XLVII. Ahora o Nunca

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P I P E R

Debo reconocer que Kay no es la mejor opción para conducir, ya que varias veces casi terminamos sin vida; Mason lo disfrutaba, a decir verdad. Yo procuraba gritar y no vomitar en todo el trayecto, intentando ayudar a Kay a controlar un niño hijo de Venus bastante travieso con un extraño fetiche a gominolas de sabor cereza.

-¿Ya llegamos?-cuestionó Mason por octava vez.

Kay frunció el ceño-Como vuelvas a preguntas eso, juro por el rio Estigio que te teñiré el pelo del color más rosa chillón que encuentre y te vestiré de Barbie. Luego te hechizaré para que dure 48 horas.

Mason y yo abrimos los ojos-¡No pierdas la calma!-mascullé.

Mason rodó los ojos-Si, si... Y... Tendré que luchar, ¿cierto?

Kay me dedicó una mirada rápida y siguió conduciendo-No.

Contesté sintiendo cómo Kay relajaba su espalda-No tienes ninguna base en pelea ni nada por el estilo.

Masón bajó la mirada y empezó s jugar con sus manos-¡SI! ¡VOY A VIVIR OTRO AÑO MÁS!-exclamó contento.

Las carcajadas de de Kay se escucharon por unos segundos, y se le podía ver como sonreía y negaba con la cabeza unas cuantas veces. Mason solo sonrió. Apoyé mis brazos alrededor de mi costado pensando en el plan que teníamos, el cual era: ninguno. Mierda, mierda y más mierda, ¿Con quién vamos a dejar a Mason?

-Mason, ya estamos llegando al sitio al que te quedarás hasta que todo esto termine. Así que prepárate y no causes problemas, ¿okay?-exclamó Kay luego de unos minutos.

Abrí mis ojos ignorando la respuesta de Mason y sus preguntas, giré mi mirada hacia las ventanas, dónde por fin supe dónde estábamos; La casa de Percy.

-¿Cómo supiste que Percy vivía aquí?-pregunté una vez que estacionó el auto.

Kay desabrochó su cinturón y me miró-¿Aquí vive Jackson? Yo solo seguía órdenes de las voces de mi cabeza-sonrió mientras entrecerraba los ojos fuertemente-Pero no te preocupes, no me dicen que maten-bromeó-Venus me habló, no estoy majara, Mason.

Las facciones de Mason se relajaron, al parecer, se había creído el pequeño sarcasmo de Kay. Luego de un suspiro, Mason bajó primero que nosotras, y yo fui después, por último la hija de Hécate. Al cerrar la puerta, ambas compartimos una mirada a cada una, ¿Volveremos a ver esta casa luego de hoy? ¿Volveremos a buscar a Mason? Cada pregunta se revelaba en nuestros ojos, ninguna gota de tristeza, pero si coraje y temor. Kay cerró el vehículo y caminamos hacia la casa:

-¿Quién habla? ¿Tú o yo?-pregunté apoyando mi mano sobre el pelo de Mason.

Kay rió unos segundos recostándose de la puerta-Deberías hacerlo tú, tú la conoces al fin y al cabo. Pero no tardes mucho, déjanos aquí fuera para hablar, por favor-con una mirada rápida a Mason asentí y me adelanté a tocar.

Kay se movió hacia mi antiguo lugar y abrazó a Mason apoyando su cabeza encima de la cabeza de el chico quién miraba a la pared y abrazaba los brazos de Kay.

Y no me había fijado que la puerta se encontraba abierta-¡Piper! Qué sorpresa, ¿Y Percy?-preguntó Sally sorprendida.

Sonreí, y entré al escuchar una respuesta positiva ante mi pregunta sobre poder pasar adelante.

***

K A Y L A D I A N G E L O

Miré fijamente los ojos de Mason, quién temblaba ligeramente-Mason, no te puedo prometer que iré a por ti luego porque no sé si viviré luego de esta pelea. Pero te puedo jurar que Sally te cuidará como una madre, si no fuera así, tu madre no nos habría guiado aquí, ¿Entiendes?-acaricié su mejilla suavemente limpiando sus lágrimas.

Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora