Anastasia
—¡Halloween!— Kate movió sus dedos como si hubiese dicho la mejor cosa del mundo —Todo el mundo ama el Halloween.
—Kate, en serio, no me apetece ir.
—Christian irá, lo sabes ¿verdad? —Rodé los ojos, era el único motivo que venía diciendo los últimos treinta minutos para que yo accediera a ir.
—Sí, lo sé.
—Entonces... ¿cuál es tu problema, chica?— se cruzó de brazos —¿No te ha complacido lo suficiente?
—¡Kate!
Comienza a reír desmesurada.
—Sí, ya sé, Christian y yo aún nada de nada, eres más virgen que el aceite, no tienes que recordármelo— Mis mejillas ardieron —Y hoy podría ser tu gran noche.
—No, no pienso ir.
—Oh, entonces supongo que no te importa que un montón de universitarias vestidas de conejitas playboy, colegialas y catwomans se la pasen detrás de él— Alzó las cejas —¡Pobre Christian! Qué sufrimiento pasará.
—Sé lo que haces.
—¿Yo? No hago nada, solo siento pena por el pobre hombre— sonrió —Vamos Ana banana, será divertido, Christian y tú pueden ir vestidos como pareja.
—No me lo puedo imaginar. ¿Jack va contigo?
—¡Sí! ésta noche será el profesor guapo y yo la alumna traviesa— gruñe —y si vas, puedes ser la delincuente sexy y Grey el policía guapo que te arresta. Con un poco de suerte te da con su macana.
—¡Katherine!
—Oh vamos, en algún momento sucederá.
—¿Cómo estás tan segura?— Y eso que aún no le cuento lo del otro día en el baño de Christian, ¡Dios! Él realmente se sentía mal y mi mente solo lograba desviarse a aquellos pensamientos que por suerte se quedaron en eso.
Guiñó un ojo muy a su estilo.
—Te lo he dicho, vives con él. Y aunque no quieras reconocerlo sabes que tengo razón— señaló mi rostro —mira que te has puesto roja solo de pensarlo.
—N-no pensé en eso.
¿A quién quiero engañar? No puedo sacar de mi mente ese día y lo que pudo haber sido de no ser porque Christian se encontraba mal. ¡Y peor aún! Los días posteriores a eso, él solo lo hizo peor, en más de dos ocasiones lo pillé observando mi pecho descaradamente y cuando se veía atrapado por mí, me otorgaba su perfecta y arrogante sonrisa.
—Como sea— tiró de mí al estacionamiento de su departamento —No dejaré que te quedes en casa como una ostra— abrí la boca para protestar —y más vale que no te quejes, Anastasia.
Suspiré, no sé en qué momento me pareció divertido o siquiera prudente venirla a visitar exactamente en Halloween. ¡Oh sí! Lo recuerdo, intenté escapar de Christian y su insistencia de que lo acompañara a la fiesta de ésta noche.
Tal parece que no tengo opción.
—¿Tengo que vestirme como prostituta?— Protesté por quinta vez.
Hemos visitado al menos diez tiendas departamentales probándonos esto, aquello, y sinceramente nada me convence, Kate insiste en que use ropa diminuta que en lugar de ser un disfraz es mera ropa interior.
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Así empieza
FanfictionAnastasia Steele y Christian Grey, se vuelven compañeros de piso. Una Anastasia: tranquila, serena. Un Christian: vivaz, con una reputación entre las mujeres, el típico joven universitario. Anastasia es una chica distinta a lo que Christian Grey ac...