Buscando dentro de ese cajón inmenso que era mi cerebro con todos los recuerdos que tenía acumulados, busqué que había hecho todo este tiempo para planificar mi boda, tenía muchas cosas pendientes, Pamela me había ayudado a planificar muchas de esas cosas, ella era muy buena con eso del orden y pensándolo bien, nunca supe a ciencia cierta cómo Pamela terminó siendo mi asistente. Una vez que rompí mi relación con Brittany, Pamela tuvo que elegir con cuál de las 2 quería quedarse como amiga, me eligió a mi como es obvio, cuando conseguí el empleo en FAMOUS PAGE su amistad conmigo creció convenientemente, siempre quiso que la colara en el canal para así obtener un puesto entre los reporteros, pero a cambio le di el puesto como mi asistente, ¿humillante? Si, esa era la idea.
Luego de conversar con Ian en su oficina decidí ir hacia el centro de Los Ángeles y al Lowntown a visitar varias tiendas de novia y así escoger mi vestido, esto sería divertido, más aun cuando tenía conciencia de lo que hacía y no solo era un recuerdo. La boda seria en el Ritz, la ceremonia seria en una terraza con vista a los muelles, dentro de 4 escasos meses, Ian era gran admirador de la navegación, por eso escogió pedirme matrimonio en el mar, así que decidimos casarnos en el mar, o al menos muy cerca de él.
Conduje por las calles de Lowntown hasta que vi una tienda para novias que llamó mi atención, era una de las pocas boutiques que había visitado donde no eran visibles los vestidos ostentosos, yo quería algo sencillo, era una boda al aire libre y en la playa. En cada tienda que entraba me reconocían, era un poco abrumador tener que sonreír amablemente ante todos. En esta tienda a pesar que me reconocieron, el personal era más cálido, no parecía tan hipócrita ni tan estirado como en las otras, seguía el mismo patrón de asesoras bien vestidas, pero era más pequeño el lugar, me probé alrededor de 15 vestidos y ninguno dio en el clavo, tuve 5 favoritos, pero ninguno me hacía sonreír. Al verme en uno de los espejos de cuerpo completo, vi el vestido que llevaba puesto y me quedé suspendida mirándome
-¿Señorita Lawrence?_ me interrumpió la delgada señora que me atendía. Miré los sofás que estaban a mi espalda y estaban vacíos, en la pequeña habitación sólo estábamos ella y yo, no tenía a una mejor amiga que me acompañara, ni mi madre, ni mi hermana, estaba completamente SOLA_ ¿se encuentra bien? ¿Quiere un poco de agua? ¿Té?
-Por favor..._ dije para poder quedarme sola unos pocos minutos
-En seguida regreso_ salió de la habitación quedando un silencio profundo en la habitación, sólo se escuchaba el roce de la tela del vestido que llevaba puesto.
Al final dejé 3 vestidos preseleccionados, luego pasaría a decidirme por uno, el entusiasmo con el que había llegado se había esfumado.
Me monté en mi auto que había estacionado frente a la tienda, pero no encendí el motor
...
Llegó el día que tanto había esperado, cumplir 18 años y así irme de casa con la menor cantidad de problemas, dentro de 2 semanas iniciaba la universidad, una nueva vida me esperaba, había ahorrado a lo largo de básicamente TODA MI VIDA para poder tener el dinero suficiente para irme de casa, en realidad pensé que ese momento llegaría antes, pero siendo honesta, mis padres me buscarían hasta debajo de las piedras si me iba antes de tiempo.
Me levanté con una sonrisa radiante en el rostro, por alguna razón ese día el sol brillaba más que nunca, o al menos eso me parecía a mí. Mientras limpiaba mis dientes en el baño, mi familia apareció con un pequeño pastel de chocolate colmado de velas encendidas cantando el acostumbrado cumpleaños feliz. Al finalizar, Colton sacó mágicamente de su bolsillo su teléfono celular y me tomó una fotografía, tenía la vieja y mala costumbre de tomarnos fotos a Scarlet y a mí apenas nos despertábamos en nuestro cumpleaños, desde que tenía uso de razón lo hacía, pero para variar, Scarlet tenía más variedad de fotografías que yo. Scarlet era la hija prodigio, todos la amaban, era tierna (cursi), inteligente (nerd), bonita (no demasiado), amable (demasiado), cariñosa (asfixiante), ella no se escapaba de ser como toda típica hermana menor, INDESEABLE e INSOPORTABLE. A medida que fueron pasando los años ella fue aprendiendo que mis cosas no se compartían; ni ropa, ni zapatos, ni maquillaje y mucho menos mis amigos, ella era responsable de su vida y yo de la mía, nunca quise ser esa hermana mayor que tiene que cuidar de su hermana menor, Scarlet tenía que aprender a cuidarse sola, lo bueno de nuestros padres era que nos criaban para que fuéramos independientes y fuertes.
-¿Por qué te tienes que ir de casa?_ me preguntó Scarlet mientras yo terminaba de recoger mis cosas
-Porque no pretendo quedarme para siempre aquí, tengo una vida que vivir, metas que alcanzar, una carrera que estudiar y todo lo que eso conlleva. Tú deberías hacer lo mismo un día no muy lejano_ hizo una mueca algo extraña_ si quieres mi habitación, es tuya_ sonrió con desgano
-No quiero tu habitación, quiero que te quedes_ sé que eso debió conmoverme, pero sólo fue un poco
-¡Oh, vamos Scar! Ya dentro de muy poco cumplirás 15 años, necesitaras más espacio, créeme
-Les harás falta a ellos_ dijo refiriéndose a Colton y a Susan
-Posiblemente_ subí ambos hombros
...
Encendí el motor, ya estaba anocheciendo, conduje hasta Pasadena, las calles estaban iguales a como las recordaba, pensándolo bien, tenía mucho tiempo sin venir, ni siquiera en Navidad vine a visitar a mi familia ¿qué clase de desgraciada era? Conduje lentamente hasta llegar el frente de la casa de mis padres o de Susan y Colton como solía decirles desde que tenía memoria, había olvidado lo grande que era el jardín delantero, el césped estaba perfectamente podado. Al llegar a la puerta principal dudé un momento antes de tocar el timbre, sabía que debía hacerlo, fue entonces cuando Colton apareció en el medio de las escaleras y me vio a través del vidrio transparente de la puerta principal, le sonreí con desgano y lo saludé con la mano derecha, éste sonrió abiertamente y bajó apresuradamente a abrir la puerta
-¿Ashlee? ¿Qué haces aquí?_ preguntó un tanto extrañado en el medio de la entrada. No pude decir nada, sólo le sonreí reteniendo bruscamente lágrimas que querían salir, no resistí, corrí hacia él y lo abracé con fuerza, era la misma sensación que sentía cada vez que me recogía en el jardín de niños, de navidad cuando era muy niña, de mi cumpleaños; sin darme cuenta yo misma me fui apartando de esta sensación, me prohibí sentir a mis padres, sentirme protegida como ahora me sentía_ Oh, nena, ¿estás bien?_ sólo asentí con la cabeza limpiando mi rostro con ayuda de su mano
-Si papá, es sólo que llevaba mucho sin verte. ¿Y mamá?
-Vamos a verla, está en la cocina, le encantará verte_ me dijo con una gran sonrisa en el rostro llevándome consigo a la cocina cubriéndome con sus brazos. Llegamos a la cocina silenciosamente, mamá estaba de espaldas haciendo algo en la cocina
-Hola mamá..._ dije sin saber que más decir, ella volteó de inmediato
-¡ASHLEE!_ una gran sonrisa apareció de la nada en su rostro y vino hacia mí a abrazarme
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Pide un deseo
FantasyNO LEER SIN HABER LEÍDO CIELO TIERRA E INFIERNO, CLARIDAD Y OSCURIDAD, METAMORFOSIS Y RENACER La insatisfacción corroe a Ashlee. Vive a la sombra de su mejor amiga y anhela poseer su vida, sin importar las consecuencias. Un viaje al lejano oriente l...