Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADA

Capitulo 16

Hola chicas! por favor antes de irse lean el final, es importante :) <3

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Era asombroso como dos personas que vivían juntas en una casa podían evitarse si se lo proponían. Después de la noche en que casi la violó, Harry sacó todas sus cosas de esa habitación y las puso en la de invitados, y a partir de ese momento Selena apenas lo vio.

Al principio los pasos de Harry frente a la puerta de su habitación le quitaban el aliento, pero siempre pasaban de largo. Cuando ella bajaba por las mañanas, él ya se había ido, y nunca volvía antes de la diez de la noche, lo que hacía que todo fuera más fácil. Selena cenaba a las siete y a las nueve ya estaba en su habitación. En las raras ocasiones en que llegaban a encontrarse, Harry se comportaba con una distante educación. Por lo menos había conseguido una tregua armada.

Esa semana pasó, y luego otra. Algunas veces Selena llegó a pensar que Harry se había olvidado de su existencia, aunque no era posible.

Tenía que ser consciente de su presencia como ella de la de él. Suponía que no debía gustarle vivir así, atrapado en su propia casa al lado de una extraña.

Contra toda lógica, Selena empezó a esperar una liberación. Harry no era ningún tonto, y tarde o temprano tendría que admitir que no tenía sentido continuar con esa farsa de matrimonio y la dejaría libre.

Tendría que hacerlo, pues era lo único con sentido. Sus esperanzas fueron aumentando según pasaban los días, pero una mañana cayeron desmoronadas a sus pies.

Tenía prisa por llegar a una conferencia en el Museo Británico. Al principio le pareció que explorar la ciudad le ayudaba a pasar el tiempo, pero pronto se convirtió en una pasión. Londres era un lugar fascinante, pensó mientras se abotonaba la gabardina. Con razón Harry había elegido esa ciudad para vivir. Ella misma sería feliz, si...

—¿Señora Styles? Me alegro de verla antes de que se marche.

Selena se volvió sorprendida hacia el ama de llaves. Nora estaba demasiado bien entrenada para hacer comentarios acerca del acuerdo que tenían los señores para dormir, pero desde que Harry ocupaba el dormitorio de invitados, trataba a Selena con frialdad.

—Tengo mucha prisa, Nora. ¿No puede esperar?
—Se trata de la cena del sábado, señora.
—¿La cena? —Selena la miró atónita.
—Sí, señora. ¿Se servirá un buffet o se sentarán a la mesa? Si usted prefiere que se sienten, necesitaré ayuda para servir. Puedo encargarme de todo si lo desea, pero el proveedor quiere que le avisemos con unos días de antelación.

—No sé nada acerca de los planes del señor Styles para el sábado —le contestó Selena—. Tendrá que preguntarle a él.

—Ya lo he hecho, y me ha dicho que eso tendría que decidirlo usted. Serán seis personas. ¿Desea que primero se sirvan unas bebidas y canapés o prefiere...?