12.El mundo de la luz

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-¡Hola Sra. Holmes! -le dijo Mary saludándola.

-¡Hola hija! Cuanto tiempo que no te veía por aquí, ¿Cómo te va todo? -le preguntó la mujer bastante contenta de verla.

-Me va bastante bien, gracias por preguntar –Mary sonrió.

-Me alegro de verte otra vez -le dijo la Sra. Holmes.

-Yo también me alegro de verla -le dijo Mary devolviéndole el agradecimiento.

-Cuéntame, ¿Qué tal por la ciudad? -la Sra. Holmes cerraba su pequeño libro que estaba leyendo.

-Me costó un poquito acoplarme a la vida de allí. Es muy diferente a la de aquí -le respondió Mary.

-¿Pero los estudios los llevas bien allí? -la mujer se interesaba mucho por cómo le iba todo a Mary en la ciudad.

-Los estudios, de momento, los llevo bien, aun me quedan exámenes pero estoy estudiando bastante -le respondió Mary.

-Me alegro de que todo te vaya tan bien -le dijo la Sra. Holmes.

-¡Muchas gracias! -Mary agradecía la amabilidad de ella.

-A veces le preguntaba a tu madre por ti, y me dijo que algún día vendrías a hacerme una visita -le dijo la mujer sonriendo.

-Por supuesto que sí iba a venir, lo que ocurre es que hoy me pillaba un poco despistada, lo siento -dijo Mary lamentando que no fuera antes a visitarla.

-Tranquila, te entiendo, eres joven y tienes cosas que hacer -le dijo la Sra. Holmes.

-Y usted, ¿cómo está? -Mary se interesaba por el estado de la Sra. Holmes.

-¡Ay hija! Me hago más mayor día a día y se va notando, pero de momento me mantengo -le dijo la mujer.

-Yo la veo en perfecto estado –Mary sonreía.

-¡Gracias por el cumplido! ¿Y quién es este chico tan guapo que llevas a tu lado? -le preguntó la Sra. Holmes que ya se había dado cuenta de que estaba alguien con ella.

-Es mi novio –Mary lo soltó y se giró a mirar a Félix. No entendía lo que acababa de decir. Esa no era la palabra que ella iba a decirle a la Sra. Holmes pero sin entender por qué motivo lo dijo.

-¿Tienes novio? Me alegro muchísimo Mary, si no te llego a preguntar casi ni me lo presentas -dijo la mujer sonriendo.

-Perdona, iba a presentárselo igual, un despiste -dijo mintiendo Mary.

-¿Cómo te llamas hijo? -la Sra. Holmes dirigía su mirada hacia Félix.

-Me llamo Félix señora, ¿usted es la Sra. Holmes verdad? -le preguntó Félix que sabía perfectamente su nombre, pues lo había oído muchas veces.

-Sí, así me llamo -contestó la mujer.

-Mary me ha hablado mucho de ti, le quiere mucho -Félix miraba a Mary.

-Lo sé, es muy buena niña. Cuídala mucho -dijo la Sra. Holmes.

-Eso es lo que hago -Félix sonreía.

-Pero hijo, la verdad es que para vestir no tienes buen gusto -dijo la mujer que sonreía.

-Vamos a un carnaval que hacen en su pueblo -interfirió Mary de la mejor manera que podía.

-Ah, ya entiendo, ¿y tu vestido? –la señora observaba que Mary iba bien vestida.

-Mi vestido está en casa. Después me cambiaré –ella ya no sabía ni qué inventarse.

Amor del mas alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora