Recuerdo que la primera vez que abriste los ojos tras todo lo sucedido yo no estaba a tu lado, pero sí tu madre, que había acudido a la mañana siguiente.
Al salir de la habitación en la que estabas, todos pudimos ver las lágrimas en sus ojos.
—No sabe quién soy... —murmuró y se tapó la cara con ambas manos, rompiéndose por completo ante nosotros.
Al poco tiempo un médico salió tras ella aunque apenas me acuerdo de su voz: —...le he hecho varias preguntas... no recuerda nada de su vida anterior... no sabe dónde está... —y siguió explicando cómo habías olvidado todo y qué debíamos hacer, pero simplemente dejé de escuchar.
Habías perdido la memoria.
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Kháos. Primer libro.
Short StoryEs fría y lejana, pero es mi satélite al fin, y me deshago en polvo de estrellas por ella. © 2015. Iulia Kosztandi. Todos los derechos reservados.