Enamorada De Mi Vecino

1. De regreso

Mackenzie

Había estado tanto tiempo fuera de la ciudad que me había olvidado de las calles.

Los últimos cuatro años viví en España. Un país hermoso, aun así yo extrañaba mi país, mis amigos, y esa gran ilusión.

Pero estaba ahí, donde sabía tomar mi batido de oreo junto a Allie, estaba totalmente pérdida, como una Chiquilla en el centro comercial.

Camine aparentando que todo estaba bien.

Curve en la esquina y vi un cafenet, algo grande, "Sandys", entre en el, y decidí pedir un café.

-¡Hey!...- alce la voz y la chica que tenía el pelo recogido volteo a verme- Hola.  ¿Me podrías dar un café?- ella asintió y camino al mostrador.

Saque mi lapto de la maleta, y empece a redactar el proyecto de economía, era para el viernes y recién iba en la quinta página de las ochenta.

Luego de unos minutos, la misma chica del cabello recogido regreso con mi café, pero no le preste mucha atención, mis ojos pasaban rápidamente por las palabras, pudiendo leer, y mis dedos movían el mouse.

Cuando decidí tomar el café, una fragancia amarga penetró mi nariz, mi lengua al hacer contacto con el café diluido en la agua, me hizo estremecer, ese sabor amargo, ni una gota, ni un cristal de azúcar tenía, por poco escupo sobre mi lapto, pero me lo reserve.

Me paro algo molesta, y cuando volteo mi cuerpo en busca de dar mi primer paso, choco con alguien, esparciendo todo el café sobre ese abrigo gris, y ese pecho algo duro.

-Perdón, perdón - me apresuro a tomar una servilleta

- No. No - él agitaba su mano sobre su abrigo, tratando de retirar el agua caliente,mientras que por mi lado, no paraba de agitar mi mano con la servilleta sobre esos musculoso pecho que sí se notaban.

- No perdón, no fue mi culpa- al acabar de decir la última palabra lo alza a ver.

Y lo vi. Lo vi

Con esos ojos hermosos que sabían hacerme brillar cuando éramos unos niños.

- No, de verdad esta bien- él alzo su mirada hasta chocar con mis ojos. Y pude notar que sabía quién era.