Capitulo 27 - FINAL

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Para Selena era mucho más fácil permanecer así... en su estado de inconsciencia, alejada de esa realidad dolorosa que había vivido este ultimo tiempo. Pero sintió que la besaban en la boca con mucho cariño.
—Por favor, cariño. Mírame.
Cariño. Así la llamaba Harry, hace mucho tiempo, momentos que sentía muy lejanos, pero esa palabra nunca tuvo para él ningún significado. Nunca lo dijo de esa manera...

—Selena. Dulce Julieta. Mi amor.

Su corazón dio un vuelco. Ella conocía esa voz, esa caricia, esa sensación de su boca besándola...

—¿Harry? —murmuró titubeante, y sin aliento. Necesito reunir todas sus fuerzas para pronunciar el nombre.

Él le cogió la mano y Selena pudo sentir en su cara el cálido aliento.
—Selena. Gracias a Dios.
—Harry —suspiró y volvió a cerrar los ojos.
Tenía el corazón rebosante de alegría. Era Harry. Estaba allí con ella, y cuando lo miró a los ojos, supo que podría vivir toda su vida con ese solo recuerdo.

Harry le cogió la cara con las dos manos y la besó en la boca. No quería despertar de ese sueño. Volvió a murmurar su nombre, saboreándolo...

—No hables —le dijo Harry decidido—. No hasta que esté seguro de que te encuentras bien.

Selena miró a su alrededor, percatándose por vez primera de las paredes blancas, las luces, el mobiliario de hospital.

—¿Qué ha pasado? ¿Dónde...? —se incorporó hacia Harry cuando él se alejó un poco de su cama—. No me dejes —tenía miedo— Harry...

—Sólo vamos a hacerle una revisión, señora Styles —le dijo una sonriente enfermera — No tardaremos más que unos minutos. Su marido debe esperar fuera.

Su marido. Esas palabras eran como un salvavidas, y a ellas se aferró mientras el médico se inclinaba a revisarla.

—Mi hijo —murmuró temiendo lo peor.
—Su hijo está bien —le dijo por fin el médico—. Es una mujer afortunada.
—Y también muy tonta —añadió Harry cuando estuvo a su lado de nuevo—. Gracias, doctor —y se quedaron solos otra vez.

Selena lo vio acercarse con la boca apretada y la rabia reflejada en la cara. ¡Qué tonta era! Harry estaba a su lado, pero las cosas tiernas y los besos que le había dado momentos antes sólo había sido un sueño.

Se imaginó lo que había pasado. Cuando se desmayó y el joyero pidió una ambulancia. Las autoridades del hospital revisaron su bolso, encontraron el talonario de cheques donde aparecía el nombre de Harry y lo llamaron. El resto era sólo un producto de su imaginación; sus besos, sus tiernas palabras, eran algo que su corazón deseaba oír, tanto, que se las imaginó con claridad. Todo igual que cuando la operaron de apendicitis de pequeña. Al recuperarse de la anestesia, oyó que su hada madrina le hablaba... pero resultó ser su madre que le pedía que se despertara.

                       
Selena volvió la cara, pues no quería ver la mirada oscura de Harry.
Era mejor recordar sus sueños que volver a la realidad.
—Mírame —le exigió Harry poniéndose a un lado de su cama.
—Siento... mucho que te hayan molestado —comentó Selena volviéndose hacia él— Supongo que llevaría algo con tu nombre y...

—¿Has estado en Londres todas estas semanas? —le preguntó Harry sin dejarla terminar.
—Sí —le contestó Selena.
—Aquí —dijo Harry—, en la misma maldita ciudad que yo.
—Pero no les pedí que te llamaran —dijo Selena.
—¿Y por qué diablos no volviste a Estados Unidos?
—Yo... —Selena tragó en seco.
—Te he hecho una pregunta —insistió Harry levantando una ceja.
<Porque no quería alejarme de ti> Fue lo que pensó Selena
—No lo sé —murmuró.
—No lo sabes —repitió él con un tono inexpresivo.
—¿Es que importa mucho? —ella cerró los ojos—. Ahora ya he decidido volver a casa.

Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora