Selena se estremeció cuando las puertas se cerraron a su espalda. La última vez que estuvo allí fue en compañía de Liam, y el aire estaba perfumado. Ahora el aire tenía el olor del mar que golpeaba las rocas. La música apenas se oía, y la luna llena iluminaba el lugar. En el momento en que Selena levantó la vista para mirarlo, una nube oscureció su cara.
Todos sus instintos le decían que escapara de ese abrazo y volviera corriendo al salón, pero sus pies parecían estar clavados en el suelo. Pensó que era una locura y se volvió para decirle que se marchaba, pero él se adelantó:
-Respira profundamente.
-Ya estoy bien -le contestó ella-. Yo...
-Haz lo que te digo -le apretó la mano-. Vamos, respira -dijo cortante.
Selena asintió ante aquella orden y llenó sus pulmones de aire frío.
-¿Te sientes mejor?
-Sí -reconoció ella-. Mucho mejor. Gracias por tu...
-No hables -la interrumpió-. Respira otra vez.
Selena respiró de nuevo y se dijo que no tenía por qué preocuparse.
Sabía que allí dentro se había puesto blanca y que, al notarlo, el hombre fue en su ayuda. Sólo se estaba comportando como el buen samaritano. Cualquier otra idea era producto de su imaginación.
-Ya... ya estoy mejor -le dijo-. Y siento mucho la molestia que te he ocasionado.
-No ha sido ninguna molestia -la presión de su fuerte mano la hizo volverse hacia él-. De hecho, podemos decir que me has hecho un favor.
-¿De verdad? -¿Lo habría dicho en broma? Si pudiera ver la expresión de su cara...
-Siempre he querido rescatar a una doncella en apuros -se rió y le acarició la mejilla-. Julieta... así te llamas esta noche, ¿verdad?
-Yo... sí, así es -le contestó Selena nerviosa-. Y ahora debo volver al salón. Mi prometido...
Los dedos del hombre se cerraron en la mano de Selena.
-Me ha parecido brillar algo en tu dedo. Dime, Julieta... ¿dónde está? Me refiero a tu prometido.
-Él... está en el salón, esperándome. Y... ¿qué haces? -le preguntó, aunque la respuesta era evidente Se estaba quitando la chaqueta para taparla.
-Tienes frío -le dijo él apartándole el pelo-. Y tienes las manos heladas.
-No tengo frío -le contestó ella enseguida-. Estoy bien, sólo...
-No discutas conmigo -le dijo el hombre juntando las solapas de la chaqueta.
Selena pensó que era imposible discutir con él. El desconocido le acarició el cuello y ella se preguntó si sentiría el rápido latir de su corazón.
-Soy un poco friolera -le dijo forzando una sonrisa-. Aquí no hace frío, ¿verdad? Supongo que es por la brisa del mar. Aunque claro, como es otoño...
-Ven, vamos a pasear un poco -le dijo cogiéndola de la mano.
-No puedo -le contestó Selena, pero él tiro de ella-. Por favor...
-Sólo un momento.
Se sentía envuelta en un sueño, y el único chispazo de realidad era la música, que ya apenas se oía. El hombre era más alto de lo que creía, e incluso con tacones, ella sólo le llegaba a los hombros. Las solapas de la chaqueta le acariciaban las mejillas, y así podía aspirar el aroma de su colonia, aroma que se mezclaba con otro más personal y sensual.
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Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADA
FanfictionConocer a Harry Styles, el hermano de su prometido, había transformado completamente la vida de Selena. La llama abrasadora que él encendió en ella la dejó confusa acerca de su inminente matrimonio con Liam. Pero entonces Harry hizo su ofensiva juga...