3

85 6 2
                                    



Al despertarme al día siguiente lo hice exaltada, la verdad no soñaba con nada, el sol entraba por la ventana, ya había empezado a salir el alba; me levanté y fui al balcón, era brisa fresca, hacía bastante calor, pensé en todas las maravillas que había visto en los últimos días, desearía tener una vida como la de Brittany, rodeada siempre de estos lujos, podría acostumbrarme fácilmente a todo esto, a las atenciones desmedidas, además que podría conseguir todo lo que quisiera, básicamente hasta los sentimientos se compraban en este mundo, no había nada que el dinero no pudiera hacer.

Desayunamos en nuestra habitación de hotel y nos fuimos de paseo a eso de las 9.45am, ya las calles estaban repletas de gente, y como dijo Brit la noche anterior, fuimos al mercado de oro en Deira, había como era de esperarse muchísimos turistas, gente tomándose fotografías en las vidrieras ridículamente repletas de joyería hecha básicamente con oro, todo era ORO, no entendía por qué existía un mercado así y hasta donde tenía entendido había más mercados con esa temática, supongo que sería un comercio rentable, los árabes eran buenos mercaderes, además que esa era la más pura prueba de que la seguridad de esa nación era íntegra, según historias que nos habían contado, si robabas y te atrapaban -que era algo muy probable-, te cortaban la mano o el brazo en su totalidad, robar en esa nación estaba 1000% prohibido y creo que esa era la razón por la cual eran tan prósperos y ricos.

-¡Miren esos brazaletes!_ dijo Brittany excitada_ tenemos que entrar a esta tienda, tengo que llevarme algo y llevarle algo a mi madre_ sin discutir entramos, la tienda era grande, el mostrador estaba vacío, nos adentramos y tocamos la campanilla que estaba sobre el mostrador, en eso salió un hombre del interior de la tienda, me espanté apenas divisé quien era

-Buenas tarrdes, ¿en qué puedo ayudarrrles?_ sabia nuestro idioma, aunque su acento era fuerte

-Quiero que por favor nos muestre sus brazaletes y aretes, algo no tan ostentoso, algo delicado

-En seguida señorritas_ dijo mirándome a mí en lugar de Brit sonriendo amablemente. Me voltee hacia las vidrieras para desviar mi atención a esos objetos, lámparas de oro, collares exageradamente grandes, hubo un objeto que llamó mi atención de inmediato, una especie de lámpara que estaba en un exhibidor aparte, era antigua por lo que veía, era octagonal, del tamaño de una taza de chocolate, con algunos cristales ovalados puestos en cada lado de la lámpara de color rojo y una tapa con el mismo diseño semi circular

-¿La puedo ayudarrr en algo señorrita?_ el hombre estaba detrás de mí, me espantó un poco

-No, gracias

-Es una lámparra muy particular, es una antigüedad, una pieza única, alumbra en los días oscurros. Es de origen perrsa_ había algo particular con esa lámpara que me gustaba, era un bonito adorno

-¿Quieres comprar esa... lámpara Ashlee?_ preguntó Brittany desde más atrás

-¡No! Solo la veía, me llamó la atención nada más

-Si la quieres, pídela

-Les puedo hacerr un descuento si llevan la lámparra, lleva muchos años esperrando a alguien especial, creo que ya le ha llegado_ las 3 fruncimos el ceño, Pamela y Brittany en seguida sonrieron

-Ya está, por favor désela, ¿cuánto es el precio de esa cosa?

-2000$

-¡Ok!

-¡Britney! ¡No! Es mucho dinero...

-Nadie te está consultando_ sonrió descaradamente y sacó su tarjeta de crédito

-Buena elección señorrita_ dijo el hombre sonriendo, al parecer nunca se le borraba esa sonrisa.

Ese día estuvimos de compras, llevé recuerdos a Colton, Susan y Scarlet, compramos ropa tradicional, Brit y Pamela compraron cualquier cantidad de cosas, cosas que creí hasta inútiles.

Pide un deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora