-Pues conversaremos luego, después de todo es un tema muy delicado como para tocarlo en un baile de estos... -dijo el conde muy amablemente.
-Ya lo creo, un gusto -Subaru y Kanato hicieron una reverencia y se alejaron del lugar con expresión aburrida.
La velada transcurría sin problema alguno, eran exactamente las dos de la madrugada y las personas habían dejado de charlar para dispersarse entre los espacios de la mansión que eran más de su agrado y con las personas que por afinidad escogían.
Algunos solos por supuesto, no faltaban aquellos que disfrutaban más sin compañía alguna.
Los Sakamaki no se habían juntado entre ellos. Habían pasado la última hora repartiendo saludos y siendo corteses con los presentes. Entablando aburridas conversaciones y buscando una que otra persona de su edad en todo aquel tumulto de gente.
Andoria y Raito no se habían despegado. Raramente los veías separados en aquel tipo de eventos.-¿Cómo se encuentra princesa Noru? -saludó cortésmente el joven. Raito besó delicada y rápidamente la mano de la vampira que se encontraba frente suyo.
-Muy bien, Raito Sakamaki -soltó en un suspiro aquel nombre.
Andoria la miraba indiferente.
-Veo que Andoria volvió a casa... -mencionó Noru con algo de diversión.
-Lo hice, -habló Andoria - ¿Le alegra?
Su mirada retadora estaba por descontrolarse.
Raito intervino.
-Pues princesa, ¿Cómo esta su padre? -dijo.
Noru despegó la mirada de la de Andoria y volvió a su alegre charla con Raito.
-Vamos querido, solo dime Noru... No tenemos porque ponernos tradicionales, después de todo ambos tenemos la misma edad. -Andoria encolerizada miraba hacia las mamparas de vidrio que iban hacia el jardín- Bueno, mi padre esta muy bien, su reinado ha prosperado muchísimo. No dudo que su aprobación es absoluta.
Inglaterra es un país muy hermoso, deberías ir a visitarnos en alguna ocasión Raito. Te recibiríamos con gusto.
-Pues si se da la oportunidad sería un placer.
-Debemos irnos, fue un gusto charlar con usted. -anunció Andoria.
Noru pronunció una sonrisa sutil en sus delgados labios. Estaba molesta e irritada por la presencia de aquella chica. Andoria no era de su total agrado, peor aún cuando iba tan pegada a su hermano.
-Esta bien querida. -dijo- Adiós Raito Sakamaki, espero volver a verte.
-Adiós.Caminaron fuera del rango de visión y audición de Noru. Andoria caminaba refunfuñando y bufando.
Raito no hacía más que disimular.-Esa maldita. -escupió Andoria.
-¿Puedes calmarte? -dijo el joven, viendo de vez en cuando hacia su alrededor, esperando que nadie los viera.- esta vez se ha moderado, no ha hecho nada más que charlar.
-Ahora no trates de calmarme, no estoy tan enfadada... -dijo- sólo la detesto. Recuerdame porque tengo que saludarla y hablarle como si fuera digna de su puesto.
-Pues porque ella es hija del rey Morgan, y hacer buenas amistades con gente poderosa es una de nuestras finalidades aquí.
-Lo sé.Las horas fueron pasando. La música clásica llenaba el ambiente con largas y dramáticas melodías. Muchas parejas bailaban. Ningún Sakamaki lo hacía.
Reiji se encontraba sentado en un sillón de terciopelo rojo. Con una copa de vino en sus manos, meneandola con aburrimiento y rogando que la velada termine pronto.
Una muchacha se acercó a él. Era rubia y agraciada, su cuerpo delgado estaba cubierto por un fino vestido negro de encaje. También llevaba una copa en mano y daba la impresión en su caminar, de que aquella era una más de varias que la habían precedido.
-Reiji Sakamaki -Rió mientras pronunciaba su nombre- no pensé que vendrías.
-Vania Bocceli -dijo- que gusto verte.
-Ambos sabemos que esas palabras no tienen mayor significado. -volvió a reír. El alcohol la estaba volviendo algo inestable.
-Pues es cierto. -Reiji hizo un gesto divertido con la boca- Saludar y ser cortés no es algo que me encante.
