El suelo del cubículo estaba sucio, pero en este momento era lo que menos me importaba sinceramente. Antes de saberlo, las lágrimas caían por mis mejillas rápidamente, y en menos de lo que esperaba, los sollozos se hicieron presentes. Salían desde el fondo de mi garganta, cargados de rabia, de frustración.
Golpee nuevamente la pared del cubículo, con más fuerza aún. Mis manos comenzaron a sangrar inmediatamente, pero el dolor físico no tenía para nada comparación con el dolor emocional que sentía en ese momento. Me llevé una mano a la boca intentando ahogar los sollozos, pero fue totalmente en vano. Mi cuerpo estaba temblando completamente y un sudor frío me recorría la espalda.
La puerta del baño de las damas se abrió de golpe. Visualicé los zapatos del Rubius. Mierda.
“¿Val?” se hizo presente su voz, cargada de miedo y desesperación. “¿Val? ¿Dónde estás?"
Me hice callar a mi misma, diciéndome que si me encontraba en este estado pensaría que era una loca bipolar. Hace unos minutos atrás estaba feliz por la vida, sin importarme una mierda nada. Y ahora me encontraba sentada en el suelo de un baño público llorando a lágrima viva. Valla tía que era.
“Me estás preocupando, Val. Dime dónde estás” hablo cansadamente.
De pronto un sollozo salió de lo más profundo de mi garganta, delatándome completamente.
Sentí como la puerta del cubículo se abría lentamente, revelando la figura del Rubius a un lado de mí. Se sentó al frente de mí, tomando delicadamente mi mano, como si temiera que me quebrase en cualquier momento. Lo que no sabía era que yo ya me había quebrado completamente.
“Tranquila, Valerie” murmuró tranquilamente, mirándome directamente a los ojos, haciendo que un escalofrío recorriera toda mi columna vertebral. “Estarás bien, lo prometo. Cuidaré de ti con mi puta vida”.
Le miré a los ojos. Y el me miró a mí. Le apreté la mano más fuerte, regalándole una débil sonrisa. Nos quedamos así unos cuantos segundos, hasta que habló nuevamente.
“¿Me vas a decir que pasó o me dejarás con la intriga?” preguntó sonriendo.
“Primero… ¿podemos salir de aquí, por favor?” sonreí a medias, sorbiendo la nariz. “Alguien puede entrar en cualquier momento”.
“Mierda” rió, como si recién se hubiese dado cuenta de donde nos encontrábamos. “Claro, salgamos de aquí”.
Se levantó del suelo para acto seguido tenderme la mano. La acepté sin problemas, levantándome del suelo que estaba completamente sucio. Miré mis shorts y me percaté de que estaba completamente sucio.
ESTÁS LEYENDO
Valerie #2(Rubius).
Fanfic"Sinceramente, creo que no soportaré la idea de que no recuerdes todo lo que te amaba. O amo".