De camino a casa de Mary hubo otro silencio largo que era costumbre en los dos hasta que ella empezó a hablar:
-¿Sabes Eric? Sé que voy a morir en tus manos pero tengo que decirte algo… lo que me está pasando hoy, todo es muy extraño y muy duro para mí pero nunca he vivido nada parecido a sentimientos con alguien.
-¿Qué quieres decir con eso? -le preguntó Eric que no sabía muy bien a qué se refería.
-Lo que quiero decir es que estoy empezando a tener sentimientos por ti. Sé que esto es una locura, tú eres mi muerte y es de locos, pero es lo que hay. Siento que a tu lado tengo confianza –se le puso a Mary los ojos medio llorosos.
-Yo no sé qué decir. ¿Sabes qué me pasa a mí? -le preguntó Eric.
-¡Dime qué es lo que te pasa! -le preguntó Mary girando la cabeza para ver la cara de Eric.
-Me pasa que siento algo en mi interior. No sé qué sensación es pero lo único que sé es que esa sensación se produce estando a tu lado, y me gusta, me gusta mucho -le dijo Eric.
Mary cuando escuchó lo que le dijo Eric volvió la vista al frente mirando la carretera y se le pudieron escapar unas lágrimas. No sabía cierto si esas lágrimas eran de emoción a sus palabras o del miedo a que llegara la noche y se separa de Eric, más tristemente de la manera que iba a suceder.
-Es la primera vez que deseo no quitar el alma a un humano. Es la primera vez que deseo romper las reglas e irme ahora así sin más, con el recuerdo de haberte conocido, pero no puedo -le dijo Eric muy tristemente, que sabía que estas palabras no estarían bien escuchadas en su mundo.
-Eric dejemos el tema este, es lo mejor, preparémonos para la noche y que el destino siga sus planes -Mary quería dejar el tema, ya que se le estaba viendo bastante débil ante tal conversación.
Mary ya llegaba al pueblo, y continuó hasta llegar a su casa y aparcar allí el coche. Lo aparcó enfrente de su casa como siempre y bajaron. Ella cogió la mochila y miró al cielo que veía que el sol ya estaba escondiéndose. Miraba muy atenta, era la última vez que iba a ver la luz del sol. Se detuvo un instante y Eric mantenía su mirada hacia ella, observando que era una manera de despedirse del día soleado que hoy había hecho. Después Mary bajó la cabeza y se fue dirección a la puerta de casa. Cuando llegó abrió con las llaves y seguido de Eric entraron en casa. Ella sabía que tenía que cambiar su cara. Estaba triste pero tenía que hacer fuerza y hacer sentir a Alice que nada fuera de lo normal estaba ocurriendo.
-¡Alice ya hemos llegado! -dijo Mary dejando las llaves en la entrada y aproximándose al comedor.
-Ahora bajo cariño -se pudo escuchar la voz de Alice que venía de la planta de arriba.
Mary y Eric llegaron al comedor y se sentaron en el sofá. El silencio continuaba entre los dos. La situación parecía tensa e incómoda y Eric sabía que no era el momento de hablar, que a veces un silencio es mejor que mil palabras bonitas. Esperaron hasta que Alice bajara. Llevaba un vestido amarillo muy bonito y en su mano derecha sujetaba un pequeño bolso.
-¿Cómo ha ido todo? ¿Os lo habéis pasado bien? -preguntó Alice que se dirigía hacia Mary.
-Sí, claro que sí. Hemos llegado arriba hasta la plaza vieja y hemos comido algo -le dijo Mary a Alice intentando disimular un poco.
-A mí me costaba seguir el ritmo de Mary. Por mi culpa hemos tenido algún descanso antes de llegar, pero me lo he pasado muy bien -miraba Eric a Mary.
-Me alegro Eric. ¿Esta noche cenas con Mary? -preguntó Alice a Eric, que del bolso parecía sacar dinero.
-Sí Alice, cenaré con Mary -dijo Eric volviendo a mirar a Mary.
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Amor del mas allá
RomanceEsta historia trata de una joven llamada Mary, que posee un don especial. Puede contactar con el más allá. Esta, practica su don con gente que quiere conocer de la existencia del mundo paralelo, y así poder contactar con sus seres queridos que han f...