Sólo él ©

Capítulo 18

—Ya no puedo más, comételo todo tú

— ¿Yo? Si fuiste tú quien que me dijo que quería comer helado a reventar y no he visto que revientes así que comételo.

—Lo dije en sentido figurado, tonto.

—Pues no me importa te vas acabar este helado

—Anda Henry, ya falta muy poco

—Pero si tú no has comido nada, más que dos o tres cucharadas

—Es que el próximo sábado tengo un torneo de taekwondo y tengo que estar en el peso adecuado para la categoría, además ya estoy hecha una vaca, no me hagas comer más de lo que no debo

— ¿Tu hecha una vaca? No digas tonterías Deniss por favor, estas muy guapa, no eres como esas mujeres flacas anoréxicas, tienes unas increíbles curvas y que decir de tus piernas...

—Ya entendí, ya entendí, no pongas esa cara de pervertido me das miedo —lo decía en broma, pero vi que Henry se apeno por lo que le dije y se quedó sin habla —estoy bromeando tonto, no pongas esa cara, que te ves muy gracioso.

—Deniss eres un caso, no sé qué voy a hacer contigo, ven acá.

Me jalo hacia él y me tomo de los cachetes jalándolos y después me hizo cosquillas, cosa que me hacía reír hasta morir

—Basta Henry, ya no puedo más, sabes que las cosquillas son como mi Kriptonita, si fuera mi amado Superman.

—No voy a parar, me divierte mucho como te retuercen sin haberte tocado

— ¡Oye! No soy tu bufón Henry, como para que te rías de mí, sé que no soy perfecta pero no debes burlarte, eres un idiota... —otra vez recordé porque estaba aquí y la razón era Hudson, así que mis ánimos decayeron y mi tono de voz se fue apagando, agache la mirada, no quería que Henry notará algo en mí.

De pronto sentí como me rodeaban unos fuertes brazos y sabía perfectamente que era él, mi amigo.

— ¿Qué te pasa Tony? Tú no eres así, sabes que nunca me burlaría de ti, sólo estaba jugando, pero sé qué te pasa algo. Quiero que confíes en mí y me lo digas.

Sé que podía confiar en Henry, desde la preparatoria se convirtió en un gran amigo, lo quería demasiado y confiaba en él, pero sentía una gran pena de contarle lo que me estaba pasando, sin embargo tenía que hablar con alguien de todo y que mejor que él, mi gran amigo.

—Siento haberte hablado así yo...

—No tienes por qué disculparte, sólo quiero que confíes en mi ¿puedes? —Asentí— ahora ven sentémonos otra vez y acabemos con ese helado mientras me cuentas que te tiene así

Volvimos a nuestro lugar en el pasto, de donde por mi drama, nos habíamos alejado unos metros. Agradecía a Henry por ser tan buen amigo conmigo y no presionarme y preocuparse por mí.

—Sé qué te pasa algo Deniss, tal vez piensas que lo puedes ocultar pero te conozco y tú no sueles reaccionar como lo hiciste hace unos minutos, con tan sólo darte en vistazo puedo ver que estas agobiada con algo, tus gestos, tus ojos, tu manera de hablar, eres tan expresiva y ni siquiera te das cuenta. Sé que hasta el más mínimo detalle te puede afectar. Recuerdas cuando me contaste que algunas de tus "amigas" de la Universidad hablaban a tus espaldas de ti —Asentí, eso había pasado hace unos meses, siempre llamaba a Henry para hablar de muchas cosas y esa situación fue una de ellas —sé que te afectó, se notaba en tu voz aún que yo estuviera a muchos kilómetros lejos de ti, lo podía notar. También recuerdas cuando Coffee desapareció, sé que aún te duele el no haberlo encontrado y sé que aunque hace mucho me dijiste que sueñas con él, sé que lo sigues haciendo porque lo extrañas de sobremanera, aunque ya haya pasado cerca de un año desde su partida —Coffee era uno de mis perritos, lo amaba como a los otros, pero un día desapareció y sufrí tanto que tal como lo dijo Henry, aún sueño con que un día regresara —no puedes ocultarme nada.