La Bella y la Bestia, FanFic de Vegeta y Bulma

Cuando disfrazas el amor en atracción.

El entusiasmo me invadió, el hecho de que Vegeta hubiera aceptado me emocionaba.

Mi mente quedo en blanco por un momento.

-Oye... ¡Mujer!-gritó un enojado Vegeta al notar que me encontraba en otro mundo-, ¡Despierta!

-¿Qué?... ¡Perdón!

-Estás más loca de lo que pensé-dijo ahora echándose en la silla.

Miré a mi alrededor.

Él ya había terminado cenar.

Tomo el tenedor rápidamente y como lo restante de mi comida.

-Hump, lenta-dijo mirándose las uñas.

Realmente podía ser molesto si se lo proponía.

-Calla, y ven-dije tomando su brazo, para su sorpresa, y arrastrándolo al sofá con ambas manos.

POV Vegeta

Literalmente me arrastró.

Mujer maleducada, pensé. Cada día me sorprendía más.

Inútil, según yo.

Incapaz de superarme.

Gritona.

Orgullosa.

Eso era.

-Hmmm...-dijo rebuscando en un estante. Allí habían estuches azules con diversos títulos y portadas-Ya sé. ¡Soy una genio!, ¿Cómo no lo pensé antes!

Se acerca y se sienta al lado mío.

Gruño.

Me sentía invadido. Estaba muy cerca.

-Buscaremos una en mi servicio nuevo-dijo prendiendo el televisor con una sonrisa en el rostro.

-¿Servicio?-pregunté ya aburrido.

-Sí, como escuchaste. Genial, ¿Verdad?

-Me da igual-dije desinteresado-. No me agradan, o mejor dicho, no me importan los servicios terrícolas.

-Eso a mí me da igual-respondió indiferente. Imitando me.

Eligió una película con un titulo bastante curioso, mas no recuerdo cual era. Su categoría era Romance.

-¿Qué pretende?-pensé con fastidio.

Tras unos 40 minutos no encontré lo interesante en esa grabación.

Cursilerías y más cursilerías.

¿Realmente hay personas dedicadas a eso?

Intente escapar, pero la peli-azul me hacía recordar la supuesta promesa que le había hecho, una y otra vez.

-Vegeta-dijo de improviso ella-, ¿Alguna vez has querido que tu vida fuera... Diferente?

-No-respondí cortante.

Realmente si lo había deseado.

Había deseado, no sufrir más.

Había deseado, no culparme por la muerte de mi padre. No era el mejor, pero era el mío.

Había deseado, ser alguien más.

Otra persona.

No ser yo.

-Como quisiera encontrar a aquella persona... Que realmente me quiera por lo que soy-una vena se marca en mi rostro, ante la humillación que me causaba pensar en todas las cosas que había hecho. No le había prestado mucha atención-. Que no se interese por mi dinero. Que me soporte a pesar de no ser su obligación.

La miro fijamente.

Me calmo.

Aunque no lo quería admitir. ¿Eso no era lo que yo hacía por ella?, ¿No interesarme por su dinero?, ¿Soportarla a pesar de no ser mi obligación?...

Después de todo, tenía razón, la gente estaba más interesada en los bienes materiales que en su propia vida.

Y yo no lo hacía.

Ella era una víctima de eso.

Ella era codiciada y querida por su dinero.

Yo, con el poco tiempo que había pasado en la Tierra, me había dado cuenta.

-¿Alguna vez te sentiste atraída por alguien, que no debería gustarte?-pregunté ignorando totalmente lo que ella podría pensar.

Mi cuerpo.

Mi mente.

Mis sentidos.

Todos estaban desconectados.

Aguardaba su respuesta.

-Sí, Vegeta, lo he hecho-dijo dudando-... Lo hago...

-¿Y quién es él?-pregunte ansioso.

-Tú Vegeta. Eres tú.

Esa fue la gota que derramó el vaso.