10.Los tres mundos

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Mary se quedó perpleja. Aquel chico iba a esperar a que acabara su turno y después iba a hablar con ella, ¿qué es lo que le quería decir? Mary estaba aterrorizada, aquel chico le daba cierta incertidumbre sobre qué sería; por sus palabras podía imaginar que al igual que Eric no era humano, pero dudaba de que fuera una muerte porque el límite parecía que entre los dos no existía. Ya era de noche y le quedaba cerca de una hora para terminar. Parecía que esa hora iba a pasarle muy lenta. El bar continuaba lleno y Mary no podía pensar en otra cosa que no fuera Félix. Mary vio que Clarisa se acercaba a ella y le dijo:

-Ese chico que acaba de marcharse, ¿qué quería? ¿Lo conoces?

-No lo había visto en mi vida. No sé quién es -dijo Mary que miraba fijamente a la puerta por donde Félix se había marchado.

-Otro cliente pesado intentando ligar con la camarera -le dijo Clarisa, que sabía que eso ocurría muy a menudo.

-No ha intentado ligar conmigo pero es muy raro. No ha pedido nada en la barra y me ha dicho que después quería hablar conmigo -le dijo Mary.

-Espero que no sea un acosador -bromeaba Clarisa.

-No tranquila, puede ser que sea familia mía que no conozco o algo -dijo mintiendo Mary, pues sabía que era algo diferente.

-Tienes razón, demasiado guapo para ser un acosador -cuando acabó de decir Clarisa se marchó a seguir con el trabajo.

La hora se le pasó eternamente larga. Parecía que nunca iba a llegar el fin de su turno, pero cuando vio que el bar parecía bastante vacío miró al reloj y vio que ya era tarde. Mary se fue a recoger las cosas, pues cuando el bar llegaba a este punto, Clarisa siempre le dejaba marchar. Después se dirigió hacia donde estaba Clarisa.

-Clarisa, como el bar está bastante vacío y es tarde creo que ya me voy -dijo Mary que tenía ganas de irse para que Félix se explicase.

-¡Muy bien Mary, nos vemos mañana! -Clarisa la saludó con la mano.

Mary se marchaba del bar con toda la intriga del mundo. Cuando llegó a la puerta se detuvo y suspiro fuertemente, y con valentía abrió la puerta. Cuando salió del bar miró a los alrededores para ver si encontraba a Félix, y allí estaba de pie junto a una pared, esperando todo este tiempo a que Mary saliera del bar. Cuando Félix vio que Mary estaba allí se acercó y la miró fijamente durante un tiempo…

-Eres más guapa en persona que mirándote desde mi mundo.

-¿Tu mundo? -preguntó Mary temerosa.

-Sí, como ya sabes existe un mundo paralelo al tuyo -respondió Félix.

-Ya estamos otra vez…-Mary no se podía creer lo que estaba ocurriendo.

-Primero, perdóname por mis modales antes dentro del bar, fui demasiado directo contigo, pero era la única manera de llamar tu atención sin decirte nada. Había muchos ojos y orejas puestas en mí en ese momento -dijo Félix disculpándose.

-¿Qué le ha ocurrido a Eric? ¿Dónde está ahora mismo? -preguntó Mary interesándose mucho por Eric.

-No conozco ningún Eric -dijo Félix que no sabía de quién le hablaba.

-Eric era mi muerte, vino a llevarse mi alma pero al final no lo hizo -Mary se ponía triste nada más pensar en él.

-Ya, ¿quieres decir a la muerte número ciento sesenta? -le dijo Félix dejándole con dudas a Mary.

-¿Ciento sesenta? ¿Qué quiere decir eso? -dijo Mary que no sabía bien de qué hablaba.

-Hay millones de muertes, todas están enumeradas. La tuya era la ciento sesenta -dijo intentando aclarar algo a Mary.

Amor del mas alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora