X. Alex & Nico

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K A Y  D I  A N G E L O

Alex caminaba en silencio junto a mí. De vez en cuando, yo le daba una mirada para saber si se encontraba realmente bien. Y por lo que parecía, lo soportaba. Sonreí al suelo ligeramente recordando todo lo que había pasado hasta que llegué al campamento. En unos minutos, habíamos llegado a la cabaña de Hades, rey del Inframundo.

Le dediqué una mirada a Alex, quién asintió. Suspiré, y toqué la puerta exactamente tres veces:

—¡Largo!— gritó la voz de Nico dentro.

Alex arqueó las cejas con una expresión que no pude descifrar—Encantador—ironizó.

Sonreí negando con la cabeza—¿A que es adorable, Alex?— sonreí

—¡Un cretino! ¡Eso es lo que es!—respondió altamente y cruzándose de brazos.

Reí.—¡Si solo me van a insultar, se pueden ir! ¡A menos que quieran ir al Tártaro!

Ambas, Alex y yo, nos miramos. Luego a la puerta, y entramos.

Nico me observó furioso—Nico. ¿Escuchaste eso?—pregunté asombrada.

—¿Cómo no escucharlo?—preguntó molesto rodó los ojos.

—Es que yo estoy muerta—dijo Alex, Nico abrió los ojos.

—¿Quién dijo eso?— preguntó.

—Alex—dije sonriendo—Ella murió hace unas horas y es una sombra.

—¿Una sombra?- repitió confundido.

—¿Hades no te explicó?.  Supongo que no...Una sombra es un alma menor de 20 años que han elegido servirme. Un alma menor de 20 puede elegir entre servirme hasta que yo diga o irse al reino de Hades a ser juzgado. Alex, la chica que escuchaste es una sombra—me encogí de hombros.

Nico frunció el ceño.

—¿Me estás tomando el pelo?—preguntó enarcando una ceja,

—No, no lo está haciendo—habló Alex examinando su cabaña—¿Eres un vampiro?

Nico ignoró el comentario.

—¿Por qué no la veo?— preguntó extrañado—Soy el Rey de los fantasmas. Yo debería ver cada fantasma, o sombra cómo dices.

Fruncí el ceño pensando, tiene sentido.

—No lo sé, ciertamente. Supongo que no se deja ver, o tal vez la ignoras.

Nico asintió.

—Nico, Ella es Alex Russo, Sombra—la presenté— Y Alex, él es Nico Di Angelo, hijo de Hades, Dios del Inframundo. Si algo malo me pasa quiero que avises a Nico inmediatamente, ¿Okay?— aclaré.

—Sí, Mi señora.

Rodé los ojos—Suena raro, llámame Kay. Vamos a pasar mucho tiempo juntas, seremos buenas amigas— ella sonrió.

—¿Por qué a mí?— preguntó Nico fastidiado.

—Porque tu puedes escucharme, y verme—obvió Alex.

Reí, pero paré instantáneamente—¿Te vé?

Nico asintió rodando los ojos—Dejé de ignorar su existencia.

Alex fulminó a Nico con la mirada por el uso de su vocabulario. Pero no dijo nada. 

—¿Cuándo te quitaste la camisa?—pregunté extrañada. 

No había notado su ausencia de camisa hasta ahora.

—Desde que llegaste no tengo puesta una.

Ah... Es que esto era importante, Te queda muy bien ese estilo...Deberías ir más seguido sin camisa—mordí mi labio.

 Nico intentó ignorar mi comentario, pero no lo logró. Se sonrojó.

—Kay, voy a visitar mi ex en la cárcel, ¿Crees que pueda asustarle?—preguntó malvadamente.

Enarqué una ceja.

—No lo sé, soy nueva en todo esto—reí—Supongo, pero no sé si tienes el suficiente poder para eso—terminé con pena diciendo.

—Esta bien—guiñó un ojo.

Desapareció sonriendo. Nico yacía con cara de perro encima de su cama, sin camisa. No pude evitar observar sus abdominales, y esperaba no sonrojarme. Decidí hablar para alejar cualquier pensamiento que no debería tener: 

—Deberías abrazarme—sonreí perversamente.

Mhmmm...No, creo que no—sonrió.

Abrí los ojos y subí ambas cejas de la emoción.

—¡Sonreíste!—sonreí más. Él dejó de sonreír— ¡Oh, vamos!— exclamé—¿Qué tengo que hacer para que el sexy Nico Di Angelo sonría?—dramaticé.

Mhmm... No sé, ¿ Qué tal contarme por qué usas mi apellido?—contestó sarcástico mientras yo rodaba los ojos.

Ay Nico—suspiré—Eres molesto, ¿sabes?—me lanzé a su cama— Es raro que no me hayas gritado— dije extrañada.

—Me controlo—explicó sero.

Sonreí—Pues no te controles—contesté pícara.

Nico rodó los ojos, dándose la vuelta hacia su armario.

—Pervertida— murmuró.

—¡Te escuché!—exclamé frunciendo el ceño, pero con un toque divertido.

—Eso pretendía.

Solo reí.

N I CO   D I   A N G E L O

—Eso pretendía—sonreí mientras abría la puerta del armario.

Kay rió. Hice un gran esfuerzo en no reír junto a ella, su risa era contagiosa y extraña.

Busqué una camisa. No había muchas para elegir, ya que todas se parecían.

—¡Pásame una camisa tuya!—exclamó Kay.

Fruncí el ceño—¿Por qué?—me giré hacia ella.

—Te dije que te saldrán arrugas—bromeó.

Seguí con mi mirada.

Ella rodó los ojos.

—Hoy duermo contigo—explicó risueña.

—¿Qué?

—Que duermo contigo...Lou me despierta con explosiones—hizo un puchero.

Enarqué una ceja—Y si te quedas Lou sabrá que no estás aquí— me encogí de hombros.

Nah, le digo que salí a caminar temprano—sonrió—¡No dijiste que no!

Rodé los ojos, y fruncí el ceño.—No. Te vas—contesté secamente cerrando la puerta del armario.

Mhmm no—sonrió retándome.

—¡Largo!— grité.

Ayy—suspiró sonriendo—Que lindo, ya extrañaba tus gritos—ignoré el comentario—Hay algo que pueda hacer para que me pueda quedar, ¿no?—preguntó haciendo un puchero. Movió su su cuerpo quedando boca abajo y subiendo sus piernas.

Pensé mi respuesta—Sí.

Se levantó y se sentó emocionada—¿Qué?.

—Dime sobre por qué usas mi apellido—sonreí sarcástico.

Dejó de sonreír.—Bien te lo diré.

—Di— esperé a que empezara a hablar.

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Estoy haciendo una novela de Leo Valdez se llama ''Sueño Contigo'' les dejaré el primer cap y díganme que les parece pliiss

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Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora