5.Un amigo de la infancia

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Cuando abrió la puerta, miró a un lado y a otro para ver si Alice estaba cerca, pues la situación era complicada para Mary y estaba algo nerviosa. De pronto dijo:

-¡Alice ya estoy en casa! -gritó para que Alice escuchara que ya había llegado.

-¡Sí que has tardado hija! -dijo Alice desde la cocina.

-Sí. Es que estoy con un amigo de la infancia, que ha venido hoy al pueblo después de tanto tiempo -dijo Mary mientras avanzaban hasta el comedor.

Cuando Alice escuchó lo que había dicho Mary, inmediatamente fue a ver con quién estaba su hija. Cuando llegó al comedor miró de arriba-abajo a Eric. Alice sabía que su hija nunca había tenido amigos por su rareza, aunque en este mismo instante tenía sus dudas, ella la creyó.

-¡Hola! Me llamo Eric -dijo él con algo de vergüenza.

-Eres vergonzoso, ¿verdad chico? Se te nota, pero tranquilo, como si estuvieras en casa -dijo Alice con mucha amabilidad.

-Sí un poco sí, pero es solo al principio -dijo Eric creyendo realmente que su vergüenza solo sería al principio de conocer a las personas.

-Me alegro hija que estés con un amigo -le dijo Alice a Mary bastante alegre.

-Es un amigo de la infancia. Teníamos mucha amistad en el colegio, pero éramos muy pequeños. Él se fue del pueblo con sus padres y perdimos el contacto; después de tanto tiempo lo encontré en una página de internet, y ha venido a visitarme –siguió diciendo Mary a Alice, ocultándole que de momento se quedaría en casa.

-¡Siéntate, por favor! No estés levantado, ponte cómodo -indicándole que se sentara en el sofá.

-¡Muchas gracias señora! -le dijo Eric con amabilidad.

-No me llames señora, por favor, llámame Alice. Señora me hace más vieja de lo que soy. Por cierto, ¿cuál es tu nombre? -le preguntó Alice.

-Me llamo Eric -contestó él inmediatamente.

-¿Y por qué lleva la misma ropa que papá? No creo que esa sudadera aun esté en alguna estantería para comprar –se dirigió Alice a Mary observando que había algo raro.

-Bueno… cuando estabas en la ducha fue cuando vino él. Me llamó que acababa de venir con el tren, y de camino a casa en el parque tropezó y cayó al suelo; su camisa estaba sucia y le dejé una de papá -dijo Mary esperando que no le molestara a Alice.

-¿Y te has hecho mucho daño? -le preguntó Alice a Eric, que se imaginaba que Mary le ocultaba algo, pero decidió no decir nada y así ocultar su duda.

-No, muchas gracias por preocuparse. Fue un tropiezo sin más -le respondió Eric intentando disimular la mentira.

-Me alegro de que no fuera nada el golpe. Bueno, voy a seguir haciendo la comida, supongo que te quedarás a comer ¿no? -preguntó Alice a Eric.

-Sí, claro que sí, me quedaré a comer -mostrando Eric una sonrisa.

Cuando acabó la frase Eric, Alice se fue a la cocina y Mary que estaba dejando las bolsas sobre la mesa, le dijo a Eric:

-Voy a la cocina también. Espérate aquí sentado en el sofá -le dijo Mary.

-Recuerda el límite, no te alejes demasiado de mí -le recordó Eric para que Mary fuera con precaución.

Mary hizo un gesto con la cabeza asintiendo y se dirigió hacia la cocina donde estaba Alice preparando la comida. Cuando llegó Mary observó que Alice estaba preparando macarrones: los deliciosos macarrones que a Mary tanto le gustaban.

Amor del mas alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora