Caminaba sin determinación por los anchos pasillos que iban hacia su habitación. Estaba distraída, tanto que ni notó lo muy desgastada que estaba esa parte de la casa.
No era normal verla tan afectada, pero lamentablemente lo estaba.
Cada paso la mareaba y cada respiración suya era irregular.
Su conversación con Kathy no había ido nada bien, ¿Por qué justo ahora tenía que enterarse de todo aquello? Tal vez era egoísta de su parte querer abstenerse del tema. Sin embargo, ahora la situación se había vuelto más que personal. No estaba segura de lo siguiente que haría y decidió no agobiarse con eso.
Ahora sólo quería desvanecerse, tener tiempo para asimilar lo ocurrido y borrar todo rastro de debilidad sobre ella.
Andoria se encontraba en el sótano, ya había bajado las escaleras y cualquiera pensaría que fue un milagro que lo lograra, considerando la poca atención y estabilidad que le ponía a cada uno de sus movimientos.
Siguió en su torpe marcha, cuando sin avisar unas manos la jalaron hacia el interior de una habitación.
Sonó el delicado cierre de las puertas y alzó la mirada para ver a Raito.
Éste la tenía contra la pared, tomada por la cintura. La miraba con determinación.
Y levemente la desplazó del muro hacia la cama. La dejó caer en ella con sumo cuidado y no despegó su mirada de la suya.
Pasó la palma de su mano por el rostro de la muchacha, corrió un mechón de sus cabellos negros hacia el costado y admiró su belleza.
La tenía tendida ante él. Y ella se mostraba indiferente.
Bajó su cabeza a la altura del cuello de Andoria. La besó suavemente sobre su tersa piel, sonrojando cada huella de sus labios.
Sus cabellos pelirrojos rozaron los labios de ella. Y él sintió el pecho de la muchacha ascender en un suspiro. La tenía. Ya la tenía.
Andoria lo miraba. Con deseo, con pasión. Quería besarlo, decirle que estaba completamente enamorada de él. Muchos pensamientos lujuriosos pasaron por su mente también.
Y Raito pudo leer cada uno de ellos con sólo mirar la sonrisa traviesa que se formaba en su rostro.
Los besos del joven bajaron. Por su hombro, por su brazo. En su vientre.
Estaba controlándose, no quería olvidar el objetivo principal de todo esto. Si él no se detenía a si mismo, quien lo haría. Andoria no. Ella ya no podía hacer nada.
Despejó su cabeza de aquellos pasionales obstáculos y siguió. Lamió su cuello e hizo afán de querer morderla. Estímulo que ella dio por bien recibido. Raito no lo hizo por supuesto.
Uno de sus besos se situó en la comisura de sus labios.
-Raito... -susurró Andoria. Sus ojos estaban perdidos en el deseo.
El joven la tomó por el mentón, y la besó. Tan desesperadamente, con tanto amor y deseo juntos.
Ella correspondió y estampó mordidas de tanto en tanto. Lo quería para ella. Lo tenía. Era de ella. Siempre lo había sido.
Se separaron y ambos respiraron agitados.
>>Esto ya había terminado.<<
El juego desenfrenado que ella había iniciado, él lo había terminado.
Raito intentó pararse, estaba furioso.
Ella lo cogió del cuello de su camisa, jalando para volver a besarlo.
Él no lo quería, ya había conseguido lo que quería, ya no quería seguir.
Se mantuvo inmóvil.
Andoria decidió acercarse, ya que el no lo hacía. Sus labios se entre abrían.
Pero entonces se detuvo.
Lo miró confundida y luego lo soltó.
Se dejó caer nuevamente y su mirada perdió brillo.
El muchacho se paró, caminó hacia la puerta, aún con la furia en sus ojos.
-¡No vayas! No vale la pena... -Andoria suspiró.
Se levantó de la cama y caminó hacia él. Lo abrazó por la espalda y susurro en su oído.
-Por favor no lo vuelvas a hacer... -suplicó tristemente- no conmigo.
En el fondo Andoria se sentía triste y culpable por haber usado "seducción" con él. ¿Cómo podía pedir que él no lo haga cuando ella lo hizo?
Pero la verdad, en esas palabras se escondía la condición:
>>No lo volvamos a hacer<<
Raito lo tomó del mismo modo.
Asintió. Le había costado mucho a él también, hacerle tal cosa. Usar "seducción" no es un juego.
Sin embargo ahora sabía todo lo que había pasado en aquella charla. Ahora más que nunca se sentía fatal. Una mirada iracunda luchaba por permanecer en su rostro.
No podía más. Quería ir ahora mismo a partirle la cara. Miles de adjetivos ofensivos para Kathy se pronunciaron.
-Raito... -Andoria colocó sus manos en los hombros del muchacho, tirando levemente hacia abajo, en un intento por sacarle el abrigo.- ya no pienses más en eso. Yo no quiero hacerlo.
Se dio cuenta entonces. El muchacho no había reparado en como se sentía Andoria ante todo esto. Sólo había pensado en la situación, mas no en sus sentimientos.
