—Eres un maldito estúpido.
—No es tu asunto, Miller.
—¿No es mi asunto?— Bufó —Entonces debería dejar de cuidar a Ana por ti, porque no es mi asunto.
—Tienes que continuar con eso— Refunfuñé.
—Llevas más de un semana comportándote como un patán con ella, ya ni siquiera quiere hablar de ti conmigo y yo no sé qué hacer, joder, ayer casi se pone a llorar cuando te vio con la zorra de Amber— Negó —No sé qué mierda pasa por tu cabeza Grey, pero si al menos vas a dejarla ten la decencia de decírselo y no pasearte por los pasillos con otra.
Aquello me dolió más de lo que esperaba sin embargo tenía que continuar con esto. Las palabras que Scott me gritó la otra noche seguían rondando mis pensamientos. No podía estar enamorado de Ana, me negaba aceptarlo y sé que alejarme de ella era la mejor solución.
El amor no es para mí, ya se lo había dicho y aún así aceptó lo nuestro.
—¿Sabes qué?— Continuo —No sé para qué diablos quieres que la cuide si al final del día no estarán juntos y dudo mucho que Ana quiera mantener una linda amistad conmigo.
—Es temporal.
Ben se movía de un lado para otro en el salón vacio.
—No lo entiendo— dijo, frustrado —¿Moliste a golpes a Scott por nada? Bien, Grey. Muy bien hecho.
—Sólo defendía el honor de Anastasia— Aplaudió sarcástico.
—Oh Lancelot, no debiste molestarte.
—Sí, sí, búrlate.
—Lo hago, Lance— comenzó a guardar las anotaciones de la clase en su portafolio mochila —¿Qué más quieres que haga? ¿Quieres que la enamore y así consigo que te olvide? Pobrecillo, debe ser muy difícil vivir con alguien que se enamoró de ti.
—Ni se te ocurra, Miller— Gruñí —Ella no.
—¡Woah! ¿No es eso lo que quieres?
—No, carajo, sólo quiero que la cuides.
—Venga hermano, no quería decírtelo pero... Anastasia es muy bonita y su trasero, joder, qué buen cuerpo— sonrió —Y ya que te estás follando a la tetona de Amber, deja que busque una oportunidad con Ana.
Contrólate, Grey.
No pude.
No puedo cuando se trata de Ana.
Tomé con brusquedad el cuello de su camisa mientras me repetía mentalmente que Ben lo hacía por joderme, sí, lo hacía por joderme. Intenta provocarme. Es el único que sabe que ella es mi talón de Aquiles. No tenía que hacerle daño pero no podía quitar mis manos de él, odiaba escuchar que alguien más la deseara.
Anastasia es mía.
—Vamos Lancelot, golpea— señalo su ojo —Justo aquí. Dámelo, defiende el honor de Ana.
Maldita sea Grey, contrólate.
—¿Cuál es tu maldito problema? Tú querías que volviera a ser como antes, ¿no? De vuelta al ruedo de donde no debí salir.
—Esa chica es ahora mi problema— Gruñó —Ella te hizo un bien en medio de una pelea... tú sabes por todos los malditos problemas por los que pasaste para controlarte, y ella sólo te tocó y frenaste.
—No quería lastimarla— Grito.
—Por supuesto, ¿recuerdas cuando golpeaste a Mia? Tú hermana, Christian.
—Fue un accidente.
—Y aún así continuaste con tu pelea.
—Era un adolescente— solté su cuello —No sabía lo que hacía.
—Ahora sabes lo que haces y la otra noche no ibas a parar, lo sabemos Christian. Si no fuera por Ana, Scott estaría en el hospital— Acomodo su camisa —Sé lo que dije antes, me equivoqué... no estás para regresar al maldito rodeo, pero ese ya no es mi problema— tomo su mochila —si vas a dejarla confío en que te mudarás de ese lugar. Ana ya tiene mucho con verte con la promiscua para que tú tengas el descaro de seguir viviendo ahí.
—Yo... no-no me estoy follando a nadie. No lo hago— Solté, me sentía tan agotado casi como si hubiese corrido una maratón —No hay nadie más.
—Voy a cuidarla— tragó —no porque me lo pidas, sino porque quiero.
—Gracias— Exhale.
—Incluso de ti— murmuró y salió de ahí antes de siquiera responderle.
Joder.
Anastasia
He de confesar que ésta semana y media que ha pasado desde la riña ha sido un asco.
Cuando Christian tomó aquellas respiraciones y volvió a ser él, realmente volvió a ser él. El viejo Christian. El Christian que conocí. No, no el Christian compañero de apartamento y 'novio'. El Christian que toda la universidad conoce.
Verlo de nuevo con aquella rubia era lo único que faltaba para abrir la válvula de mis lágrimas. Soy demasiado patética que llegué corriendo al baño para soltarme a llorar. Ben había dicho que Christian cambió, yo estaba segura de ello y de pronto cambió de nuevo ignorándome y paseándose con aquella rubia bonita, sólo porque Ben estaba junto a mí aguante llorar pero hoy... simplemente ya no pude.
Terminaré ahogándome con todos estos sentimientos.
Lo odio y me odio por quererle.
Chiquito pero bonito.
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Así empieza
FanfictionAnastasia Steele y Christian Grey, se vuelven compañeros de piso. Una Anastasia: tranquila, serena. Un Christian: vivaz, con una reputación entre las mujeres, el típico joven universitario. Anastasia es una chica distinta a lo que Christian Grey ac...