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Mientras los recuerdos se me acumulaban, sentía una jaqueca espantosa, todo me daba vueltas, estaba asustada, el corazón me latía fuerte, Hazim me sostenía, se veía preocupado, pero aun así estaba tranquilo. Salí del trance en el que había entrado, no sabía qué hacer, un montón de lágrimas estaban a punto de salir, estaba jadeante, tuve que obligarme a contener todo, vi a Hazim, entré en pánico y me alejé de él

-¿Todo esto sucedió en realidad?_ él siempre tenía esa sonrisa perversa dibujada en el rostro

-Absolutamente todo es real_ dijo con excesiva tranquilidad. Miré hacia el horizonte de mi terraza

-¿QUE ME HICISTE?

-Hice lo que me pediste, te di lo que me pediste

-¡Yo no pedí esto!_ de pronto me sentí asqueada de mi misma

-Si lo hiciste, tienes lo que pediste, lo que deseabas, ¿o no?_ allí estaba esa maldita mirada de nuevo que me aterraba de Hazim en compañía de ESA sonrisa. Miré a mi alrededor aterrorizada, sentía que estaba en frente de un demonio, Hazim era tan contradictorio, tan bipolar, tan confuso, tan... ÉL. De alguna forma había logrado engañarme y yo caí como una soberana estúpida_ deseaste superar a Brittany en todo, enfatizaste mucho eso último, superarla implicaba robarle el amor de Ian, una de las reglas de la magia es que no puedes cambiar los sentimientos de las personas, pero si se pueden crear situaciones que hagan que esa persona que tanto te importa te note, yo te di esa situación. Superar a Brittany implicaba tener más poder que ella, más dinero, y querida... el dinero no sale de la nada

-¡Me engañaste Hazim! Yo no quería hacer todas esas cosas ¡no quiero ser así!_ mi cabeza daba vueltas, estaba a punto de un colapso nervioso

-Está de más avisarte que no puedo cambiar el pasado, no controlo las arenas del tiempo, lo hecho, hecho está_ tragué grueso, desvié mi vista de Hazim. De pronto decidí salir corriendo de la terraza hacia la entrada principal de la casa, tomé las llaves de mi auto y conduje sin algún rumbo.

Ya estaba oscuro, estaba descalza, vestida inadecuadamente para andar por las calles, mientras me detenía en un semáforo en rojo vi una publicidad en una parada de autobús con mi rostro, fue cuando recordé que mi rostro era conocido y no quería escándalos faranduleros que atormentaran más mi vida. Abrí la guantera del auto a ver que podía conseguir que me camuflajeara, encontré unos lentes con aumento y un gorro tejido de lana, me puse ambos rápidamente y me vi en el espejo retrovisor <<¡Bien! Oculta>>. Conduje hasta la playa de Santa Mónica, a esta hora suponía que no habría mucha gente. Caminé hasta llegar a un puesto de salvavidas desierto y me tiré en la arena, fue cuando por fin dejé salir las lágrimas que estaba obligando mantener dentro, vomité un poco incluso, temblaba, tenía mucho miedo, la poca gente que pasaba a mi alrededor solo me veían como si fuera basura o alguna indigente, era mejor así.

Me senté sobre mis piernas mirando hacia el océano oscuro, mi rostro estaba cubierto de lágrimas

<<¿Qué se supone que voy a hacer ahora?>>

Era la pregunta que se repetía constantemente mi cerebro, me sentía como una delincuente, pero eso era lo que jodidamente era, una delincuente. Había planeado y consentido una violación a la que se supone era mi mejor amiga para conseguir la atención del hombre que amaba. Robé al padre de mi mejor amiga, al periódico más importante de la ciudad. Cada vez que profundizaba en la naturaleza de mis acciones me aterraba más, ¡iba a ir a la cárcel! Entonces ¿de que serviría todo lo que hice para querer ser como Brittany si al final de todo iba a terminar podrida en una puta celda? vestida con una braga naranja rodeada de lesbianas, muchas de ellas asesinas y con hambre de mí.

-¡Un momento! ¡Aún tengo un deseo!_ dije en voz alta exaltada ante aquella idea, limpié mi cara torpemente por debajo de mis lentes. Pero mi exaltación disminuyó rápidamente

<<¿En realidad planeas usar tu último deseo Ashlee?>>

Recordé el rostro de Hazim con su mirada intensa y su sonrisa diabólica y me estremecí ante el recuerdo

<<Puedo desear que todo esto acabe... ¡un momento! No puedes desear eso, puede que cuando el mal nacido de Hazim te cumpla el deseo no despierte nunca más porque simplemente estoy muerta, así técnicamente habría terminado todo como había deseado. Estoy jodida.>>

Algo que me había enseñado Hazim era que los deseos tenían un trasfondo, un tecnicismo, algo oscuro y cualquier cosa que deseara iba a traer consigo algo en mi contra, debía pensar muy bien que iba a desear, desearía algo que limpiara lo que había hecho, que eliminara a Hazim de mi vida. ¿Pero cómo se suponía que iba a borrar todo lo que hice? Hazim me había dejado claro que no se puede cambiar el pasado y eso lo entendía a la perfección, debía ser más astuta que él y su ridícula magia, pero le temía hasta más no poder, era extraña la sensación que tenía cuando lo tenía cerca.

Miedo

Curiosidad

Deseo

¡Basta!

Me liberé de mis pensamientos pasado un buen rato, debía planear algo con inteligencia y calma, hasta donde sabía, nadie me había descubierto, por ahora tenía que resolver algunas cosas y una era saber dónde estaba Brittany y que pasaría si me encuentro con ella, tenía que probar esa suerte, tenía que descartar situaciones, necesitaba descartar reacciones.

<<¿Y si renuncio a todo...?>>

<<¡Mierda!>>

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