El abrigo calló al suelo. Dejando a Raito sólo con su camisa blanca, ceñida a su cuerpo. La chica admiró su ancha y formada espalda. Pasó sus manos por los costados, haciendo que voltease.
Se miraron. Él la vio triste. Ella lo vio preocupado.
-¿Puedo pedirte algo? -ella preguntó. Raito sólo asintió.
-¿Podrías besarme? -dijo- esta vez de verdad. Y sin seduc...
No pudo terminar. Sus labios fueron abordados por un beso. Uno suave y delicado. Sus manos volaron a sus cabellos. Apretaron con fuerza.
Esta vez no llevaba su sombrero.
El beso siguió, con el mismo ritmo lento.
**********************-Espera que sigamos su juego... -dijo- ¿por qué te molestas?
-Pues quizás ya me cansé de seguir la tradición.
-Bueno, cuando lo veas dícelo.-respondió.
-¿Cuando lo vea?-cuestionó irritado- cuando lo vea no haré más que matarlo.
Todos se mantuvieron en silencio.
Ayato había llegado muy lejos. Andoria había tratado de no hacerle caso, pero era imposible.
Ayato desapareció, y todos siguieron con sus cosas.
-Iremos, reiremos al saludar, charlaremos, nos prestáremos a bromas y seguiremos actuando por el resto de la noche.... Como siempre ha sido. -anunció Reiji de repente.- ¿Desde cuándo, un baile de "luna llena" ha sido un problema? Nuestro padre pide que vayamos y nosotros vamos. Así de simple es esta situación. No me vengan con estupideces.
Nadie respondió.
Pues era verdad. El baile anual de luna llena era un evento exclusivamente de la nobleza. Ser "sangre pura" y a demás formar parte de las familias más importantes era algo muy beneficioso para algunos. Y esta reunión tenía como objetivo formar lazos entre los líderes de cada una de ellas. Logrando así una alianza para futuros conflictos.
La localidad cambiaba cada año.
Dependía de que familia ofrecía su hogar para la festividad. Casi siempre eran los más excéntricos y altaneros, quienes lo hacían. Ya que era una gran oportunidad para mostrar sus maravillosas construcciones y a la vez lo acogedoras que podían ser.
Para los Sakamaki no era más que otra noche de función, donde optaban por mostrar condescendencia. La mayor parte del tiempo intentaban alejarse del tumulto. Escapar hacia los jardines, los pasadizos secretos o los tejados.
Andoria se estaba alistando, sus ropas estaban tendidas sobre la sábana. Esperando a que se las pusiera.
-¿Eso te pondrás? -preguntó Raito mientras se terminaba de arreglar el cuello de la camisa.
A Andoria le divirtió la idea de que no llevara corbata, el cuello estaba semi abierto en la parte de arriba y su sacó negro le quedaba espectacular.
-Sí
Él sonrió.
Cada uno por su parte se iba arreglando. La reunión lo ameritaba.La limusina llegó a las doce de la noche. El chofer tocó la puerta, para hacer notar su llegada y no tardaron en salir.
El viaje fue largo. Nadie dijo palabra alguna hasta que llegaron.
La fachada del lugar era imponente y soberbia. Luces se extendían a lo largo de las paredes y fuentes adornaban el recibidor.
Ojos rojos y potentes se depositaban en ellos mientras entraban en el salón. Muchos rostros conocidos, y otros nuevos. De quienes seguro recientemente habían descubierto como familia cercana de alguno de los presentes.
En el fondo de la amplia locación. Se admiraba un enorme cartel bordado con hilos de oro que decía:
>>Bienvenidos al gran baile de "Luna llena"<<, >>"La sangre es nuestra arma, conexión y salvación"Subaru miraba despreocupado, recorrió con los ojos a la multitud y bufó algo que nadie llegó a oír.
-Ya saben que hacer...- dijo Shuu indiferente.
-Nosotros nada, tú todo... -respondió Kanato con severidad.
Shuu caminó de frente, en dirección a una rueda de vampiros, quienes alegremente charlaban sobre algo. Supuso Andoria, de un próximo gobernante.Poco a poco todos se fueron dispersando en la multitud. Interactuando con las personas.
-Buenas noches, conde Willis- saludó Kanato.
-Buenas noches querido...
-¿Qué tal la cena de anoche? Supe del reciente compromiso de su hija - comentó.
-Bueno... Estuvo muy buena, me siento afortunado -respondió.
-Me alegro.
-Andoria volvió con ustedes según entiendo, -el conde Willis estaba entablando una conversación.
-Lo hizo -contestó Subaru, quien se había unido a la charla.
-Pues, espero luego conversar con ella... -dijo- es una chica realmente agradable. Por otro lado el rey Morgan estará muy feliz por su regreso. Su hijo ha esperado pacientemente por su mano estos doce últimos años.
-Aquellos asuntos los tocaremos en otra ocasión. -Subaru contestó.______________________________________
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Drink from me -Sakamaki
FanficEste es un Fanfic del anime Diabolik Lovers, vengan y sumerjanse conmigo en esta misteriosa y sangrienta historia. La mansión Sakamaki ha estado muy solitaria por mucho tiempo, pese a que en ella reciden aun, los seis hermanos varones de la familia...