La Bella y la Bestia, FanFic de Vegeta y Bulma

Aprecia lo que tienes, antes de que sea tarde.

POV Bulma

Una mañana más, un día más con el hombre equivocado...

Era una calurosa mañana de verano, los rayos de luz entraban por las cortinas cerradas, y como de costumbre la ruidosa alarma se encendió. El ambiente era tranquilo a pesar del molesto sonido que producía el aparato.

Sabía perfectamente que, igual que el trabajo y mis proyectos a medio terminar, el tiempo no espera, y dentro de poco vendría mi chillona madre a despertarme. Pero, tenía excusa. Después de todo era Bulma Briefs, hija del científico más reconocido en el mundo, y una mujer ocupada. Las entrevistas no eran lo único, y son, las que me quitaban mi valioso tiempo, tiempo para mi, también eran aquellos aparatos de entrenamiento que el principito, con descaro, se atrevía a pedirme. 

Si, así era mi vida.

- 10:45...-murmure, cuando caí en cuenta que era tarde. La resaca de la noche anterior con Milk, me mataba. Mi despertador de nuevo se había atrasado, y extrañamente mi madre no se había presentado en mi habitación. Ella aún lo hacía a pesar que no estaba en la secundaria y era adulta...-¡10:28 de la mañana!-inmediatamente me desvestí y me metí a la ducha.

¡Yamcha debe estar enojado!, pensé mientras que me secaba mi corto y peli-azul cabello. Había quedado en salir con él aquel día, ¿Cómo lo había olvidado?, mire la hora, eran las 11:00.

Me vestí con un hermoso vestido color perla que me había comprado mi madre hace poco, con unas ballerinas del mismo tono. Es perfecto, pensé.

Me encrespé el cabello y baje rápidamente por las escaleras. 

Ahí ese encontraba mi novio, por su expresión parecía muy enojado.

-Perdón-dije nerviosa-, me quede dormida.

-No importa-dijo cambiando repentinamente su expresión seria por una alegre enseñando una enorme sonrisa.

Tomé a Yamcha por el brazo y me dirigí a la puerta principal, de la zona residencial, de la enorme corporación donde vivo.

~ ~ ~

Me acerqué al identificador de huellas digitales que se encontraba en la puerta.

-Asombroso...-murmura Yamcha-¡Jamás dude de ti preciosa!

Sonreí. Yo misma lo había diseñado y estaba orgullosa de ello.

Me percate de la presencia de alguien más, voltee, y vi una silueta conocida, sabia quien era... Era él, el hombre de piel bronceada, de ojos y cabellos azabache y una sonrisa ladina, con quien había coqueteado cuando entonces mi pareja, Yamcha, se encontraba en el otro mundo por culpa del mismo, Vegeta...

:::::::::::::::::::::FlashBack:::::::::::::::::::

-...¿y tú, pequeño...?-pregunté ese día, en forma amable-Vegeta... ¿verdad?, ¿Por que no vienes?... si no tienes un lugar a donde ir...

-¡¿M-me dijo pequeño...?!-dijo nervioso, fingiendo enojarse. Desvía la mirada. Como mataría por saber que pensaba en ese momento.

-¡Te serviré mucha comida! Me imagino que comes igual que Goku...-río-pero no dejare que te enamores de mi aunque me encuentres muy atractiva...-dije con una sonrisa coqueta.

-Hay que mujer tan vulgar...-dijo haciendo una mueca-¡Y como grita...!

::::::::::::::::::FinFlashBack::::::::::::::::

Ya estaba harta de sus gritos, mandatos y apodos, ¡Yo era la gran Bulma!.
Sé que no siempre pensé serle fiel a Yamcha, pensé en reemplazarlo, pensé que el solo era un amor de jóvenes... Pero Yamcha no tenía porque saberlo...