Capitulo 14

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Hola chicas! porfavor después de leer el cap lean la nota final, me serian de mucha ayuda! :)

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—¡Pequeña tonta!—exclamó Harry abrazándola—. Por poco te matas.

—Yo... me había olvidado del trafico —le contestó Selena sin aliento, mientras los ojos se le llenaban de lágrimas.

—¿,Qué es esto? Selena...

Lo miró y se encontró con unos ojos feroces pero protectores. Eres mi mujer. Su pulso se alteró cuando la atrajo hacia sí.

—Vámonos a casa —dijo Harry.

—Esta noche tendrás tu pago, Harry —la realidad volvió a ella de golpe—. ¿No puedes esperar unas cuantas horas?

—Selena...
—Y esa no es mi casa. Nunca lo será.
—Por supuesto que lo es —le dijo él. Los tacones de Selena resonaron en la acera mientras la llevaba hacia el coche—. Me aseguraré de ello.

Recorrieron en silencio las calles de Londres, y cuando llegaron a una casa que ella no conocía, estaban tan distantes como cuando llegaron a Nueva York.

—Le he pedido a mi abogado que redacte unos documentos —le dijo Harry—. No llevará demasiado tiempo.

El abogado de Harry era un hombre muy educado, pero resultó evidente que se sentía incómodo.

—Siempre hacemos esto, señora Styles —le dijo enseñándole unos documentos legales.

—¿De qué se trata? —le preguntó Selena, pero fue Harry el que contestó.
—Es un contrato matrimonial. En caso de que yo te pida el divorcio, tendrás derecho a tu ropa y a diez mil libras. Más que suficiente, teniendo en cuenta la situación. ¿No te parece, Selena?

—¿Y si yo te pido el divorcio a ti? —le preguntó ella con expresión impasible.
—No lo harás —Harry sonrió con suavidad—. ¿O ya has olvidado a tu padre?
La cara pálida del abogado que además denotaba incredulidad, le dio a Selena la fuerza que necesitaba.

—No firmaré eso —echó los papeles a un lado.
—¿Así que volvemos al principio? —dijo Harry sonriente.
—Exacto —la sonrisa de Selena era helada—. Todo lo que quiero de ti es un billete de avión de vuelta a Estados Unidos.

—En realidad, señora Styles —el abogado se aclaró la garganta—, esto es de lo más irregular.

—¿De qué juego se trata esta vez, cariño? —le preguntó Harry con suavidad.
—¿Qué importa si de todas maneras vas a salir ganando tú?
—Tienes toda la razón —le contestó.
Y ahora que se veía al espejo con el vestido que Harry le había comprado, se daba cuenta de que le pertenecía y de que se desharía de ella cuando quisiera. Lo supo desde el momento en que firmó esos papeles con tanta valentía. Cuando se cansara de ella, la mandaría a Estados Unidos sin más.

El reloj dio las ocho. La hora cero. Había llegado el momento de la representación de la cena. Apagó la luz de la habitación.

Mi perdición |h.s • s.g| #TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora