Después del incidente de ese día, me transfirieron a otra escuela, ahí fue algo diferente a comparación con el otro instituto, no había niños con poder de manipular a la gente a excepciones claro, pero no tan grave la situación. Estuve ahí cursando los años restantes de la primaria hasta llegar al último grado.
Convivía con muchos de los estudiantes, pero aun desconfiaba de ellos y solo los miraba de compañeros de clases, nada más.
A esta edad es cuando comenzó a cambiar mi carácter y mi mentalidad totalmente. Hubo un incidente cuando yo cursaba el último año de primaria y fue cuando el odio comenzó.
Recuerdo ese día muy bien, jamás olvidaré todo lo que pasó o algo peor lo que yo pasé. Ustedes nunca sabrán por todo lo que yo viví en ese momento y que nadie quisiera que viviera eso como yo.
Ese día era normal, como cualquier otro día, eso parecía, siempre estaba muy tranquilo como de costumbre la ciudad mañanera, me desperté para comenzar mi día alistándome, se me hacía un poco tarde.
—Rad se nos hace tarde, vámonos. —me gritó mamá desde la sala.
— ¡Ya voy, solo un minuto!
Solo me faltaba buscar mi libro donde estaba la tarea, con 12 años y no puedo mantener en orden mi habitación, parece un gran campo de ropa sucia y limpia esparcida en cada espacio del piso y muebles. Es un gran desorden, pero era un poco retro ese estilo, era único, siempre pensaba eso, pero mis padres siempre me decían lo contrario. Encontré el libro, estaba junto a mi escritorio solo que lo cubría un pantalón sucio del día anterior. Me sentí aliviada pensé en un instante que moriría si no lo encontraba rápidamente.
Bajé inmediatamente sin desayunar, no me gustaba hacerlo ya que sentía que lo vomitaría en la escuela, no soportaba el desayuno, me caía mal pues desde chica siempre me he brincado los desayunos al ir a la escuela.
— Mamá ya estoy lista.
— Tu papá te llevara dile a él, tengo que llegar al trabajo primero.
— De acuerdo.
— ¿Papá? ¿Dónde estás? — Observaba la hora, solo quedaban 20 minutos, era realmente tarde, no solía faltar o quedarme fuera, siempre llegaba justo a la hora de entrada.
— Ya voy hija— Lo escuché en el porche.
Salí de la casa y me dirigí al porche, en efecto ahí estaba, solo observé su espalda, no sabía que estaba haciendo, no me importó en lo absoluto.
— Papá ya es tarde—.Le dije.
— Ya lo sé, espera unos 5 minutos algo anda mal en el coche.
Es mi día de mala suerte pensaba, casi pierdo mi libro y ahora el coche, ¿Y después qué, un fin del mundo, un accidente?
Esperé largos y duros 5 minutos, solo lo miraba que estaba peleando con el coche. Era gracioso verlo.
— Ya está. Súbete Rad.
— Genial, vámonos.
Me despedí de mamá y subí al coche, estaba realmente nerviosa, no quería llegar tarde, además de que si eso pasaba de seguro todos me observarían cuando entrará al salón, sus miradas en mi eso no lo soportaría, no me gusta ser el punto atención, es por eso por lo que mi vida es tranquila, para evitar todo eso.
—Papá ¿puedo poner la radio?
—Claro.
Me acerqué y encendí la radio, recuerdo que estaba una canción realmente genial, pero era en otro idioma, creo que era chino, japones o coreano, pero en fin, me gustó.
Disfrutaba la vista hasta que llegáramos a la escuela, había demasiado tráfico, todos llegaban tarde ese día. Me bajé y me despedí de papá, corrí todo lo que pude para llegar al salón a tiempo, pero había una gran cantidad de niños en los pasillos de la escuela, se atravesaban de repente frente a mí, los ignoré a todos y comencé a moverme rápidamente evitando chocar con alguno de ellos, me acercaba al salón más y más.
—¡Llegué! — Me dije. Estaba agitada deteniéndome en la puerta del salón para descansar por unos momentos antes de entrar. Casi no había nadie, era raro, solo había unos 8 niños. Después de un rato llegaron todos, al parecer todos ellos se retrasaron al igual que yo, era un momento épico ese día.
Pero todo comenzó a las 10:20 am con solo recordarlo mi coraje surge. Estábamos realizando una actividad, estaba tranquilo el salón, pero no duró mucho.
— ¡AAAAHH! — Se escuchó un grito de afuera, y se comenzó a escuchar muchos más gritos, además de un ruido muy fuerte jamás lo había escuchado, era de miedo. Me asusté como todos los demás, entramos en pánico no sabíamos que era lo que estaba pasando, la maestra empezó a tranquilizarnos y salió a observar que era lo que pasaba afuera, pero fue un grave error.
Nos hizo colocarnos a bajo de los bancos de cada uno, ella parecía nerviosa, pero fue valiente al salir, pero esos segundos fueron su fin, abrió la puerta, su cara fue algo reveladora en ese instante de que algo no andaba bien ahí afuera. Mientras la observaba para alguna nueva reacción, en cuestión de segundos entre en pánico al ver que empezó a caer rápidamente directo al suelo.
— ¿Qué paso? — Me decía en mi mente. Ella cayó así nada más. Todos gritaron, comenzaron a llorar. Quería saber el motivo y me acerqué más para observarla de cerca, me acerqué unos dos metros. Quedé impactada con solo mirarla — Ella está muerta— dije.
Lo cual fue un grave error mío, eso hizo un caos más grande en el salón de lo que era antes, ella tenía un agujero en la cabeza, de una bala sin duda. Su sangre estaba esparciéndose rápidamente por todo el suelo. Me retiré de ahí y volví a mi lugar, no podía creerlo en ese momento, lo que estaba pasando.
— ¿Quién fue? —pensé
Muchos gritaban que había personas en los pasillos.
— ¿Personas? — ¿Qué clase de personas? — No sabía qué hacer, era claro que moriríamos todos en ese momento, me invadían esos pensamientos.
—Alguien está entrando al salón—Susurró un compañero llorando.
Un escalofrió me invadió, no podía creer que un día tan normal pasara todo esto.
Pero solo pude observar que poco a poco comenzó a abrirse la puerta junto con el rechinido del fierro oxidado pegando en la viga, en ese preciso momento solo pensaba que era el fin de todos nosotros.
—Vamos a morir—pensé.

ESTÁS LEYENDO
R.E.D
AcciónPrimer libro de R.E.D Histon Rad, una joven de 17 años, se encuentra en el centro de una cacería gubernamental por parte del gobierno de Fred Osword. Los eventos traumáticos de su pasado la impulsan a tomar decisiones que cambian su vida para siempr...