12.
El sueño de Lola.
Lunes.
Había sido un buen fin de semana en familia en el hogar de los Lawler. Para Sam también, ese fin de semana había ido a visitar a sus padres con Kia. A su madre le agradó al instante que la conoció, creía que era una muchacha bonita y simpática, pero su hermana la detestó. Es que Lola siempre había sido celosa de su hermano mayor Sam. No aceptaba el compartirlo con otra mujer.
Otro día regresando a la universidad, volviendo a la rutina y a la convivencia.
Sam estaba apoyado en el capó de su auto. Esa playera azul marino que le había regalado su madre para su cumpleaños número diecinueve le sentaba bien con esos jeans achupinados, la ropa ajustada era lo suyo, resaltaba sus piernas torneadas de futbolista y la playera se adaptaba a sus brazos con facilidad.
Pese a la voluntad que le quisiera poner al Lunes, se notaba a millas de distancia que no había dormido en toda la noche por su rostro que expresaba cansancio. Si te acercabas solo un poco más sus avioletadas ojeras que apenas se asomaban hablaba mucho de ello.
En su mano derecha sostenía un cigarrillo, inhalaba y exhalaba el humo después de retenerlo en sus pulmones un buen rato. Sabía que tarde o temprano acabaría por matarlo, pero ¿qué más da? De algo había que morir.
Savannah traía una falda negra que se levantaba gracias al viento, entonces cerró su abrigo negro y sujeto con firmeza su bolso Louis Vuitton.
- ¿Sabes? -Preguntó Savannah sonriendo- Es malo fumar sin haber desayunado
Se concentró en el rostro de Sam. Notó sus ojeras y el cansancio. El bello facial estaba comenzando a crecer, pero aquella pequeña sombra que se tornaba en su mandíbula lo hacía más atractivo aún.
- ¿Te sucede algo? -quiso saber frunciendo el ceño.
Sam suspiró. Hoy no tenía ganas de discutir en absoluto.
- Solo no he dormido bien -se limitó a responder, luego le dio la ultima calada a su cigarrillo.
- Y eso se debe a...
¿A qué se debía? No podía contarle el porque, o mejor dicho el por quien.
No podía simplemente confesarle que su cabeza lo traicionaba cada vez que llegaba la noche por pensar en ella. O que su fin de semana fue demasiado bueno junto Kia, salvo cuando en reiteradas oportunidades estuvo por soltar su nombre cada vez que se dirigía a ella.
- Los exámenes -mintió rápidamente.
Savannah rió.
- Sam, no son hasta dentro de dos semanas
- Dentro de dos semanas posiblemente nos llenen de ellos, nunca está mal ser precavido -dijo sonriendo.
- Cierto -sonrió ella.
Savannah se fijó la hora en su reloj de mano y se dio cuenta lo tarde que se le estaba haciendo.
- Oh, debo irme. Tengo química -anunció alejándose de él- te veo luego
***
La clase de química se estaba pasando bastante rápido. En diez minutos sería libre.
El estómago de Savannah rugía, si seguía alimentándose de yogur moriría de hambre.
En los dos bloques estuvo pensando mucho en Dylan. En lo extraño que había sido que después de haber hecho el amor le repitiera una y mil veces que la amaba y no quería perderla nunca, aunque eso no fue lo más raro. Lo más extraño fue aquella llamada que recibió a mitad de la madrugada...
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Mademoiselle popularity.
Teen FictionHe aquí Savannah Lawler. La perra de la Universidad. Líder de porristas, amante del rosa y una autentica shopaholic. Sam Leatherton, el chico misterioso y nuevo que se roba todos los suspiros en Pace University. Savannah rápidamente pone sus ojos e...