Recuerdo que después de lo que había presenciado, me sequé las lágrimas con el dorso de la mano mientras bajaba las escaleras casi a ciegas...
Tras vagar entre el gentío decidí que iría a sufrir a un sitio más íntimoy volví a casa sin esperar que me echaras en falta o te pararas a pensar en mi.
Cosa que sé con seguridad que no hiciste.
En el camino intenté tragar mi propio corazón repetidas veces para que no se me saliera por la boca y me dije que debía mantenerlo dentro de mi, aunque latiendo sin sentido.
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Kháos. Primer libro.
Historia CortaEs fría y lejana, pero es mi satélite al fin, y me deshago en polvo de estrellas por ella. © 2015. Iulia Kosztandi. Todos los derechos reservados.