Matanza Suave [Bill Cipher x Oc]

X-Noche "brillante" (Parte 1)

--Narra Black--

Voltee de golpe, él me cogió fuertemente de la cintura acercándome a él. Baje la cabeza, escondí mi boca en mi bufanda y sentí como el Rubio me besó la mejilla.

-¿Conque te haces la difícil eh..?- dijo desafiante.

Yo sólo lo alejé, no quería lidiar con él.

-Callate Bill- caminé apenas, no duré mucho haciéndolo.

-Venga rosa- dijo a la vez que me rodeaba con su brazo los hombros- ¿No querías conocer el lugar?- me abrazó mirándome.

¿Que...le pasa a este tipo?

-Bill...-Suspiré, no entendía que quería de mí- N-no estoy de humor...

-Con más razón- escuché como río levemente -tienes que salir...despejarte...

¿Que trama ahora?

-Nada malo-otra vez leyendo mi mente. Que fastidio. Me soltó y puso una mano en su pecho y otra la tenía extendida ofreciendomela- lo prometo. Nunca fui de confiar en las promesas, y esa, claramente no iba a ser una excepción. Él sólo se quedó ahí, con la mano extendida y con una sonrisa...¿dulce? Y algo encantadora.

Miré al rededor, no había nadie. Eso me preocupaba. Y si íbamos a "conocer" íbamos a estar en lugares públicos. Lo miré y cogí su mano.

-¡Buena esa!-dijo riendo.

Me apretó la mano y nos "teletransportamos".

Aparecimos en la entrada de un centro comercial, que alivio. Después de todo...parece que si cumplió con su promesa.

Lo obligue a soltar mi mano y miré el lugar, primera vez que veo algo similar en este lugar desde que vine. O capaz estaba alejada...quién sabe.

Di unos pasos y volví escondiendome detrás de Bill.

-¿Mnh? ¿Que pasa? ¿Quieres estar apegada a mi? -dijo picaramente.

-Cállate e intenta comportarte normal-le susurre "gritandole".

-Heeh...¿Pero porque...?- miró el motivo por a cuál me escondía. Stan. El viejo señor de antes, justo el que me había mirando raro cuando pregunto quien era aquel día- Ohh ya...entiendo.

Stan tenía un carrito lleno de mercadería en bolsas. Entró a una camioneta tras acomodar las bolsas en la parte trasera. Suspiré, odio alejarme de ellos, pero seguramente era una sospechosa en la misteriosa desaparición de los diarios. Me separé del Rubio y seguí mi camino.

-Oye- me cogió del brazo -No es necesario esconderte- me dijo. Y yo sólo me Voltee mirándolo extrañada.

-¿A que te refieres?-me soltó. -Me refiero...a que no es necesario esconderte. Tengo la manera perfecta para evitar que te reconozcan -dijo sonriente. Dudé por unos segundos.

-...¿Cómo?-pregunté finalmente.

-Con esos -chispio los dedos e hizo aparecer unos lentes bastantes grandes de sol- ¿Que dices? Esos lentes por...

-¡NO!- le grité de golpe, la gente nos miró y yo baje el tono- N-no más tratos...

-No me dejaste terminar-dijo algo enojado pero disimulado. Cogió los lentes, levantó mis manos y puso los lentes entre mis palmas y me miró sonriente cerca de mi rostro- los lentes por una noche brillante- frunci el seño y él se acercó a mi oido- No malinterpretes- me susurró.

¿Como se supone que no voy a mal interpretar eso? Lo miré fijamente pidiendo explicaciones.

-Es sorpresa...sólo tienes que aceptar.