Algunas veces hasta los monstruos de historias de terror tienen más conciencia y valores que simples humanos.
Recuerda que los verdaderos monstruos no están a la vista de todos.
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❝ Amigo y protector ❞
Debió esperar días para ir donde su niña, aquella mocosa la cual ya proclamó como de su propiedad.
No sabia por que ir, no logro matarla... pero era tierna aquella niña. Era como una pequeña mascota, se fascinaba con cualquier cosa minúscula que él le enseñaba. La había visto en la escuela mientras buscaba a una nueva víctima, esta vez un niña más grande y despistada. Betty algo, la verdad no daba importancia realmente al nombre de su víctima.
Un día ella le había hecho una estúpida pulsera con mostacillas con letras BFF P&A e hilos de colores. Hizo dos y una se la dio, la otra era idéntica y para ella. Amber se la puso sobre el guante izquierdo mientras él miraba a la niña sintiendo que algo estaba muy mal con esa niña para querer ser su "amiga". Él no tenía amigos. Eso no iba con él.
Otro día tras la escuela él salió de un árbol y le indicó a la niña que lo siguiera. Ella sonrió alegremente y se dirigió cuidadosamente para abrazarle la pierna. Le saludo con un adorable: "Hola, señor Pennywise"
Él se quedó quietoy esperó a que terminara su abrazo. Le pareció bastante adorable que lo llamara el Sr. Pennywise.
Ella soltó su pierna y esperó a que Pennywise comenzara a caminar. El camino era un poco inestable por lo que él miró a la niña irritado por lo que iba a proponer, suspiro y preguntó si quería que él la llevará.
Amber levantó sus pequeños brazos, y él la agarró suavemente. Amber se aferró a él y por accidente, ella tiró de un mechón de su cabello.
Pennywise exclamo un gruñido y ella se disculpó para luego besar la mejilla de él y lo abrazó cálidamente.
Pennywise se rió entre dientes y se sintió un poco nervioso por su toque. Unos metros más y llegó a la entrada de su casa donde no había nadie. Por lo que podían jugar.
Le resultaba molesto que tuviera que inclinarse hacia abajo para encontrarse con su toque, pero escondido dentro de su pequeño y casi inexistente corazón, sabía que le encantaría esta pequeña acción para encontrarse con la mirada de Amber.
Pennywise miró el interior de la casa aburrido. Se encamino a la sala de estar donde encontró un libro diferente de los ya muchos cuentos que había leído para Amber. Ella se sentó de espaldas al pecho de Pennywise y lo agarró de las manos. Ella observó sus guantes y se dio cuenta de que sus manos apenas cabían en las suyas. Cogió el material suave e hizo todo lo posible para entrelazar sus dedos con los suyos, pero su mano era demasiado pequeña. Pennywise miró a la niña y sintió... bueno, no estaba seguro de cómo se sentía. Nunca había tenido a nadie tan cómodo con él o al menos no estar aterrorizado por sus vidas. Pennywise cubrió sus manos con ella y le hizo cosquillas antes de comenzar con la lectura.
La historia trataba de los dioses griegos, algo que le agrado por curioso que fuese el asunto.
Amber señaló la ilustración del Dios oscuro; Hades que estaba en un trono oscuro y se veía triste y sólo.