Capítulo 4: "Besos sabor sangre"

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Subaru la miró impaciente, la tenía apegada a él en un interminable abrazo que no aflojaba en ningún segundo.
Andoria volvió en sí, se safó de su agarre y levantó la mirada para encontrarse con los desesperados ojos de Subaru, quien parecía querer desaparecer.
Están los otros?— preguntó con un hilo de voz— quiero verlos...
Subaru asintió y se puso de costado, dejandole a la muchacha un espacio para que pasara.
Andoria camino lentamente unos pasos, acostumbrándose a la repentina idea de volver a casa, pero llegó un momento en que la euforia se apodero de ella... Corrió escalera arriba con una incalculable velocidad, después de todo, Andoria había obtenido ese don al nacer.
La primera de las puertas era de caoba y se encontraba resquebrajada... Sintió al otro lado del madero la presencia de un vampiro al que ella apreciaba mucho, Reiji se encontraba tomando el té, lo hacía todas las noches y hoy no era la excepción.
Por que no pasas de una vez?— exclamó con un volumen de voz tan alto que hizo que la pobre chica tras la puerta se estremeciera.
Buenas noches! Reiji, tanto tiempo... — las muchacha pronunvió las ultimas palabras con especial ímpetu.
A que has venido?— preguntó el joven vampiro, que aun seguía tomando a pequeños sorbos su "té".
Aun haces eso?— preguntó la muchacha— Finjir que tomas té, cuando en verdad es sangre?
Reiji dejo la taza que llevaba en mano sobre la mesita de noche y se giro hacia Andoria, que ya sentía impaciencia.
Tu lo hacías antes... — dijo acercándose a Andoria— a demás no veo por que pierdes tu tiempo y haces que pierda el mío, con este estúpido intento de que te dé la bienvenida.
Lo sé, jamas esperé un abrazo de tu parte... —dijo esto con mucha sinceridad, nunca hubiese pensado que Reiji correría hacia ella con una sonrisa y que la abrazaría por su llegada, pero eso no borraba el hecho de que quisiera ver su rostro.
Entonces vete, busca a quienes si le alegre tu visita— dicho esto se dirigió a su silla y retomó su tiempo de "té".
Andoria sonrió sin ganas, cruzó nuevamente la puerta hacia el pasillo y la cerró tras de sí. Recorrió las manos por las paredes y estas se volvieron rojo carmesí, el empapelado había vuelto a relucir y los pasillos parecían más amplios.
En ese piso no habían más personas, lo podía sentir. Bajo sin cuidado por las escaleras, una tras otra, hasta llegar al oscuro sótano, que alguna vez había sido su habitación. En aquel momento habría encontrado al entrar una fina puerta de madera tallada como bienvenida y unas paredes adornadas con empapelado dorado, sin embargo ahora la falta de iluminación tapaba en una inmensa nube de oscuridad la habitación. La humedad había corroído la madera y el tallado había perdido forma, a su vez el empapelado se había ido descascarando también. Entró con disimulo y busco con su tacto algún interruptor de luz.
No había ninguno.
Andoria se animo a andar en la oscuridad, después de todo conocía muy bien ese lugar de la casa. Había dormido años en ese lugar. De ves en cuando se interponía uno que otro mueble en su camino, sin embargo su vista nocturna le permitía advertirlos y asi poder evitarlos según iban apareciendo.
Andoria se detuvo de golpe.
Andoria mantuvo silencio y sonrió, Shuu seguía intentando dormir. Andoria lo vio con ternura y familiaridad. Shuu estaba recostado en un sillón viejo y encima de su rostro mantenía un pañuelo blanco.
La joven se sentó con delicadeza al costado del vampiro. Acarició su rostro con  ternura y sintiendo lo fría de su piel.
Se quedo un largo rato mirándolo, observando cada rasgo que diferenciara a este Shuu con el antiguo que había dejado ella atrás.
Lo dejo descansar y decidió no molestarlo más, despertarlo seria muy desconsiderado de su parte y no podría soportar verlo enfureserse.
Cogió valor para levantarse del sofá y siguió su camino hacia la habitación de Raito.
Dejado atrás el sótano y las crueles bienvenidas, Andoria se dirigió a la sala de música... Había sido uno de sus lugares favoritos en toda esa casa, los maderos gigantes que resguardaban la entrada se mantenían intactos y firmes, con sumo cuidado la chica abrió una rendija de la puerta y escuchó el sonar tan triste del piano. Raito se encontraba tocando frente al instrumento. Su melodía era tan triste y melancólica que embriagaba a todo el ambiente con un sentimiento de culpa y fatalidad.
Andoria camino lentamente hacia el joven, llegó hacia él con intenso cuidado y enrolló sus brazos en su cuello.
Percibió nuevamente su olor y su calor, percibió con desanimo los años que habían estafo separados.
Raito volvió la mirada, para verla a la cara y poder amarla.
Andoria acercó poco a poco su rostro hacia el de él, sintió en un segundo sus labios chocarse y la música parar, dejando tan solo al roce intenso de sus labios y a las caricias adornar el momento.
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Espero les haya gustado el capitulo, siento no actualizar mucho.
Pero a partir de ahora intentaré publicar mas seguido...
Denle click a la sensualona estrellita..
Katherine te prometo que estarás en el próximo capitulo como potencial pareja de Shuu.
(Sigue en pie la opción de las chicas por ser parte de la historia con cualquier vampiro que elijan, menos Raito y Shuu, pues ya están separados)
Gracias por leer...
°Sele-chan°

Drink from me -SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora