XXXIX. ¿Qué?

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Si, mi camara es kk

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Si, mi camara es kk. Ven eso? Es el número de votos de esta historia, ha bajado bruscamente. Tambien la mayoria no termina de leer los caps enteros, y los comentarios ni hablar. Ya no tienen el mismo interés, no? Me duele bastante porque me mato escribiendo para hacer disfrutar a los demás porque AMO escribir, y es que cuando tienes mas o menos muchas visitas al principio y muchos comentarios diciendo que es genial y que la tengo que seguir, derrepente dejan de venir, te hace sentir como que ya no es lo mismo y que lo hago mal. Seguiré escribiendo, obviamente, pero puede que tarde en subir porque no me siento animade.

Y es que no exagero, allí hay dos fotos del cambio.

Me odio por no actualizar, pero me he mudado a Inglaterra y me tengo que esforzar mas y llego mas cansade y... No he tenido tiempo, pero por esperar tanto, haré algo por ustedes, que les gustaria? xD.


O M N I S C E N T E

Kamila mordió su labio con furia y desesperación. ¿Qué les diría? ¿Que por culpa de todos ellos Kayla, la chica de la profecía, había desaparecido? Eso sería patético, aunque ya lo era. Sintió una lágrima de rabia bajar por su mejilla derecha mientras entraban por la entrada al campamento.

  —¡Ya han llegado!— exclamó Dana Thomson, una hija de Hebe.

Jake apretó sus puños fuertemente, sus nudillos llegaron a estar blancos y si no fuera por Annabeth, hubiera sacado sangre.

Annabeth le palmeó el hombro—Tranquilo—no consiguió calmarle.

Jake suspiró pesadamente y movió el hombro, saliendo del agarre de Annabeth, mordiendp su labio con dolor.

—¡Annabeth!—gritó Lou Ellen, corriendo hacia ellos.

Kamila miró al suelo.

—¡Están bi— un momento... ¡¿Dónde está Kayla?!—preguntó angustiada mientras miraba a los lados y más allá de ellos.

A Annabeth se le cristalizaron los ojos—Lou...—suspiró.

Lou abrió los ojos de golpe y llevó sus brazos a sus costados—No me-e digan qu-e-e—tartamudeó.

—No lo sabemos aún, Lou. Aún hay esperanza—intentó tranquilizarla Jake, pero fue en vano—Estábamos acampando, y al día siguiente desapareció. Ella es Kayla, no puede morir tan fácil—sonó más como una pregunta que una respuesta.

Lou sentía ganas de llorar, y no era la única. Percy corrió a Annabeth, y la abrazó por sorpresa de todos—Oh por Zeus, estaba tan preocupado... Estás bien, Oh Zeus, me alegro tanto—suspiró.

Annabeth sonrió mientras le abrazaba fuertemente—Yo estoy bien, pero Kayla no.

Percy se separó bruscamente y la miró a los ojos por unos segundos, luego miró a los demás—No está muerta, creo. Por ahora no nos ha llegado un aviso ni de Zeus ni de mi padre, ni de Hades. Tenemos esperanza, Lou—Percy se sorprendió de lo calmado que él sonó, cuando en realidad se moría de nervios.

Todos suspiraron y sintieron un peso menos en los hombros—¿Y Nico? Pensé que estaría aquí—habló Kamila extrañada.

Percy ahogó una carcajada—Quirón lo noqueó.

Jake lanzó una carcajada—¿Qué?.

Annabeth levantó una ceja con diversión—¿Cómo?.

Kamila empezó a reir a carcajada alta—Debería haber visto eso, por Zeus.

—Sí, fue increíble—rió Percy.

Los semidioses caminaron a la cabaña número tres, la cabaña de Poseidón.

Con El Argo II... 

 —¡Vamos! ¡A babor!—gritó Leo, intentándo no salir volando del barco por la lluvia y el aire.

—¡Habla en cristiano, Leo!—respondió Jason sosteniendo una cuerda que conecta a la gran vela grande para atarlo fuertemente.

—¡Te lo he dicho muchas veces, cerebro de rayo—se quejó Leo.

Las olas crecían y crecían, los tres semidioses se encontraban empapados. Una ola casi da la vuelta al barco.

Piper gritó desesperada —¡Ve a la izquierda!—Una ola cayó encima de ella.

 —¡¿Por qué yo?! Yo no sé como manejarlo—contestó Jason.

Piper rodó los ojos—¡Leo, deja lo que estás haciendo y dirige el barco! Yo sujeto la otra cuerda!—

Leo asintió y esperó a que Piper llegara, pero cuando estaba cerca de Leo, una rafaga de aire fuerte llegó. Piper se levantó del suelo.

Los ojos de Piper se abrieron mostrando miedo y sorpresa, y con suerte, pudo agarrarse a la mano de Leo a tiempo—¡Ahhh!—gritó.

 —¡Ya pasó Piper! Sujeta esto con fuerza, por favor. Esto ya se va terminar, nena.

—¡Vete ya!—chilló la hija de Afrodita con desesperación.

Leo asintió y corrió hacia los mandos del Argo II y consiguió estabilizar el barco, y en media hora, salieron de la tormenta.

—Más les vale terminar con Cronos—Bufó Jason.

—Lo  mismo digo—bufaron Jason y Leo al unísono. 

—¿Toallas?—ofreció Leo.

—Ni lo preguntes, Gracias—agradeció Piper, le pasó la suya a Jason.

—Gracias, Leo—agradeció también Jason.

—¿Queda mucho?—preguntó Piper secándose el pelo.

Leo suspiró—En teoría, debimos haber llegado ayer, pero con las tormentas, y el misterio del motor dañado tardamos un poco. En varias horas llegaremos a California, o puede que en menos de dos o una hora.

Piper y Jason suspiraron—¿Y si comemos algo?—sugerió Jason.

 —Buena idea—respondió Leo sonriendo.

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Lo voy a subir asi porque quiero actualizar algo, no soporto estar inactive :'v 

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~Una Black Lunática~

Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora