilmente, la idea más estúpida que se me haya ocurrido en la vida y eso que he tenido muchas ideas así, pero ya había comenzado, cómo darme por vencida a mitad de camino.

Entreabro los labios para que April me los pinte, de un color rojo tan fuerte que si no hubiera sido incitado a usarlo, jamás lo hubiera hecho. En sí, no sé por qué acepté este "cambio" de estilo, pero la verdad es que si lo pienso mejor, me agrada bastante poder usar algo de maquillaje.

Aunque según April es parte de un plan siniestro para que Jake se de cuenta que está completamente equivocado. Mientras que yo pienso, que de lo que sea que Jake se de cuenta esta noche, espero que sea decisivo.

—Bueno, suelta —me ordena—. Esa es mi chica.

Me sonríe y luego se aleja para ir a buscar algo en su bolso. Yo le frunzo el ceño.

—Recuerda que no soy tu muñeca, April, ni mucho menos tu perro.

—Ya entendí.

He de admitir que tengo nervios, no sé específicamente qué reacción quiero lograr en mi amigo, porque me da algo de temor que mis expectativas sean demasiado altas. Sin embargo, al mismo tiempo, se siente increíble, es como si yo tuviera todo el poder de hacer todo lo que se me plazca y como aun no me decido de lo que quiero, tengo miles de posibilidades para explorar.

Tengo solo una cosa en mente, aunque de todas maneras me gusta Jake, solo quiero dejar en claro que no es razón para tratarme de esa manera.

No estoy para cuando le convenga.

Y eso es lo que probaré esta noche.

—¿Crees que funcione?

Me acerco al espejo para observarme una vez más. No estoy acostumbrada a verme usar maquillaje, pero en el baile y esta vez, siento que me veo bien. Quizás haré de esto algo regular.

—El chico se transformó en un "nerd" en unas semanas —hace comillas con los dedos—. ¿No puedes, acaso, ser una rompecorazones también?

Hago una mueca porque eso suena extraño. No entiendo qué tienen todos con usar etiquetas.

—Ponte los lentes de contacto hoy, se ve bonito.

No pienso mucho en ello y simplemente asiento. Aunque no lo parezca, últimamente he cambiado casi al mismo tiempo que Jake, tal vez no de la misma forma ni tan notorio, pero si he logrado ciertos cambios que yo veo bastante positivos.

—¿Están listas? —escucho la voz de Jesse y un par de golpes en la puerta. Ambas nos volteamos a esa dirección.

—¡Ya vamos! —exclama mi amiga.

Me coloco mi abrigo y recojo algunas cosas importantes como mi teléfono y mi identificación, sigo a April fuera de la habitación.

—¿Cuánto tiempo más pensaban tardar? ¿Horas? ¿Días? ¿Una eternidad?

Jesse camina delante de nosotras, haciendo sonar las llaves de su auto. Ni siquiera nos miró, está más preocupado de escoltarnos rapidamente a la salida.

—No seas tan exagerado —le digo. Al escucharme se volteó, dándome una larga ojeada.

—Ya entiendo por qué tardabas tanto.

Me encojo de hombros y me apresuro para llegar al auto. Como Thomas sostiene la puerta, esperando a que entre, me obliga a sentarme en medio, justo al lado de Jake.

«Que comience el juego»

Lo ignoro completamente, aunque debo admitir que estoy muy tensa y casi aplastando a Thomas hacia la ventana para evitar tocar innecesariamente a Jake.

Lecciones de una nerd Donde viven las historias. Descúbrelo ahora