Anastasia.
Aquí no pasó nada.
No recuerdo el fallido beso de Christian.
No recuerdo que bailé únicamente con él y él conmigo, el resto de la noche. Mucho menos recuerdo como de manera muy discreta aferraba sus manos a mi cintura y poco a poco las bajaba, terminando o en la parte baja de mi espalda o en mis caderas, y cuando eso pasaba tomaba posesión de mi cuerpo; imponía el ritmo en mí de tal forma que podía sentir el calor entre nosotros, ese aire caliente cargado de tensión, mientras su nariz perfecta chocaba en el lóbulo de mi oreja, su exhalación brusca golpeaba mi cuello. Pude sentir su cuerpo tan pegado al mío, tan acogedor y jodidamente bien formado cuerpo.
¡Dios mío! No lo admitiré en voz alta pero todo eso fue excitante y estúpido a la vez. Kate me ha contado ciertas cosas de su vida sexual, y gracias a eso sé que lo que le ha sucedido a mis bragas ésta noche no había pasado antes y eso me tiene avergonzada.
¿Debo sentirme mal por ello?
¡Es Christian Grey!
Christian me ha provocado todo eso y no debería ser así. Estoy contrariada. ¡Agh! ¿Por qué Christian? ¿Por qué no puede gustarme alguien más que no sea el chico que se folla a las populares de la universidad y que vive conmigo?
Pero dijo que le gusto. Eso significa algo, ¿no? O tal vez estoy pensando demasiado las cosas y me estoy haciendo ideas equivocadas. ¡Sí! Eso es.
Pero... ¡Christian! Santa Madre. El chico sabe moverse.
Sus palabras. Sus envolventes palabras acompañadas con todos esos movimientos tocaban algún punto oscuro de mí que nadie nunca había tocado y que ni yo sabía que existía, me hizo vibrar de pura emoción. Y cuando sus labios besaron mi cuello, fue la gota que derramó el vaso. El alcohol en mi organismo y Christian besando mi cuello no son una buena combinación... son la mejor. Perfecta. Jodidamente perfecta. Y eso tampoco lo aceptaré en voz alta. Podía escuchar el golpeteo de mi corazón por todo el lugar junto con su respiración.
¡Ah! Bendito Christian.
Debería odiarlo. ¡Es mi compañero de piso! Mi compañero de piso más guapo que un actor de Hollywood... esperen, estoy exagerando. ¡No! No lo hago. Es el alcohol hablando por mí.
Intentó besarme de nuevo mientras bailábamos pero Kate llegó en el momento justo y me arrastró hasta la terraza para darme una lección de sexo seguro no pedida. Me sentí frustrada.
Obviamente cuando regresé al apogeo de la fiesta, busqué a Christian y como era de esperarse, tenía un montón de chicas a su alrededor... de nuevo.
Y desde entonces estoy enfada con él. Yo sé que él no tiene la culpa de que las chicas lo sigan pero me molesta. No volví a dirigirle la palabra, inclusive en nuestro regreso a casa, el silencio abismal se formó de nuevo entre nosotros. Solo volteaba a verme desconcertado con su carita bonita. —¡Vamos, Grey! Tú sabes lo que me sucede—.
Son las seis de la mañana de un sábado. Llegamos al departamento hace media hora. Cuando aparcó en el estacionamiento di las gracias por el viaje como la persona educada que soy, y salí corriendo a mi único lugar seguro, mi habitación.
Soy patética.
Y mi boca está seca.
Soy una patética con la boca seca.
Me desvisto, cambio por la camisa de gran tamaño con la que suelo dormir y pantalones deportivos cortos.
Christian.
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Así empieza
ФанфикAnastasia Steele y Christian Grey, se vuelven compañeros de piso. Una Anastasia: tranquila, serena. Un Christian: vivaz, con una reputación entre las mujeres, el típico joven universitario. Anastasia es una chica distinta a lo que Christian Grey ac...