Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||

XVIII. ¿Es Enserio, Nicolas Shor Di Angelo

K A Y L A D I A N G E L O

Luego de la escena dramática que el hijo de Hades y yo montamos, decidimos empezar en crear el cuerpo. Pero debía admitir que estábamos totalmente perdidos sobre como empezar o qué hacer.

Fruncí mi ceño-¿Y si le pedimos ayuda a Leo?-era una buena idea.

-¿Para qué?-replicó secamente y frunciendo el ceño.

Ladeé la cabeza en indignación-Porque somos un desastre.

-No está tan mal-se encogió de hombros.

-No hemos hecho nada-me crucé de brazos.

-¿Por qué le quieres pedir ayuda a Leo?- preguntó molesto, sus ojos se volvieron negros, bastante.

¿Aún se pone celoso del latino? ¿Acaso iba a saltar a los brazos de él y llamar a Festo "hijito único de los sexys Kayla y Leo"?

-¿Es enserio Nicolas Shor Di Angelo?-solté con un tono entre gracioso y enfadado.

-No me llamo Shor-replicó furioso. Giré mi cabeza hacia arriba buscando paciencia.

Suspiré-Está claro, sino serías perfecto-rodé mis ojos-Si no quieres vete, pero yo iré a por Leo-hablé molesta y cansada.

Decidí dar media vuelta y empezar a caminar hacia la salida de la cabaña. Pero paré en seco, ¿¡ES QUE NO IRÁ A POR MI?! AHJ Hombres. Luego de reconocer de que nada iría pasar. Salí la puerta limpiándome la cara con un pañuelo, sentía la mirada de varios campistas, incluso la de Lou, pero la de la última no me molestaba, ya que sabía lo que yo iba a hacer.

Había encontrado a Leo, quién caminaba tranquila a dirección de su Bunker, o al menos eso creía-¡Leo!-exclamé decidida.

El latino se giró a verme-¿Sí, bella dama?-no pude evitar reír levemente y sonreír.

-Necesito que me ayudes en algo-pedí.

Este ladeó su cabeza extrañado-¿Qué es?-preguntó curioso, pero en su mirada había picardía que me hizo ruborizar.

Reí-Ven y te explico-le extendí mi mano y este la agarró. Empezamos a caminar y pasó su brazo por encima de mi hombro-de manera fraternal- y seguimos hasta llegar a la cabaña mientras le explicaba mi cometido.

-Así que vas a hacer le un cuerpo con arcilla a Alex y quieres que te ayude a hacerlo-repasó todo lo que dije.

-Exactamente.

Analizaba todos los lados, pero no había rastro de Nico Di Angelo en ningún lado.

-Okay. Te ayudaré-respondió luego de unos segundos decidido.

Me giré bruscamente hacia él-¿Enserio?

-Si ¿Por qué no?-sonrió.

Salté hacia él y me colgué-¡Ay, gracias Leo!

-Si querías saltar a mi solo deberías decirlo-rió con doble sentido.

Le correspondí la risa y me ruborizé. Dejé mis piernas en el suelo.

Giré mi mirada-No te molestes-rió más fuerte.

Leo abrazó mi cuerpo mientras reía y besaba mi mejilla de una manera fraternal. Pero una tos nos separó. Mirámos a la puerta para encontrarnos a Nico de brazos cruzados, sus ojos estaban extreamadamente negros, volví a sentir miedo de él.

-Está celoso-susurró Leo en mi oreja.

Me ruborizé en parte por su cercanía y por Nico, que fruncía el ceño.