-Pues a mi tampoco, lo único bueno en estas tediosas reuniones son las bebidas -dijo alzando su copa con orgullo.
-¿Por un momento pasó por tu mente, -dijo- que alguien se aproveche de tu estado de ebriedad?
Vania sonrió de manera traviesa, luego su mirada se torno sería y colocó su copa en una mesa adyacente al sillón.
-Sakamaki, subestimas mis habilidades -de pronto la muchacha ya no se veía ebria ni mucho menos vulnerable, su rostro adoptó una expresión vivaz e inteligente- disfruto la sensación que me produce el alcohol, pero me puedo deshacer de ella en el momento que quiera. No pienses en mí como algo manipulable Reiji.
-Pues eres cada vez más interesante cariño -dijo acercándose un poco más a ella- me agradas.
-Pues también me agradas, pero no deseo atarme a nadie esta noche, -susurró- estoy más que bien sola.
Ambos rieron con ganas, aquel juego era muy entretenido. Aquella chica era la única amiga que poseía Reiji en todo aquel salón insulso.Por otro lado Ayato poseía muchas amigas en aquel lugar, se podría decir que era muy popular entre las vampiras. Y aquello era algo a lo que todos estaban acostumbrados.
A pesar de estar enojado, en ese momento no lo parecía. Sonreía en sus anchas y de cuanto en cuanto pasaba el torso de su mano por la mejilla de alguna encandilada vampira.Las copas fluían por entre la gente. Los meseros impuros, se sentían más que rebajados y humillados por su papel en la velada. Ellos creían merecer el mismo respeto y cargo que los de sangre pura.
Pero no les quedaba más que deslizarse entre sus rivales sirviéndoles el vino y apretando los dientes.Shuu no podía estar más aburrido. La plática con los otros líderes de familia se había vuelto muy tediosa y no veía la hora de poder excusarse con ellos y salir de ahí.
-Te miran demasiado -murmuró Raito por lo bajo.
-He vuelto a este tipo de fiestas después de tantos años... -respondió - no es de extrañar.
-Pues muchos te miran de manera más maliciosa... -Dijo. Soltando la idea con delicadeza.- diría que con deseo.
-¿Así como te mira la princesa Noru?- Andoria rió amargamente.
Raito iba a responder. Cuando hacia ellos se acercó un joven.-¡Andoria! -alguien llamó.
-Principe Glen -ella hizo una reverencia.
Sin esperar a que el acompañante de su amiga lo saludara también, fue directo hacia ella y la abrazó con vehemencia.
-Te extrañé mucho... -susurró él en su oído.
Raito escuchó aquello y estuvo a punto de tumbarlo, con un sólo golpe.
Pero se contuvo.
Porque no era necesario hacerlo después de todo.
-Pues ¿Cómo has estado? -dijo ella separando el abrazo.
Glen acarició con una mano las rosadas mejillas de Andoria.
-Desde tu partida, muy triste... -dijo, mientras seguía admirando desde cerca su belleza.
-Pues luego podrán hablar de eso... -intervino Raito.
Tomando suavemente la mano de Andoria en un gesto posesivo. Que bien pudo haber sido interpretado por la multitud como la actitud de un hermano sobre protector.
-Por supuesto, Raito -Glen tomó en cuenta por fin la presencia del joven Sakamaki.Andoria sonrió. Se soltó del agarre de Raito y pronunció:
-Hermano, el príncipe Glen y yo tenemos muchas cosas de las cuales conversar. Te ruego que te retires con nuestros otros hermanos al salón.El joven ensanchó la mirada, pero no tanto como para que alguien pensara que estaba sorprendido. Se limitó a asentir y darse la vuelta con dirección a gran salón.
-Raito, al parecer mi hermana Noru quiere verte, -Dijo Glen- sería de su completo agrado que fueras con ella.
-Por supuesto.__________________________________
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°Sele-chan°
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Drink from me -Sakamaki
FanfictionEste es un Fanfic del anime Diabolik Lovers, vengan y sumerjanse conmigo en esta misteriosa y sangrienta historia. La mansión Sakamaki ha estado muy solitaria por mucho tiempo, pese a que en ella reciden aun, los seis hermanos varones de la familia...