La primera vez que Selena Gomez lo vio, el baile de disfraces estaba en su apogeo, y él estaba apoyado en una pared del salón contemplando a los diablos y gatos en la pista. Lo rodeaba cierto halo de peligro, y su cuerpo musculoso tenía un poder inquietante. A Selena le pareció como un león que acecha a su presa.
-Selena, por Dios, ¿todavía no has encontrado a Liam? No podemos seguir aquí bloqueando la entrada.
Selena miró a su madre y contestó:
-Lo siento -esbozó una sonrisa rápida-. Estoy intentando localizarlo, mamá.
-No me extraña que no lo hayas conseguido todavía. Debe haber una docena de Romeos aquí -su madre suspiró y le apartó un mechón de pelo castaño de la cara-. Y, desde luego, también una docena de Julietas, aunque ninguna tan hermosa como tú, cariño.
-Y ningún Romeo tan atractivo como mi prometido -dijo Selena y sonrió-. Por eso será fácil encontrarlo.
Pero no fue así, frunció el ceño tras su máscara plateada y siguió buscándolo con la mirada entre la multitud. En realidad había muchos Romeos, y todos se parecían desde donde ella estaba, pero aun así, Liam era especial y ella lo reconocería entre los demás.
Su mirada se volvió a tropezar con el hombre que vio al llegar al baile. Ahora él estaba mirando por las puertas de cristal hacia el jardín exterior y le daba la espalda, pero Selena sabía que era el mismo, porque reconoció el porte desafiante de sus hombros y el orgulloso ángulo de su cabeza.
De pronto él se volvió y sus ojos enmascarados la miraron. El salón, los bailarines, la música, todo desapareció.
-¿Selena? -su padre la cogió del brazo-. Sel, ¿no es Liam este Romeo?
A Selena le costó un gran esfuerzo apartar la mirada de aquel hombre y volverse hacia su padre.
-¿Dónde? -dijo por fin-. Yo... no estoy segura -reconoció avergonzada. Era ridículo; llevaba un año saliendo con Liam Styles, y se habían comprometido hacía tres semanas, así que debería haberlo reconocido incluso con disfraz-. ¿Liam? -preguntó-. ¿Eres tú? -para su alivio, el Romeo se volvió y sonrió al verla.
-Ah, cariño -dijo él-, aquí estás -Selena le sonrió y él le cogió las manos y le besó en la mejilla-. Julieta, eres preciosa.
-Tú también eres magnífico, Romeo -volvió a sonreír-. ¿Es mi imaginación o nos están mirando todos?
Liam se rió y la cogió del brazo:
-Es posible. Todos los amigos de mi madre están aquí, y de hecho, la tía Dorothy me ha preguntado por ti hace un momento. ¿Quieres conocerla?
-Todavía no -le contestó Selena tan deprisa que los demás se rieron-. Me parece que no es el momento adecuado para hacerlo, eso es todo.
Mandy Teefey suspiró y dijo:
-Pues no hay mucho donde elegir. La boda es dentro de tres días.
Selena se estremeció. Tres días, pensó cuando Liam se volvió para hablar con su padre. Tres días y se convertiría en la esposa de Liam Styles. Le parecía imposible, pues hasta hacía tan solo un mes se había limitado a salir con él, sin querer comprometerse seriamente y feliz con aquella relación. Pero un día, cuando ella iba a negarse, Liam la interrumpió.
-No me rechaces esta vez, Sel -le suplicó-. ¿Por qué no dices algo diferente? Di que lo pensarás hasta mañana.
-Pero es que mañana no estaré aquí -le contestó ella-. ¿No te acuerdas? Es mi primera salida de compras para Maywalk's, y no volveré hasta el viernes.
ESTÁS LEYENDO
Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADA
FanfictionConocer a Harry Styles, el hermano de su prometido, había transformado completamente la vida de Selena. La llama abrasadora que él encendió en ella la dejó confusa acerca de su inminente matrimonio con Liam. Pero entonces Harry hizo su ofensiva juga...