Princesa de Las Sombras (Nico Di Angelo) ||Completado||

XI. Si/No

N I C O   D I   A N G E L O

—Estaba en el Inframundo e hice un trato con Hades y me casé contigo—contestó rápidamente y seria. 

Lo entendí todo perfectamente. ¿Hades? ¿Haciendo eso? ¿Tanto me odiaba?

—Por eso me llamo Di Angelo, nos hemos casado—terminó de explicar mirando al suelo.

Abrí mis ojos atemorizado—¿Qué?—pregunté en bajo y con un tono agudo—¿Estamos...—tragué saliva—casados?.

—Si, Nico...—Kay empezó a reír a carcajadas altas— Tenemos un hijo también y ¡Te he violado!.

Ella seguía riendo y no pareciera que dejaría de hacerlo por un rato. Me era imposible reír, ¿Acaso no podía ser seria alguna vez en su vida? Yo hacía lo posible para no abrir una grieta y echarla al Tártaro, no podía aguantar las ganas. Pero saqué la necesaria para respirar hondo y decir:

—Ya me extrañaba que Hades dejara que yo me casase con una don nadie—paré—Una persona exasperante, tan insignificante, tan poca cosa, mi padre no me odia tanto como para encadenarme a tí. A Hades le importa la reputación. Eres odiosa y estúpida. No lo permitiría.

Kay suspiró, lágrimas rodaban por su cara. Ella miraba al suelo— ¿Por qué me haces esto?—murmuró sin voz—Yo no te hice nada.

Me arrepentí. Su voz sonaba triste. —Kay...Perdón, me pasé— me acerqué a ella, pero retrocedió—Kay.

Pero me dio esquinazo y corrió por la puerta. Agarré una camisa cualquiera del armario rápidamente y salí corriendo tras de ella.

  —¡Kay!—grité, pero ella no hacía caso.

Se dirigía al bosque. Kay esquivaba los árboles y las raíces de los árboles con bastante agilidad, pero la alcancé. Agarré su brazo y la paré, arrinconándola en un árbol.

A

  —Kay—cogí aire—Enserio. Perdón, me pasé con las palabras—Per-r-don—casi tartamudeé. No estaba acostumbrado a decir Lo siento.

Kayla había dejado de llorar—Me has pedido perdón—exclamó anonadada—Y por segunda vez.  

Miré al suelo y reí en bajo.

—Y te he hecho reír—siguió con su tono ingénuo.

—Me...¿Perdonas?—pregunté, esta vez mirándola a los ojos.

Kayla sonrió aspirando por la nariz—Claro que sí, Chico Sombra—saltó hacia mis brazos. Me tensé, no estaba acostumbrado al contacto humano. Le di varias palmadas en la espalda en vez de abrazarla—No puedo enfadarme contigo, aunque no te acuerdes de mi—susurró en mi oído.

—¿Ya nos habíamos conocido antes?—pregunté.

Kay suspiró de nuevo—Si, Nico...Hace algún tiempo atrás.

—¿En Westover Hall?—cuestioné.

—No—estaba apunto de apartarla, pero se aferró más fuerte a mi— No me sueltes aún.

—¿En dónde nos conocimos?— pregunté impaciente rodeándola con mis brazos.

—Todo a su tiempo, Nico—fue lo único que dijo.

—¿Cuándo me contarás?—suspiré.

—Cuando te acuerdes de mí.

—¿Cuándo será eso?—fruncí el ceño

—Eso depende de tí— se separó de mi para observar mi cara—Has cambiado mucho—acarició mi pelo. No estábamos muy cerca, pero me tensé igualmente.

—¿Hace cuan—me interrumpió.

—Solo puedo decir ''Si'' o ''No''—sonrió

—¿Por qué?— pregunté secamente

—No sería tan divertido—rió— Si quieres descubrirlo, serán con mis reglas.

Fruncí el ceño—Está bien.

—Me conocías más joven, ¿No? —pregunté.

Kay se sentó en una raíz apoyando su espalda en un árbol. Me hizo una señal para que me acercara. Dio una palmada en el suelo al lado de ella, y me senté. Colocó su cabeza en mi hombro. Me tensé. —Si...Eras muy adorable, ¿sabes?—sonrió.

Bajó mis piernas con las manos, ya que estaban arriba y apoyó su cabeza en mis piernas. Por alguna razón, tocó mi nariz— No digas nada, por favor. Ya vi tu cara—pidió.

Fruncí el ceño enfadado

Gruñí—Esta bien. ¿Éramos amigos?

Ella se tensó y apretó los labios.—Am... No exactamente...Yo era amiga de Bianca.

—¿Conociste a Bianca?— pregunté neutral, intentando no ponerme sentimental o gritar.

—Sí—suspiró y se sentó en mis piernas mirándome a los ojos.

Me sonrojé, no estaba acostumbrado—Kay—mascullé incómodo.

—¿Me recuerdas, ya?— preguntó con esperanza y tristeza en sus ojos.

Suspiré— No...Aún no. ¿Podrías bajarte de mis piernas?—miré al cielo... ¿Ya es de noche? Hablaré con Quirón, el tiempo está muy raro.

Ella saltó de mis piernas y se sentó al lado mío—Me hubiera gustado que fueras mi amigo—yo solo miraba el cielo, pensando en lo que había dicho.

Ella me conocía y era amiga de Bianca y no es de Westover Hall y es nueva en el Campamento...¡Eso significa que...!

—Grrrrrr—Kay terminó dormida en mi hombro.

Estaba apunto de levantarla, pero no pude. No encontré fuerzas para ello. ¿Qué está pasando?Por lo menos las arpías no nos comerán. Estábamos fuera de los alrededores del Campamento. Pero solo espero que ningún monstruo venga.

Bostecé mientras la miraba. ¿Dónde la había visto en el Lotus?.

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