Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADA

Capitulo 12

—Créeme, Selena, conozco las reglas y no me hago ilusiones de una gran pasión.
—Yo tampoco, así que...
—Preferirías a Liam, ¿verdad? —levantó la voz—. Sería mucho más fácil de manejar. Nunca te exigiría nada, nunca preguntaría nada... y estaría agradecidísimo con las migas que tuvieras a bien darle. Pero yo no soy Liam.

—No —las lágrimas se acumularon en sus ojos—. No te pareces a Liam. Él es cariñoso y considerado, y...

—Y no es la pareja apropiada para una bruja como tú.
—No me llames así, maldito... —se movió intentando soltarse de sus manos. 

—Vamos, Selena, no me vengas con esas tonterías. Los dos sabemos cómo eres.

—Tú no sabes absolutamente nada de mí.
—Sé todo lo relacionado contigo. Liam es el que no sabía nada. Viniste a mí como una...

—Y a ti no te importó que yo estuviera comprometida con otro, ¿verdad? —le preguntó desafiante—. Me dijiste al diablo con tu prometido. Olvídalo. Pero cuando supiste que estaba comprometida con Liam...

—Querrás decir cuando me di cuenta de que le habías mentido, haciéndolo creer que eras muy diferente a como eres en realidad —se puso tenso—. Yo sé cómo tratar a una mujer como tú... y Liam no. Él es un pobre inocente que necesita a alguien que lo proteja, y por eso te aparté de su lado.

—Muy conmovedor —le contestó ella sin dejar de mirarlo a los ojos—. Harry ha hecho un sacrificio por su hermano menor.

—¿Podrías explicarte?
—¿Es eso lo que quieres creer?
—¿Qué clase de pregunta es esa? —los ojos de Harry se oscurecieron.
—Sólo escúchate a ti mismo, Harry —dijo Selena con un tono venenoso—, y todo lo que dices acerca de proteger a un inocente. ¿Raptar a una mujer y llevarla hasta tu cama es parte de la protección que ofreces con tanta generosidad?

—Maldita sea, Selena...

—¿Por qué no intentas ser sincero contigo mismo? No te has casado conmigo para proteger a Liam, sino porque me quieres para ti.

—Eso es lo que te gustaría, ¿verdad? —la atrajo con fuerza.

—No sé cómo no me di cuenta antes —dijo con intención de hacerle daño—. ¿Intentas engañarme o engañarte a ti mismo? No es que importe demasiado, los dos conocemos la verdad. Apuesto a que incluso le quitabas los juguetes a Liam.

—Soy casi nueve años mayor que Liam, Selena —le dijo sonriendo—. Lo único que le he quitado de las manos son las cosas que podían hacerle daño... como tú, por ejemplo.

—¿Y qué es lo que sabes acerca de Liam o de mi? Saliste de su vida hace muchos años, jugando a vivir en el extranjero... jugando con los ordenadores.

—Odio contradecirte —entrecerró los ojos—, pero no fue así. No he estado jugando a nada. He tenido que trabajar como un condenado para tener esto.