It's Hurt

CUATRO

Merle se escondió en su cuarto, mientras tomaba entre sus manos una vieja fotografía enviada por un extraño la fotografía tan sólo mostraba unos grandes ojos azules muy parecidos a los de él y detrás de esa fotografía tenía escrito con pluma roja "Tus genes vienen de estos ojos, no pierdas la esperanza H." no sabía a qué se refería el o la extraña que le había enviado esa fotografía, pero estaba seguro que se trataba de su madre, ella era la de esos hermosos ojos que parecían felices tal y como él lo soñaba. Sintió las pisadas que subían con rapidez hacía donde estaba él, en un desliz guardó la imagen en uno de los bolsillos de su camisa y bajó la mirada, no quería que su padre encontrara una pizca de culpabilidad en sus ojos que parecía conocerlos perfectamente.

―Merle ―lo llamó, pero el joven se negó a subir la mirada― ¿Qué fue lo que oíste?

Se hincó para lograr mirar a su hijo a los ojos, parecían tristes o algo enojados, pero no se atrevían a revelarse en contra de su padre.

―Nada que me ayude a encontrar a mamá ―se puso de pie para bajar las escaleras y encontrarse con un Rick algo preocupado.

Lo ignoró y prefirió salir de la casa en busca de su amiga Judith, quien también había tratado de ayudarlo con la búsqueda de su madre ya que la niña hace muy poco se había enterado que Michonne no era su madre legitima, ni tampoco la de Carl. Sabía que había un desnivel en sus tonos de piel, pero no les habían enseñado que eso tenía que ver con el progenitor. Judith siempre creyó que Michonne era su madre y que ella sólo había salido como su padre, hasta hace pocos días que le dijeron que su madre había sido Lori quien murió por causas desconocidas a lo que ella sospechaba.

La vio de brazos cruzados siguiendo a su hermano Carl, quien trataba de hacerle entender que no la llevaría a Hill Top le rogara lo que le rogara. Él iba a trabajar y a nada más, no necesitaba a su hermanita de dieciséis con él a su lado preguntándole que era cada objeto, no para eso tenía a Enid ya allá en Hill Top preguntándole por todos sus objetos no era su culpa que su prometida fuera igual de curiosa que su pequeña hermanita.

― ¡Judy! ―llamó Merle a su amiga quien enseguida canceló su plan de seguir a Carl para ir con su amigo Merle.

― ¿Qué pasa chico rudo? ―se acercó sonriente, era una manera de llamarlo. Merle pese a que tenía un padre bastante rudo, él era un pan de dios.

―Nada, estoy algo más deprimido de que los otros días ¿Sabes? Ahora estoy completamente seguro que Daryl no me dirá jamás quien fue mi madre ―se lamentó logrando que la muchacha lo agarrara de la cabeza y pusiera esta misma en su pecho.

―Debes tener paciencia chico rudo, yo te ayudaré y créeme que me estoy moviendo. Sé que Carl también sabe algo y no descansaré hasta que me lo diga ―Merle sintió los latidos del corazón de Judy y tragó saliva.

―Gracias Judy, desearía saber todo lo que pasó ahora mismo... pero te haré caso y seré paciente. ―afirmó mientras se incorporaba y besaba la mano de su amiga.

Judith sonrió le gustaba como era Merle, era el primer chico que mostraba esa caballerosidad con ella pese a que ya había tenido un novio que entre Rick y Carl habían terminado espantando no la había hecho sentir esas cosas raras en el estómago que a veces creía que eran parásitos y pensó seriamente en ir a visitar al doctor, pero gracias a una charla con su madre (Michonne) supo que estaba enamorada o por lo menos sentía atracción por alguien y ella ya sabía de quien se trataba.

*Beth tres años después del accidente*

La gente la trataba con mucho respeto y la veían superior, algo que la hacía repetir mil veces que eso era una democracia y que más que una líder la vieran como una guía, ella tan sólo estaba ahí para organizar las decisiones de la ciudadanía más que para ser la líder de a lo que ellos estaban acostumbrados a una dictadura. Beth había hecho una junta con absolutamente toda la población que habitaba el Grady Memorial para anunciar lo que tenía preparado hace mucho tiempo junto a Steven quien ya parecía su mano derecha.