Capítulo 15: "Ámame"

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-¿Amor?- susurró Glen, como si saborease la palabra- ¿Hacia quien?
Andoria sonrió ante la obvia pregunta.
-Tú sabes hacia quien. -respondió quedamente, desviando su mirada hacia el gran salón.
-Por supuesto. Lo sé. Pero ¿Por qué sigues con esto entonces?
-¿A qué te refieres Glen? -dijo Andoria con voz dura.
-A nuestro compromiso.
-Bueno, no lo sé. No es como si mis ambiciones se cumpliesen siempre, sabes?... -dijo a modo de susurro- No imagino revelar aún detalles de mi vida personal a los demás.
-Suena demasiado egoísta, si me permites decirlo...- dijo- tanto para él, como para mí.
La muchacha se fijo un momento en la expresión que había puesto su prometido, al lado suyo. Tristeza tal vez.
-Supongo que si. Después de todo soy una persona muy cruel.
-Tal vez lo seas.

La noche estaba culminando. Apenas faltaba una hora y media para el amanecer y las personas aún no se iban. Tal vez estaban más entusiastas que al principio.
Las charlas se volvían cada vez más amenas y el licor corría cada vez más rápido entre la gente.
Todos los presentes bailaban, turnándose en cada pieza musical para no acaparar el salón y dejando paso libre de vez en cuando a los niños que se encontraban ahí, para que se distrajeran moviéndose al compás de las música.

Todos menos Ayato Sakamaki, quien no hacía más que coquetear con sus comprometidas admiradoras.
-No te acerques mucho... -dijo- que te puedes caer.
-No soy una estúpida humana Ayato.
-Despues no iré a rescatarte cuando te caigas repentinamente desde el balcón del tercer piso.
-No será necesario.
-Como digas.

Luego, Bev Dajovski se daría cuenta de que caminar descalsa por el barandal de un balcón en un día de lluvia no era para nada seguro. Es más, era mortal.

-Shuu Sakamaki... ¿Le gustaría bailar esta pieza musical con mi hija? -dijo Bill Dajovski.
-Disculpe, pero en este momento me encuentro partícipe de una charla muy amena. -respondió- Sería una falta de respeto retirarme tan repentinamente.
-Comprendo. Espero se de la ocasión en lo que queda de la velada.
Shuu sólo asintió con vehemencia.

-Raito-kun... ¿Has pensado en el matrimonio? -preguntó Noru Morgan con total confianza.
-Muchas veces.
-Bueno, quisiera hacerte una propuesta entonces...
-¿Qué te parece aceptar la mano de mi hija en matrimonio como símbolo de nuestra alianza absoluta? -interrumpió el rey Morgan, que iba del brazo con su bella esposa, la reina Kari.

Andoria sintió un dolor en el pecho.
>>"Lastimar a otros antes que lastimarte a ti."<< que repugnante persona se había vuelto. Fría, insensible y calculadora.
-¡Glen, me retiraré ya! -comunicó Andoria - está por amanecer.
-Está bien.

Raito miró con asombro al rey Morgan, que ya se encontraba a su costado. Después de todo la propuesta de matrimonio no era algo repentino.
Hace muchos años que aquello estaba en boca de todos.
Sin embargo, no siempre lo que se sabía era aceptado por todos, también era aceptado por uno mismo.
-Me temo que este tipo de decisiones no las puedo tomar en una situación como ésta. -dijo calmado- espero comprenda.
-Por supuesto que te entendemos. -suspiró la reina.
-Raito, sólo promete que lo pensarás... ¿Esta bien? -Noru habló.
-Lo prometo.

Kanato, sentado en un rincón del pasillo, que daba hacia un tragaluz, se encontraba leyendo. Actividad que muy rara vez se le veía practicar.
-Que terrible, me rehuso a quedarme aquí por más tiempo. -siseó.

-¿Andoria? -el rey Morgan veía como la muchacha se dirigía hacia ellos desde el jardín - ven cariño.
-Rey Morgan, es un placer -hizo una reverencia.
-El placer es nuestro -dijo Kari.
-Casualmente hablábamos con tu hermano Raito hace un momento.- dijo mirando a Raito, quien se encontraba bebiendo una copa de vino a su lado- al parecer Glen y tu estaban charlando en el jardín.
-Es cierto...-aportó Glen- tuvimos una interesante conversación ahí.
-Me alegra que pasen mayor tiempo juntos. Después de todo cuando se casen, la química y tolerancia es indispensable. -aclaró el rey.
-Padre, eso aún no se decide.
-Es cierto, no nos apresuremos. - Andoria miraba de reojo a Raito.
-Bueno, me parece que lo están retrasando mucho. -Lady Kari seguía del brazo de su esposo.
Noru tomó a Raito del brazo con cara divertida e intentó abrazarlo.
A lo que él suavemente se negó.
-Por otro lado espero también que tu hermano se anime a aceptar a mi princesa... -el rey sonreía.
*¡Qué desagradable!... rogar por que tu hija sea aceptada en matrimonio. ¿No tiene algo de orgullo?* ~pensaba Andoria.
-Estoy segura que Raito tomará una muy sabia decisión frente a su propuesta. -dijo Andoria.
-Trata de persuadirlo, cariño -susurró la reina a Andoria, dándole un leve codazo.
Ella sólo le devolvió la sonrisa.

Pasó el tiempo rápidamente luego de aquella incómoda conversación.
Los Sakamaki se juntaron en la puerta principal de la mansión donde se encontraba esperando su limusina para llevarlos a casa. Cada uno se había despedido ya, de cada persona con quien habían compartido buenos momentos.
Dentro del auto no se habló más sobre la velada. Nadie dijo nada.

-"Te veré luego"...-había dicho Vania. ¿A que se refería? Reiji sólo podía pensar en aquello.

-"Adiós" y luego un beso... - ¿Cómo podía haberla besado?... frente a sus ojos, todos impotentes y alborotados.
El rey había propiciado aquello, incitando a la casi formal pareja a demostrarse afecto. Andoria dando un beso a otra persona que no fuese él había sido impensable previo a esa escena. Pero ahora parecía diferente.
Que pensamientos para más perturbadores y crueles.

¿Se podía llorar internamente? Algo así le sucedía a Andoria Sakamaki.
¿Qué podía haber hecho en ese entonces? ¿De qué manera podía haberse excusado? Tuvo que hacerlo. Aunque eso la destrozase por dentro justo ahora, y tal vez también a Raito.

*Nunca más vuelvo a ir a una fiesta de éstas...* ~Kanato. Siempre lo decía.

Ya en su habitación, cada integrante de la familia lidiaba con sus problemas mentalmente.

Algunos, por supuesto, tenían problemas más graves que otros.

Tock tock tock...
Andoria abrió con cuidado la puerta.
Y un beso la abordó sin previo aviso.

-No vuelvas a besarlo. No lo hagas. -decía Raito, hundiendo su boca entre sus cabellos y respirando de su aroma. El perfume de ella.
-Raito... -Andoria lloraba en su pecho. Llevada por la culpa y el aplastante peso de sus problemas. - no lo volveré a hacer. Lo siento.
-¿Cómo nos hemos metido en esto? -djo él.

Kathy había escuchado llegar hace poco a los dueños de la casa. Toda la noche se había pasado en su habitación. Pensando.
Pensando en que pasaría más adelante.

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°Sele-chan°


Drink from me -SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora