Capítulo 9

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¿Qué hice? ¿Por que lo hice?

Soy un maldito idiota no debí haberle hablado de esa forma ni mucho menos decirle que hiciera el proyecto y la exposición sola, es mucho trabajo para hacerlo sola y además necesitaba a alguien que la apoyara en la negociación para que no fallara.

Aparte de la coordinadora y director yo iba a invitar a dos empresarios para que pudieran observar a los alumnos y ofrecerles realizar sus prácticas a algunos de ellos ¿Y si falla por mi culpa?

Me siento muy mal, yo no soy así, no recuerdo cuando fue la última vez que actué de esa manera, creo que nunca había actuado así con alguien; pero es que verla tan feliz, tan sonriente con ese mocoso me saco de órbita y me molesto demasiado, más cuando el tomo su mano y le sonrió de esa manera. Vi como él la miro ¡Lo vi! Vi también que los ojos de ella brillaron por un segundo por su gesto al haberla defendido de mi ataque de histeria y tomado la responsabilidad de todo. A parte ella no negó que fueran novios...

¡¿Pero eso a mí que me importaba?!

Sin embargo cuando vi su expresión me desconcertó tanto, tenía los ojos vidriosos como si estuviera a punto de llorar y al instante me arrepentí de haberla tratado de la manera en que lo hizo.

¿Qué me está pasando con ella? ¿Qué me está haciendo? ¡Maldición yo no soy así! Por Dios es una alumna, una chica universitaria que no sabe lo que quiere... pero es que desde la primera vez que la conocí sentí algo extraño dentro de mí, algo que nunca antes había sentido, y ese algo hacia que me comportara de esta forma con ella, como un bastardo, como un maldito novio celoso cuando la vi tan feliz con William Montgomery ¿Cómo se puede explicar esto? ¡¿Cómo?!

En la clase del miércoles y viernes, se sentó lejos de sus amigas, estaba más callada de lo normal no participaba ni preguntaba nada como las clases pasadas, tampoco la veía emocionada ni verdaderamente a gusto en clase, sólo escribía y ni siquiera me miraba, esto me hacía sentir aun peor de lo que ya me sentía. El viernes le pedí que comentara que le había parecido el caso de estudio y solo me dijo "es muy interesante", hasta su voz era diferente entre apagada y con fastidio. Tenía que resolver esta situación de alguna u otra manera, lo más pronto posible.



~●~















Deniss

Desde aquel terrible episodio, me sentía muy incómoda en clase, ya no participaba ni preguntaba, si por mi fuera no asistiría pero no quería dar de baja la materia ya que era mi último semestre, así que seguí y trate de nunca hablar a menos que el 'maestro' me preguntara algo y así sería por el resto del semestre. Como bien dije no quiero problemas. Me prepare toda la semana y fin de semana para mi exposición, busque en Internet, libros, consulte a otros maestro y hasta algunos amigos psicólogos para estar la más preparada posible, hice la mejor presentación en Power Point que hubiera hecho en toda la carrera, le demostraría lo capaz e inteligente que soy y le haría tragarse sus palabras por haberme tratado como lo hizo.

—Deniss ¿saldrás a desayunar?

—No Naomi tengo que estudiar para mi exposición

— En todas las exposiciones que has tenido nunca te había visto estudiando y preparándote tanto.

Naomi tenía razón, siempre me preparaba lo normal y decía lo que tenía que decir durante una exposición, lo hacía bien, sabía manejar mis nervios la mayoría de las veces y como me había dichos muchos maestros sabios como hablar ya sea contenido como tono de voz; pero especialmente hoy estaba muy nerviosa y decidida a la vez.

—Lo sé, pero quiero que la exposición de hoy sea la mejor no quiero darle más motivos al maestro para que me odie

—Se portó muy mal e injusto contigo el lunes pasado —Hana tenia razón, todo mundo lo noto, pero nadie me defendió y no lo necesitaba.

—Sí, pero que le vamos hacer él es el maestro y aún falta mucho para que termine el semestre así que tengo que soportar todo, sinceramente no tengo ganas de ningún otro malentendido con él así que prefiero prevenir.

— ¿Quieres que te traigamos algo para desayunar?

—No gracias, por ahora estoy bien. Ustedes vayan, puedo ver en sus ojos su hambre feroz

Me quede en el salón preparando lo necesario para mi exposición, cuando ya lo tenía todo fui a cambiarme un traje negro de dos piezas con una blusa azul petróleo tacones cerrados de 10 cm y el cabello amarrado a media cola de caballo. Todo estaba listo.

Cuando el maestro Hartley llego seguía repasando algunas cosas que se me habían dificultado un poco, era la única en el salón y en el momento en que llego sentí su presencia y esa electricidad que sentía siempre que lo veía, desde la primera clase en que por accidente estuve en sus brazos.

Me sentía como una perdedora por tener esta sensación involuntaria a pesar de cómo me había tratado la última ocasión, pero algo me decía que a pesar de este sentimiento me mantuviera alejada de él, él no era bueno para nadie y lo comprobé después de cómo me trato.

—Buenos días señorita Miller

—Buenos días

— ¿Esta lista para su exposición?

— Sí

En cada una de mis respuestas mi mirada se encontraba totalmente puesta en mis anotaciones para la exposición, le contestaba con monosílabos y de la manera más formal posible no me interesaba mantener una 'cordial' o casual platica con él cómo lo hice la primera vez, se ganó mi lado malo en poco tiempo. Era la primera vez después del lunes, que me dirigía la palabra, y lo hacía solo por compromiso al ser la única en el salón.

— ¿Señorita Miller?

— ¿Sí? —seguía con la mirada en mis documentos y laptop.

— ¿Puede por favor verme mientras le hablo?

Y ahí vamos otra vez, poco a poco levante la cara y espere encontrarme con un rostro enojado, serio y arrogante, pero para mi sorpresa no tenía ninguna de esas expresiones, más bien parecía... ¿atormentado?

No, eso no puede ser, estoy equivocada.

Nuestras miradas se conectaron por lo que me parecieron horas, hasta que mis compañeros comenzaron a entrar. Se aclaró la garganta y bajo la mirada a sus cosas, era la primera vez que prefería no averiguar ni hacer conjeturas sobre esa mirada y lo que sentía cuando lo veía,el semestre se acabaría no lo volvería a ver y este sentimiento desaparecería por completo

Sólo él ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora