The cursed blood.

Desiciones. Parte ll

lV

-¡Están todos muy locos si creen que yo haré lo que ustedes digan! –La rubia rugió con fuerza.

-Lady Lee, tiene usted que entender nuestras necesidades. –Comentó una vampiresa de avanzada edad. –Hubo una junta parlamentaria antes de hablarlo con ustedes y creemos que es la mejor decisión.

-Deben de entender que traer al mundo a un sangre pura mas no es cualquier cosa. –Siwon interrumpió. –Estamos bien repartidos así como estamos, ¿por qué quieren otro más? ¿Y además de quién de nosotros sería?

-Me ofrezco –Yunho levantó la mano decidido.

-Eh... en todo caso mejor me ofrezco yo. –Seunghyun refutó indignado.

-No entiendo en que resolverá traer un nuevo ser al mundo, como si necesitáramos mas bocas que alimentar.

-No es precisamente el nacimiento de un nuevo monarca lo que planeamos.

-¿Entonces?

Todos ellos guardaron silencio y miraron directamente al representante de estos, que debatía entre decirlo o permanecer callado.

-Sería mejor que mantuviéramos la esperanza a los súbditos si les entregáramos una nueva manera de subsistir... qué manera de mantener saciado tanto tiempo a un vampiro que la sangre más pura de todas.

-¡Alto! –Siwon interrumpió, furioso. -¿¡Insinúan que hay que traer un hijo a la vida para ofrecerla de sacrificio!?

-¡Están locos! –Su hermano concordó.

-La mejor manera de calmar a las masas es haciéndoles probar sangre nueva y pura, eso nos dará tiempo para que Lady Lee nos provea de mas píldoras para poder vivir mejor, sin tener que huir de los losts que últimamente han salido.

-Definitivamente no haremos eso

-Bueno, si la sed de los súbditos no es correctamente satisfecha estos no pedirán su permiso para salir hasta el mundo humano y causar la catástrofe que ustedes por tantos siglos han tratado de evitar.

-No traten de condicionarnos, ninguna de las dos es una buena opción, solo necesitamos más donantes.

-No podemos esperar a que algún humano haga actos de caridad y se le ocurra donar mágicamente galones de sangre para nosotros.

-Que vayan... –Chaerin interrumpió en un agudo silencio, mientras mantenía su mirada fija en algún punto bajo de la habitación, todos los presentes se quedaron callados esperando el momento en que continuara con lo que estaba diciendo. –Que vayan al mundo humano.

-¿¡Que!? –Los otros tres vampiros exclamaron al mismo tiempo.

-Lo que dicen es cierto. Si no autorizamos que ellos vayan tengan por seguro que de todos modos lo harán.

-Nos complace que piense como nosotros Lady Lee. –siguió hablando el parlamentario. –Y sin embargo, para ser sinceros, creemos que lo más conveniente es que lo del matrimonio con una sangre pura se unifique, ya hemos soportado mucho de sus débiles amantes humanos, es hora de que siente cabeza de una vez.

La temperatura descendió al menos 30 grados de lo usual, que de por sí ya estaba fría la habitación, sin embargo ella solo asintió, dio media vuelta y caminó hacia la puerta.

-Solo 15 humanos, cinco para cada reino, yo abriré el portal, Yunho, si eres tan amable de dirigirlos para que no causen problemas, preparen a sus hombres.

Ella salió silenciosa, nadie dijo nada, después de un rato los miembros del parlamentario comenzaron a alegrarse y festejar que su plan había servido de algo, los demás sangres puras, conociendo lo egoístas que estos eran simplemente dejaron la sala al igual que Chaerin, disponiéndose a preparar todo, Yunho se separó de ellos para ir a buscarla.