Anastasia.
—Así que... ¿A dónde nos dirigimos? — Pregunta Christian. El conducirá.
—Saint Paul— Abre la boca en sorpresa.
—Eso queda a una hora de aquí.
—¿Tienes algún problema con eso? —Arruga su perfecta nariz.
—No, ninguno.
Pone el auto en marcha.
Christian preparó en la cena: spaghetti con albóndigas, debería ser chef ¡Cocina delicioso! Y él disfruta mucho cocinar, no ha dejado que yo guise algo para él, aunque me gustaría. A mí me toca lavar los platos, es lo justo; él cocina, yo lavo los platos y en ocasiones el cocina y lava los platos. No tenemos ningún problema con eso. Solo por esta ocasión nadie los lavó, vamos tarde, muy tarde y el camino es largo. Christian tardó más en arreglarse ¡Por dios! No es la gran cosa y salió muy bien vestido. Lo digo en serio. Debo admitir que se ve demasiado bien, y eso me preocupa, puede conocer a alguna chica y yo terminaría regresando sola a casa.
Ni siquiera sé si podría regresar a casa.
—Si flirteas con alguien, ¿me darías las llaves de tu auto para regresar?— Tenía que preguntarlo.
Vuelve su rostro a mí con una risita nerviosa—¿Si flirteo con alguien? ¿A qué viene eso? No lo haré— Frunce el ceño y continúa con la mirada en la carretera.
—Ya sabes... conoces a alguien. Te gusta. Puedes irte. No tendré como regresar.
—Repito: no lo haré.
—¡Oh! Vamos Christian, ¿te viste en un espejo antes de salir?— Sonríe.
—No.
—Por supuesto que sí. Una persona normal no puede verse así sin un espejo.
Alza las cejas—¿Tan bien me veo?
Ignoro su pregunta.
—¿Me darás las llaves?
—Ana, voy contigo. Regreso contigo.
—Lo sé, pero lo dices ahora, en la fiesta quizá cambias de opinión.
—No lo haré, lo prometo— Coloca su mano derecha en su pecho —Lo prometí.
—Está bien.
Pongo mi atención en la ventanilla.
Es difícil concentrarse.
El olor de su perfume me abruma. Es una mezcla entre... no lo sé, básicamente su olor grita: ¡Tienes que voltearme a ver! Y quiero hacerlo.
Piensa en otra cosa Anastasia.
¿Escuela? No.
¿Mi familia o lo que queda de ella? Si eso.
Extraño a mis padres, la última vez que hable con ellos fue en mi cumpleaños; hablaron para felicitarme, ambos están bien. Creo que Ray está saliendo con alguien, me alegro por él, quedó muy mal cuando mamá lo dejo por su compañero de trabajo. Y Carla, está intentando llevarse bien con el hijo de Bob, ambos dejaron a su matrimonio anterior por casarse y Bob traía consigo un niño de diez años. No la culpo, las cosas con Ray ya no eran las mismas y las peleas entre ellos aumentaban cada día más, por eso tome la decisión de estudiar en Vancouver.
La suavidad de unos dedos pasando por mis mejillas me despierta.
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Así empieza
Hayran KurguAnastasia Steele y Christian Grey, se vuelven compañeros de piso. Una Anastasia: tranquila, serena. Un Christian: vivaz, con una reputación entre las mujeres, el típico joven universitario. Anastasia es una chica distinta a lo que Christian Grey ac...