Mademoiselle popularity.

Chapter 8

8.

Te he pillado, Dylan Thorton.

Savannah.

—No —Respondí firme— No me gustas ¿Por que?

—Vives acosándome —Respondió obvio— Estas detrás de mi como si...

—¡No estoy detrás de ti! —Dije molesta.

No. No lo estaba.

Tu lo estarás.

—Si lo estas siempre me acosas, me ayudas, me moles... —Sam callo para atender su celular. El móvil había vibrado unas pares de veces— Un segundo 

Logre escuchar solamente las partes en las que Sam hablaba. Respondía cosas como: "Hola?", "Estas fuera?", "Bien, voy para allí" y eso fue todo.

Se levanto de la banca y me tendió su mano para que la agarrara. Así lo hice, al sentir su cálida mano tocando la mía me agarro esa famosa chispa a la que todos llamamos como "Ups, me agarro electricidad". Con su fuerza me impulso hacia arriba de un brinco. 

— ¿Irás a la fiesta de Stacy? —me preguntó.

— Sip —respondí sonriendo— solo estaba esperando hasta la media noche para inventarle a mis padres que me dolía la cabeza

— Inteligente —murmuró.

Sonreí nuevamente. 

Últimamente, me ha sacado muchas sonrisas.

— Vamos, te llevo —dijo— afuera está Dallas con el auto

***

—¿Tus padres con los de Leatherton? —Repitió Alex intentando meterselo en la cabeza.

No importa cuantas veces se lo repetia, Alex volvia a formular la misma pregunta haciendo que me desquiciara. Al parecer no le cabía dentro de su cabeza.

—Si, mis padres con los padres de Leatherton —Le explique por tercera vez— Ni yo hubiera imaginado que nuestras madres se conocieran y menos esperaba encontrarme con él allí

Le di un mordisco a mi manzana. Alex comía frituras delante mio y eso me estaba haciendo mal, moría de ganas por ingerir aquello, solo bastaba con estirar la mano y tomar una patata pero yo no puedo consumir calorías. Debo estar en forma, no cualquiera es líder de las porristas y la chica mas deseada de la universidad ¿eh?

— Debes dejar de hacer eso Alex —Negué con mi cabeza.

— ¿Hacer que? —Hablo con la boca llena mientras metía su mano en el envoltorio para tomar otro puñado y llevárselo a la boca.

— Comer frituras, tu no eres así —Le recordé y Alex miro el paquete haciendo una mueca de disgusto.

— Cierto —Tomo el paquete casi vacío y lo aventó hacia el fondo de la cafetería— No se que me ha pasado

Alex era un maníaco de su figura. Aunque el comía de vez en cuando alguna que otra chatarra. Luego de las practicas de fútbol americano se internaba en el gimnasio, hacia ejercicios, se levantaba temprano todas las mañanas para correr diez vueltas al campo. Y daba resultado, créanme. Tenia un magnifico cuerpo, tal y como el de los dioses griegos.

— Fue un desliz, digamos —Bebí un poco de agua.

Abrí mi bolso y saque el pequeño espejo y labial. Delinee con delicadeza el contorno de mis labios y luego los rellene. Ahora si, era yo.

— Príncipe azul a la vista —Canturreo Alex de forma burlona, imitando a Candice.

¡Agggghh, eso sonó tan gay!