Broken Arrow (Adam Lambert FanFic Parte II) HIATUS

7.- "Echarte de menos."

Me desperté ante la molestia que me provocaba el Sol entrando por la ventana. Si había algo que odiaba era eso, despertarme pronto sabiendo que no aprovecharía el día.

Esa era mi rutina, despertarme y no hacer nada productivo, aún así disfrutaba como nunca. Había conocido a gente nueva y mi vida era otro nivel. Aún así quedaban pequeñas pinceladas de mí que querían volver a la música, volver a todo lo que me destruyó una vez.

Las llamadas de Nathan y Brooke hacían todo mucho más complicado, aunque en cierto modo había aprendido a ignorarlo todo.

"Ha amanecido demasiado pronto." Se quejó Dylan con una sonrisa y tapándose los ojos.

Yo me acurruqué a junto a su cuerpo sabiendo que él me acogería entre sus brazos. Puede que no fuera amor y que nuestros cuerpos desnundos no fueran más que el producto del deseo, pero se sentía bien.

Dylan era un buen chico, problemático pero noble. Había llegado a plantearme algo con él, pero nunca pasaría de aquello, ya había aprendido la lección.

Minutos después de convatir la pereza y la resaca del día anterior, nos levantamos de la cama. La verdad que odiaba eso, nunca me había gustado que nadie me cuidase pero él era un cabezota de cuidado, ya me lo había demostrado varias veces en los últimos días y siempre acababa haciéndome callar.

Todo empezaba con algo como "No quiero quedarme esta noche, iré a un hotel." Y acababa con él reprochándome que debía quedarme en su casa y un movimiento de savanas que acababan en euforia porque, según él, el dinero no era un problema.

Me resultaba raro el hecho de que alguien como Dylan, que no dedicaba tiempo al trabajo ni a nada excepto al gimnasio y a las motos, tuviera esa cantidad de dinero.

En un principio pensaba que lo mismo lo robaba o estaba metido en problemas con las drogas... nada tenía sentido. Había preguntado a un par de amigos suyos pero ellos no sabían mucho, solo que tenía dinero y punto.

"¿Quieres que vayamos a comer algo por ahí?" Preguntó. "Conozco un italiano a unas calles de aquí."

Dylan se colocó una camiseta encima mientras esperaba mi respuesta con cierto entusiasmo, algo impropio de él.

"No tengo mucho dinero aquí ahora-..."

"Alice sabes que ese no es un problema." Me interrumpió agarrando mis manos entre las suyas.

"No me gusta que me pagues las cosas." Reproché en un tono serio.

"Y a mí no me gusta que tú las pagues..." Protestó entonces él y yo exploté.

"Ese es el maldito problema Dylan, ¿Cómo estoy yo segura que no soy yo la que debería invitar? No trabajas, ¿Cómo sé yo que no tienes un problema económico?"

Él me dedicó una sonrisa torcida y luego se cruzó de brazos jugueton, demostrando de nuevo su carácter pasota.

"No necesito trabajar."

"¿Y eso por qué?" Le desafié.

Mi pregunta no le gustó. Fuera lo que fuera nunca le había contado eso a nadie y, de alguna manera en otro escenario, eso estaba poniendo a prueba nuestra confianza.

Y como me esperaba agachó la cabeza, apretó los puños y se mordió la lengua luchando por no contarme lo que estuviese escondiendo.

"Me equivoqué pensando que no eras como tu gente Dylan. No sé por qué llegué a creer que realmente no estabas metido en nada." Mis palabras pesaron sobre su cuerpo y no tardé en cabrearme. "Se me ha quitado el hambre."