Cuando abrió la puerta, miró a un lado y a otro para ver si Alice estaba cerca, pues la situación era complicada para Mary y estaba algo nerviosa. De pronto dijo:
-¡Alice ya estoy en casa! -gritó para que Alice escuchara que ya había llegado.
-¡Sí que has tardado hija! -dijo Alice desde la cocina.
-Sí. Es que estoy con un amigo de la infancia, que ha venido hoy al pueblo después de tanto tiempo -dijo Mary mientras avanzaban hasta el comedor.
Cuando Alice escuchó lo que había dicho Mary, inmediatamente fue a ver con quién estaba su hija. Cuando llegó al comedor miró de arriba-abajo a Eric. Alice sabía que su hija nunca había tenido amigos por su rareza, aunque en este mismo instante tenía sus dudas, ella la creyó.
-¡Hola! Me llamo Eric -dijo él con algo de vergüenza.
-Eres vergonzoso, ¿verdad chico? Se te nota, pero tranquilo, como si estuvieras en casa -dijo Alice con mucha amabilidad.
-Sí un poco sí, pero es solo al principio -dijo Eric creyendo realmente que su vergüenza solo sería al principio de conocer a las personas.
-Me alegro hija que estés con un amigo -le dijo Alice a Mary bastante alegre.
-Es un amigo de la infancia. Teníamos mucha amistad en el colegio, pero éramos muy pequeños. Él se fue del pueblo con sus padres y perdimos el contacto; después de tanto tiempo lo encontré en una página de internet, y ha venido a visitarme –siguió diciendo Mary a Alice, ocultándole que de momento se quedaría en casa.
-¡Siéntate, por favor! No estés levantado, ponte cómodo -indicándole que se sentara en el sofá.
-¡Muchas gracias señora! -le dijo Eric con amabilidad.
-No me llames señora, por favor, llámame Alice. Señora me hace más vieja de lo que soy. Por cierto, ¿cuál es tu nombre? -le preguntó Alice.
-Me llamo Eric -contestó él inmediatamente.
-¿Y por qué lleva la misma ropa que papá? No creo que esa sudadera aun esté en alguna estantería para comprar –se dirigió Alice a Mary observando que había algo raro.
-Bueno… cuando estabas en la ducha fue cuando vino él. Me llamó que acababa de venir con el tren, y de camino a casa en el parque tropezó y cayó al suelo; su camisa estaba sucia y le dejé una de papá -dijo Mary esperando que no le molestara a Alice.
-¿Y te has hecho mucho daño? -le preguntó Alice a Eric, que se imaginaba que Mary le ocultaba algo, pero decidió no decir nada y así ocultar su duda.
-No, muchas gracias por preocuparse. Fue un tropiezo sin más -le respondió Eric intentando disimular la mentira.
-Me alegro de que no fuera nada el golpe. Bueno, voy a seguir haciendo la comida, supongo que te quedarás a comer ¿no? -preguntó Alice a Eric.
-Sí, claro que sí, me quedaré a comer -mostrando Eric una sonrisa.
Cuando acabó la frase Eric, Alice se fue a la cocina y Mary que estaba dejando las bolsas sobre la mesa, le dijo a Eric:
-Voy a la cocina también. Espérate aquí sentado en el sofá -le dijo Mary.
-Recuerda el límite, no te alejes demasiado de mí -le recordó Eric para que Mary fuera con precaución.
Mary hizo un gesto con la cabeza asintiendo y se dirigió hacia la cocina donde estaba Alice preparando la comida. Cuando llegó Mary observó que Alice estaba preparando macarrones: los deliciosos macarrones que a Mary tanto le gustaban.
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Amor del mas allá
RomanceEsta historia trata de una joven llamada Mary, que posee un don especial. Puede contactar con el más allá. Esta, practica su don con gente que quiere conocer de la existencia del mundo paralelo, y así poder contactar con sus seres queridos que han f...