Cuando enero dio paso a febrero y éste a marzo, Selena se dejo caer en una horrible desgana, hasta que le fue muy difícil levantarse por las mañanas. Se decía que ya era hora de olvidar las tonterías, pues las personas no morían de amor.
Pero esos sermones a media noche no le servían de mucho, y su depresión y cansancio iban en aumento. Y había algo más. El sólo hecho de ver la comida la asqueaba, lo que tenía cierto sentido, pues le recordaba la necesidad que tenía de ahorrar dinero. Pero el temblor de sus manos la asustó. ¿Quién contrataría a una mecanógrafa con manos temblorosas?
Sus pies empezaban a hincharse, sobre todo después de las caminatas que se daba por Londres buscando trabajo. Aun así, Selena estaba decidida a seguir adelante. Por la tarde fue a una agencia de empleos temporales.
La agradable mujer que estaba frente al escritorio, le sonrió en cuanto la vio entrar.
—Hola, me alegro de verla, señorita Gomez.
—¿Pero... todavía me recuerda? —le preguntó Selena, sorprendida.
—Precisamente he pensado en usted esta mañana —asintió la mujer—. Tengo una nueva cliente... se trata de una señora norteamericana. Se quedara aquí un mes o dos, y necesita una secretaria, pero me dijo que prefería que fuese alguien que hubiera vivido en Estados Unidos, así que pensé en usted —la mujer entreabrió los ojos y añadió:—Señorita Gomez, ¿está enferma?
Selena negó con la cabeza, aunque sentía náuseas.
—No, no. Estoy bien. Yo...
—Bueno, pues no lo parece —le contestó bruscamente la mujer—. ¿No será la gripe? Todo el mundo está enfermo de eso.
—Pues yo espero no estarlo —Selena forzó una sonrisa—. No puedo permitirme ese lujo.
—Pues si está enferma, no puedo darle el trabajo, señorita Gomez. Creo que lo mejor que puede hacer es ir al médico.
—No lo necesito, se Io aseguro.
—No puedo mandarla a una entrevista si tiene gripe.
Selena no tuvo más remedio que asentir ante el tono firme de la mujer.
—Está bien —le dijo—. Iré a por un certificado médico y volveré.
¿Y si de verdad fuera gripe? El médico le recetaría aspirinas, muchos líquidos y descanso, un descanso que no podía permitirse. El trabajo no podía esperar.Pero de gripe se recupera uno en una semana, así que después se sentiría bien. La primavera se acercaba y seguramente habría otros trabajos. Apuró el paso animada.
Más tarde, Selena se sorprendía de su increíble estupidez.
El parque Saint James estaba desierto debido al frío de la noche. De vez en cuando se veía alguna persona pasar deprisa o se oía el ladrido de un perro. Y ella estaba sola.
¿Cuánto tiempo llevaba en el puentecito que cruzaba las oscuras aguas del lago? Una hora, dos... tal vez una eternidad. No recordaba cómo había llegado allí, pero inconscientemente siguió la misma ruta que hizo con Harry en su primer día en Londres. Su mente era un tormento, y no dejaba de hacerse preguntas que no tenían respuestas.
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Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADA
FanfictionConocer a Harry Styles, el hermano de su prometido, había transformado completamente la vida de Selena. La llama abrasadora que él encendió en ella la dejó confusa acerca de su inminente matrimonio con Liam. Pero entonces Harry hizo su ofensiva juga...