ONCE

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La comunidad se sentía tan vacía sin la precencia de los niños alegrando el ambiente, Michonne tan preocupada por su hija... porque eso era en lo que Judith se había convertido después de todo ese tiempo al igual que Carl. Recordaba con mucho cariño las primeras noches de amor junto a Rick porque ella se había enamorado de Rick en la prisión aunque sabía que en una era llena de caminantes enamorarse era una contrato con el sufrimiento porque cualquiera puede morir como en un juego de azar, pero no lo pudo evitar menos con Carl reforzando a cada minuto lo que en ese entonces era una amistad de Rick con Michonne. Cuando Rick la vio por primera vez tratando a la pequeña Judith como una hija supo que había algo en el pasado de Michonne un bebé, ella había sido madre él estaba seguro pero no quería preguntar porque se notaba que las heridas ya habían sanado y volver a abrir las de su mujer no estaba en su lista de cosas por hacer pero el estar enamorado lo hacía querer saber todo de ella.

Un auto se estacionaba afuera de Alexandria y todos apuntaban al muchacho con sus armas bien firmes, todos estaban tan cansados de atacar y ser atacados que más que en defensa propia lo hacían como si repitieran un trabalenguas tratando de aprenderlo. El chico salió de su cabina con las manos en alto y algo de ropa ensangrentada en la mano, se notaba el miedo en sus ojos y Rick lo tenía decidido si no le volaban la cabeza lo tendrían prisionero.

- ¿Qué quieres? -preguntó Rick con Michonne al lado.

-Tengo noticias -explicó el hombre- De Judith y Merle.

A Rick se le abrió la boca, su niña... Merle esperaba que estuvieran bien pero al ver la ropa que tenía en la mano su corazón le dio brincos de liebre.

-Adelante -las puertas se abrieron y el hombre pasó.

-Los encontré en la carretera, sobrevivimos la noche y esta mañana fui a buscar cosas para comer pero al volver sólo encontré esta ropa desgarrada y llena de organos -fue su excusa- Veniamos camino a Alexandria.

A Rick las rodillas le temblaron y se dejó caer de rodillas mientras lanzaba un grito desgarrador, Michonne también se arrodilló para abrazarlo; eso tenía que ser una maldita pesadilla porque como la niña de la familia, la consentida de la comunidad iba a estar muerta si apenas hace unos días la tenían ahí revoloteando por toda Alexandria.
Entonces Rick se puso de pie, se acercó al hombre y le dio un puñetazo en la nariz.

- ¿¡Cómo se te ocurre dejar a dos niños solos!? -gritó entre lagrimas.

Kyle había quedado en el piso, el golpe lo había dejado anonado ya las mentiras se le habían acabado no sabía que otras cosas inventar para poder irse al hospital.

-Me vas a llevar hasta el lugar de los echos ¿Me oyes? Si esto es mentira te juro que para el amanecer no sobrevives -advirtió Rick con esa mirada sobre el hombre, esa mirada que te hacía charlar con la muerte.

Kyle asintió asustado, ¿ahora que haría? Los quería lo más lejos posible y ahora tendría que llevarlos a ver unos cuerpos que no existían, no tenía ni idea de donde sacaría cádaveres de adolescentes.

-Dios mío -lloró Rick abrazandose a Michonne- Despiertame de esta pesadilla Michonne, por favor.

Michonne estaba igual de choqueada por la situación aunque lo había analizado bien y el chico parecía confundido como si no supiera de lo que estaba hablando y eso le sacaba algunas dudas. Planeó algo rápido mientras consolaba a su esposo, los hombres eran tan crédulos...
Se sacó la pistola del cinturón y inmovilizó al chiquillo entre sus brazos mientras le apuntaba en la cabeza, Rick la miraba confundida.

-Di la verdad -amenazó- ¿O te la llevarás a la tumba? ¿Dónde está mi hija?

Kyle estaba asustado, sabía por muchas historias de Beth que ellos eran asesinos y que no les temblaba la mano para acabar con quien interfiriera a su paso.

It's HurtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora