11.De vuelta a Climberto

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Las dos amigas se levantaron y se dirigieron hacia la puerta. Mary estaba, sin quererlo, como si se estuviera poniendo celosa de los comentarios de Lucy y Alisa. No entendía por qué pero así era. Cuando se fueron, Mary cerró la puerta y se dirigió hacia Félix.

-¿Por qué todos los del más allá tenéis tendencia a meter la pata?

-Lo siento, se me escapó, pero después rectifique ¿lo viste no? -preguntó sonriendo Félix.

-Eres muy atractivo, ¿has visto cómo te piropeaban? -le preguntó Mary disimulando sus no entendibles celos.

-Es el aura que desprendo. Te dije que magnifica los sentimientos, a ellas les ha pasado eso -respondió Félix.

-¿También me ocurrirá a mí? -preguntó preocupada Mary, pues ya empezaba a sentir algo raro.

-Sí, también te pasará, pero todo puede llegar a ser confusión. Como te digo, se magnifican demasiado, cuanto antes lleguemos a mi mundo mejor -le dijo Félix que la tranquilizaba de algún modo.

-¿Y cómo llegamos a él? -preguntó Mary.

-Los ángeles podemos usar tele transporte, así viajamos de nuestro mundo al vuestro -respondió Félix.

-¡Vaya que curioso! Los ángeles tenéis poderes, no te veo ni que tengas alas ni nada, sois totalmente diferentes a como nos lo imaginamos aquí -le dijo Mary que observaba los hombros de Félix.

-Nada es como te imaginas -Félix sonreía.

-Eso es verdad, realmente nunca imaginé que existieran mundos como los vuestros. Sabía que algo había, pero nunca nada como esto -le dijo Mary.

-Eres la primera humana que descubre nuestros mundos -le dijo Félix.

-¡Me ha tocado el premio gordo de la lotería! -dijo Mary sonriendo.

-De acuerdo, acércate a mí, y la palma de tu mano deposítala en mi hombro -le dijo Félix que estaba empezando a concentrarse para usar el tele transporte.

-Estoy asustada. No sé cómo será esto -le dijo Mary que sentía algo de temor por saber cómo sería.

-Tranquilízate, no pasara nada. Todo será muy rápido -le dijo Félix tranquilizándola.

Félix cerró los ojos y colocó sus manos como antes había hecho, empezó a frotar su cabeza mientras Mary miraba perpleja lo que estaba haciendo. Pasaron unos segundos y Félix continuaba frotándose la cabeza mientras nada estaba ocurriendo en el lugar, algo no iba bien. De repente abrió los ojos, y giró su cabeza hacia la de Mary. Sabía que no estaba pasando nada de lo que él quería.

-No funciona -dijo Félix que estaba sorprendido de que su poder no funcionara.

-No es por nada pero ¡vaya ángel que me ha tocado! –Mary bromeaba.

-Debe de ser por tu amuleto, no funciona por eso, ha anulado mi poder -dijo Félix que no encontraba otra solución al problema.

-¿Y por qué antes has podido usar eso que me has enseñado en primera persona de lo que le ocurrió a Eric? -le preguntó Mary que no entendía por qué antes sí pudo utilizar el poder y ahora no.

-Este poder necesita más concentración. Es más poderoso, debe ser por eso -le respondió Félix.

-Entonces, ¿qué vamos hacer ahora?-preguntó Mary.

-Solo nos queda una opción: debes contactar conmigo, solo así podremos abrir el portal a mi mundo -dijo Félix que miraba fijamente a Mary.

-No podré, además, solo contacto para ver aparecer a gente fallecida, no podré abrir ningún portal -Mary estaba segura de que no lo conseguiría.

Amor del mas alláDonde viven las historias. Descúbrelo ahora