FULL MOON {Raura/Rydellington}

Capítulo XVIII

«A una semana de la fiesta de Halloween»

Todavía no había oscurecido por completo, y no me sentía agotado como en cada entrenamiento. Ross y yo descansábamos debajo de un gran árbol.

—Eh, Ross...—Rompí con el silencio—¿Puedo preguntarte una cosa?

Dudó unos segundos antes de responder.

—Claro.

— ¿Fue duro?—pregunté—. Me refiero al cambio, ¿cómo fue el primer año cuando te...ya sabes?—rasqué la parte posterior de mi cabeza.

Ross exhaló fuerte.

—Al principio lo fue, supongo. Todo cambio es duro; es como la pubertad, ¿no crees?—asentí porque tenía razón y siendo sincero la pubertad era un cambio horrible, creo que resultó menos doloroso la licantropía—...Mi primer año siendo...un lobo fue algo complicado, deseaba cosas que ahora aborrezco...

— ¿Quieres decir...?

—Matar. —Contestó mirando al vacío. Tragué saliva—. Eso no te pasará—respondió a mi pregunta no formulada.

— ¿Cómo puedes estar seguro? ¿No todos pasan por lo mismo?—pregunté con un hilo de voz. No quería imaginarme esa clase de cosas.

—Escúchame, Ellington. Tú licantropía no te hará ni mejor ni peor que los demás...mi situación fue diferente, de cierta manera. Desde que Stormie y Mark me acogieron yo fui muy reservado, sólo quería desaparecer, huir de todo este mundo y saber que yo era diferente me hacía odiarme aún más...—dijo con voz ronca como si detestara recordarlo.

—Uhmm...yo...lo siento, no quería que tú lo recordaras.

—No importa. —Sacudió la cabeza. Se levantó, y quitó el polvo de sus pantalones—. Sigamos con el entrenamiento.

—Vamos, puedes hacerlo más fuerte—se burló Ross de mi ridículo intento de golpearlo.

—Eso hago, es difícil genio—mascullé en un vago intento de empujarlo.

— ¡Vamos, es fácil!—decía con orgullo.

Nos detuvimos un segundo. Tomé una bocanada de aire mientras Ross se estiraba.

— ¿Cómo llevas la transformación?—preguntó Ross. Decidimos caminar de regreso a casa de él, ahí vería a Rydel un rato.

—Supongo que mejor de lo que creí...—respondí—sí me hubiese quedado con Zack quizá fuese diferente.

— ¿Diferente?—preguntó Ross.

—Quiero decir, Zack no me trataría bien, sólo sería parte de su manada...en cambio tú, eres mi amigo. —Ross no respondió nada, a cambio asintió como forma de agradecimiento supongo.

Llegamos a tiempo record a casa de Ross. Sus padres no se encontraban, yo me senté en el sofá de la sala de estar.

— ¿Y las chicas?—pregunté al cabo de que Ross se sentó en el otro sofá. Encendí mi móvil y apareció un mensaje de Rydel diciendo que había salido con Laura a comprar unas cosas—. Ya se ha contestado mi pregunta—reí—. Hey, Ross—hablé en tono claro y serio. Ross me miró receloso—, ¿por qué nunca le dijiste nada a Rydel, sobre eso?