Con miedo, caminé hasta donde se encontraba él. Todo alrededor había desaparecido, sin duda no me esperaba absolutamente nada de esto. Él no despegaba su mirada de mí, mientras que yo hacía lo imposible por despegarla de él. Todo en mi interior ardía con un fuego increíble, mis mejillas estaban ardiendo como lava, mis manos temblorosas.
-C-chris... ¿Qué haces aquí? -le pregunté una vez que estábamos a solo unos pocos centímetros de distancia.
-No me llamaste nunca, Val. Estaba preocupado por ti -me sonrió, con esa sonrisa que por meses me transmitieron el calor que tanto necesitaba, esa sonrisa que me calmaba siempre, que me hacía sentirme aunque fuera por unos segundos bien. -Veo que ya encontraste amigos, eh.
-Bueno, más bien ellos me encontraron a mí -sonreí incómodamente.
-Te ves bien, más risueña que nunca -se acercó a mí, posando una mano en mi hombro. -Te extraño mucho, Val... -la figura de Chris cada vez se iba acercando más a mí, hasta estar peligrosamente cerca. Yo solo miraba sus ojos, sus labios, adivinando sus intenciones.
Cuando estábamos a milímetros, me corrí a un lado, despertando a Chris de su ensoñación.
-Lo siento, Chris. Pero eso no podrá pasar -apreté mi mandíbula, dando a ver una expresión dura poco habitual en mí. No podía besarle, no traicionaría a Rubius así. Por más que Chris me haya ayudado todos esos meses, era un buen amigo.
Nada más.
-Lo entiendo, Val -sus ojos mostraron lo dolido que se encontraba en ese momento, sus músculos se tensaron bajo la camisa azul que traía puesta. -Supongo que me dejé llevar por el momento, es todo -rió.
-Chris... -le toqué el brazo con cariño. ¿Por qué siempre tenía que hacerle daño a las personas que quería?
-No sientas pena de mí, Valerie. Es lo que más te pido, solo... sigamos siendo amigos. ¿Está bien? -me miró a los ojos y sonrió. Yo imité su gesto.
-Me parece perfecto.
-¿Val? -sentí la voz de Rubius a mis espaldas, casi como un susurro.
Me di la vuelta inmediatamente, como si me hubiesen atrapado haciendo algo ilegal. En sus manos llevaba la Coca-Cola y algo que parecía alcohol, para él supongo. Miró cautelosamente a Chris, como si este representara una gran amenaza.
Fueron unos segundos tensos mirando fijamente a Rubius y este mirando fijamente a Chris. Algo en su expresión daba la idea de que lo hubiese reconocido de algún lado, pero... ¿sería eso posible? Por supuesto que no, ¿de donde Rubius conocería Chris? Era algo loco.
Pero mis pensamientos no valieron nada, porque Rubius dejó caer ambos vasos para que sus manos se fueran en forma de puño inmediatamente al rostro de Chris.
-¡Eres un hijo de puta! -gritó Rubius, mientras tiraba a Chris al suelo y le seguía proporcionando varios golpes a su rostro.
-¡Rubén, detente, para ahora mismo! -grité en vano, dejando mis palabras en el aire. Mis brazos inmediatamente rodearon a Rubius, tratando de aguantar la inmensa fuerza que había sacado de su interior. -¡Para, Rubén, lo mataras!
Las lágrimas no tardaron en inundar mis ojos, la gente alrededor se apartó rápidamente mientras algunas personas iban a avisar a los guardias. Los chicos llegaron inmediatamente y fue Samuel quien lo detuvo.
Samuel con un brusco empujón apartó a Rubén de Chris. Luzu, Alex y Mangel se encargaron de apagar la rabia que había surgido de un momento a otro en Rubén, mientras que Samuel y Guille se encargaban de Chris.
-¿Pero que demonios te pasa? -le pregunte lo más calmadamente posible que podía a Rubén, mientras este solo me miró. -¿Por qué le pegaste de esa forma, Rubén? ¿Qué te pasa?
-No lo entiendes -contestó a secas, con la expresión más fría del mundo en su mirada. Sus músculos estaban tensos, al igual que su mandíbula. Al momento en que los guardias llegaron, se lo llevaron a fuera del bar.
Tuve un gran debate mental entre quedarme ahí con Chris o ir con Rubius.
A la mierda. No me iría con ninguno de los dos. Estaba hasta la coronilla de que nada me resultara, de que todo saliera mal siempre.
Me despedí rápidamente de los chicos y me marché de aquel espantoso bar. A tomar por el culo todo.
-¡Val! -escuché una vez afuera, mientras caminaba rápidamente para intentar escapar de aquella voz.
Pero claro, eso no pudo ser posible.
-¡Por dios, Valerie! -me giró bruscamente del brazo, a lo que yo me aparté de la misma forma, lanzándole una mirada totalmente fría. Igual que la que él me había lanzado a mí. -¡No entiendes nada!
-¡Por supuesto que no entiendo nada, joder, si es que tampoco puedo recordar nada de mi puta vida! ¡Por supuesto que nunca entenderé nada! -grité, con las lágrimas a tope. Odiaba ser tan sensible. -¡No esperes que entienda, porque créeme que por más que lo eh intentado e intentado, no puedo! -sollocé -Come mierda y muere.
Caminé lo más rápido y tome el primer taxi que estaba por ahí. Mientras le daba mi dirección rápidamente, pude divisar a Rubius corriendo atrás del taxi.
Pero por más tristeza que me daba, debía seguir adelante.
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GAD NO SABEN LA FELICIDAD QUE ME DA VOLVER A ESCRIBIR MADRE MÁ IOFHDSKAFJAEKILJFAOÑEWIHLKJFJASLFLJSADLFIJIAÑEWOILFKJÑASILKJFKASDJFLJASDKFKLJSADKÑFJASDLJFAÑSLKFJADSLJKFLDSAIJKFLDSAHBJFDSJKFLDS
muchas gracias a los que siguieron hasta el final y muchas gracias a los que se fueron en el camino por apoyarme, ¡corazones gays para todos!
lo siento tanto por haberlos abandonado tanto tiempo, pero tuve un bloqueo mental horrible y pasé por muchos problemas... personales, pero ya estoy totalmente recuperada y lista y dispuesta para terminar Valerie. Muchas gracias a todoooooooooooooooooooooooooos<3 SKDJLFASJDKLFASDKLFDSLAKFKDSAJFKJSDFKJSA los amo u-u<3
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Valerie #2(Rubius).
Fanfiction"Sinceramente, creo que no soportaré la idea de que no recuerdes todo lo que te amaba. O amo".