Capítulo 17

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Me desconcertaba la actitud de Hudson, terminó la clase y salió disparado del salón sin siquiera mirar atrás, no entendía lo que le pasaba. Aclare mis pensamientos y tome la decisión de acudir a nuestra cita, después de todo no había me había avisado que se cancelaría o algo por el estilo.

—Bueno chicas me voy, nos vemos el lunes. Diviértanse el fin de semana y pórtense bien.

—Lo mismo decimos amiga, disfruta tu cita con Henry.

—Sí disfruta de ese "amigo" sexy que tienes —cuando Naomi dijo amigo hizo unas enormes comillas con sus dedos, no me detendría a hacerla entrar en razón.

—Tomaré en cuenta su consejo. Adiós chicas.

Salí de la Universidad y tome el transporte que me llevaría a Kensington estaba como a 30 minutos de la Facultad así que sería un camino largo.

Los nervios volvieron a mi entre más avanzaba por las calles y cuando estaba a punto de llegar, pareciera que no podía respirar. Esta sería una cita en forma sin que me obligará a acompañarlo como la última vez, tan sólo quería verlo. No podía creer como todo había cambiado en tan sólo unas semanas, sabía que sentía una fuerte atracción hacia él desde hace mucho tiempo, pero siempre sus actitudes hacían que negara todo lo que inconscientemente sentía.

Llegue hasta un parque de Kensington sentándome en una banca para esperarlo, era extraño que aún no hubiera llegado ya que con su auto hubiera llegado antes que yo; pero eso me ayudaba para poder calmar a mis avestruces antes de que llegará.

Ya más tranquila me levanté de la banca para caminar por el parque, Hudson se retrasaba cada vez más. Tome mi celular para marcarle y avisarle que ya estaba aquí, justo en ese momento me llegó un mensaje de su parte.

"No podré llegar, siento no avisarte antes."

Me quede paralizada y en trance por un segundo ¡¿En serio no vendría?! ¿Como pudo no avisarme antes de venir hasta acá?

Sentí una fría corriente recorrerme de pies a cabeza e hizo que más que enojo en mí, reinara una enorme decepción. Claro un hombre como él no tenía tiempo para una chica como yo.

Cada minuto me sentía más decepcionada de mi misma, había estado evitando esto todo el tiempo que me mantuve alejada de él, hace tiempo me había prometido que nadie, mucho menos un hombre, me haría sentir tonta y ahora él con un simple mensaje me hacía sentir como una boba adolescente que espera la atención de un chico. Eso lo viví cuando estaba en la preparatoria, ningún chico se fijaba en mi por mi sobrepeso y entendí que los hombres sólo se fijaban en una chica por su físico, así que me prometí que nunca más volvería a sentirme patética por causa de un hombre y ahora él con un simple mensaje me hacía recordar aquellos tiempos.

«Vaya pedazo de boba estás hecha Deniss»

Me decía mi consciencia.

No me había dado cuenta de que llevaba viendo el mensaje por mucho tiempo, tratando de leer entre líneas o ver a través del celular, como si así pudiera obtener una respuesta de todas las emociones que reinaban en mí.

No volvería a ser la chica de antes que se encierra ante cosas como estas. Levanté la mirada guarde el celular y ya que estaba aquí me dispuse a caminar y conocer este hermoso lugar.

Era un lugar hermoso con construcciones de época que con sólo verlas hacia que uno se envolviera en el magnetismo de la época colonial, camine hasta llegar a los jardines de Kensington grandes extensiones de césped verde que rodeaban el Palacio y sus alrededores, árboles enormes y frondosos con hojas en tonos naranjas y marrón dignos de una postal, seguí caminando por sus alrededores admirando como las personad descansaban de un ajetreado día de trabajo y preocupaciones diarias, dejándose llevar por la hermosa belleza de un lugar como este.

Mi celular sonó, dude en tomarlo, con la idea de que fuera él. Para mi sorpresa o decepción no era él, era Henry y no hubo mejor momento como este en que me gustaría escuchar la voz de mi amigo.

—Hola Henry, no sabes lo feliz que me haces al llamarme ¿Cómo has estado? ¿Cuándo vienes a Londres? ¿Me extrañas? ¿Me traerás un recuerdo de Liverpool cuando vuelvas?

Escuche su risa.

Vaya Tony, cuando me dejaras hablar y así poder responder todas tus preguntas, primero. Hola a ti también, he estado muy bien, claro que te extraño...

—Sabía que me extrañabas yo también a ti amigo, más ahora

Bueno, bueno siempre interrumpiéndome ¿me extrañas ahora? Como es que no lo noto o será porque mi vista está puesta en esos hermosos ojos o en esas lindas piernas, porqué vaya que ese vestido es más bonito que el que usaste la última vez que nos vimos

Me quedé totalmente de piedra mirando a todas partes ¿Henry estaba aquí? No, él no podía estar aquí

Ahora porque tienes esa cara, como si fueras un cachorrito buscando a su mamá.

— ¡¿HENRY ESTAS AQUÍ?!

Tony no grites de por si tu voz normal es fuerte imagínate gritando estas a punto de romperme el odio.

— ¡Dime donde estas!

Pues voltea y veras

Voltee y vi a mi amigo a unos metros de aquí, en mi rostro de forma una enorme sonrisa y camino apresuradamente ante él, envolviéndolo en un gran abrazo.

—Vaya, vaya desde cuando mi ruda Tony, me recibe de una manera tan cariñosa como esta.

No me importaba que me viera como una tonta, justo ahora necesitaba el abrazo de un amigo y aquí estaba él.

—Dennis ¿estás bien?

Note su tono con un deje de preocupación así que tome aire y me aparte de él.

—Claro que estoy bien ¿acaso no puedo extrañar a mi amigo? Dime como es que estas aquí y no en Liverpool, porque aún estas en clases y deberías estar allá.

Sé que no me creyó cuando le dije que estaba bien, porque seguía estudiando mi rostro en busca de alguna respuesta a mi reacción, pero como buen amigo dejó ese tema atrás.

—Bueno es que extrañaba como loco a mi Tony y decidí venir a visitarla.

—No digas mentiras tonto yo no vivo aquí y lo sabes —dije mientras golpeaba su hombro

—Auch, está bien, la verdad es que vine a visitar una naviera para dejar mis papeles y poder trabajar en ella, estoy a punto de graduarme y debo pensar en que haré en el futuro

—Oh vaya, mi amigo ha crecido, ya veras que obtendrás el empleo, así nos veremos más seguido y con tu sueldo podrás invitarme todo lo que yo te pida.

—No vas a cambiar verdad, aparte de explotar a tu papá y hermano, ahora me quieres explotar a mí. No tienes remedio señorita

— ¡Oye! Yo no los explotó ellos me quieren demasiado y me dan lo que les pido, envidioso. Y ya que me seguirás molestando prefiero irme.
Adiós.

Lo deje con la palabra en la boca y camine dejándolo atrás.

—Esta bien, tranquila, no es para que reacciones así, estaba bromeando, sé qué te pasa algo tú no eres así, pero no tocaré el tema, ahora ven ya que estamos aquí caminemos juntos por este lugar.

Henry me conocía bien y sabía que me pasaba algo, tenía razón yo no suelo ser tan sentida y enojarme por cualquier cosa, pero agradecía que no tratará de ahondar en el tema porque por ahora quería olvidarme aunque fuera un momento de lo patética me sentí por haber venido y que Hudson me dejará plantada.

Sólo él ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora